Una mujer de la localidad de Epuyén llamó este lunes por la tarde a la guardia de la comisaría solicitando la presencia policial porque su vecino “estaría maltratando a su perro”.
Según lo detallado, el animal “se encontraba atado con una soga en el cuello, sobre un paredón de bloques de cerámico a tres metros de altura, a la intemperie y bajo la lluvia, donde si se cae se ahorca”.
Al llegar los uniformados, constataron que se trataba de un can mestizo grande y que “ya no se hallaba en tal situación”. Al hablar con el propietario, argumentó que “momentos antes solo había retado a su perro por intentar morder a uno de sus hijos”.
No obstante, la vecina radicó la denuncia por maltrato animal (conforme la Ley 14346 por malos tratos y actos de crueldad a los animales), y se labraron las actuaciones de rigor. En correspondencia, el hecho tuvo amplia repercusión a través de las redes sociales.
Una mujer de la localidad de Epuyén llamó este lunes por la tarde a la guardia de la comisaría solicitando la presencia policial porque su vecino “estaría maltratando a su perro”.
Según lo detallado, el animal “se encontraba atado con una soga en el cuello, sobre un paredón de bloques de cerámico a tres metros de altura, a la intemperie y bajo la lluvia, donde si se cae se ahorca”.
Al llegar los uniformados, constataron que se trataba de un can mestizo grande y que “ya no se hallaba en tal situación”. Al hablar con el propietario, argumentó que “momentos antes solo había retado a su perro por intentar morder a uno de sus hijos”.
No obstante, la vecina radicó la denuncia por maltrato animal (conforme la Ley 14346 por malos tratos y actos de crueldad a los animales), y se labraron las actuaciones de rigor. En correspondencia, el hecho tuvo amplia repercusión a través de las redes sociales.