Un perro quedó “olvidado” en el aeropuerto de Trelew
En las últimas horas, trascendió un video que un pasajero filmó de un perro abandonado afuera del Aeropuerto Almirante Zar. ¿Cómo llegó hasta ahí?
Un perro apareció este lunes feriado afuera del aeropuerto de Trelew, y nadie se hace cargo. El animal, que se ve flaco, aúlla solitario como si sus dueños se hubieran ido de viaje y lo hubieran dejado abandonado.
La imagen triste del perro fue divulgada por protectoras de la ciudad, que hasta el momento no pudieron dar con nadie que se haga cargo.
Al parecer el mismo perro, hace unos días, andaba caminando sin rumbo por las calles de la ciudad. Sin ir más lejos, este sábado lo encontraron llorando en la Plaza Independencia.
El animal se ve hambriento -se le marcan las costillas-, y se muestra desconfiado, a la defensiva, de todo aquel que intenta acercarse a él.
Lo que todo el mundo se pregunta ahora es cómo ese perro que andaba perdido por el centro terminó ahí en el aeropuerto.
Puede que los dueños lo hayan abandonado en la ruta o que alguien se haya ido de viaje y esté buscándolos.
Lo cierto es que el perro sigue aullando, se ve triste, algo lastimado, y no aparece nadie que lo quiera.
Un perro apareció este lunes feriado afuera del aeropuerto de Trelew, y nadie se hace cargo. El animal, que se ve flaco, aúlla solitario como si sus dueños se hubieran ido de viaje y lo hubieran dejado abandonado.
La imagen triste del perro fue divulgada por protectoras de la ciudad, que hasta el momento no pudieron dar con nadie que se haga cargo.
Al parecer el mismo perro, hace unos días, andaba caminando sin rumbo por las calles de la ciudad. Sin ir más lejos, este sábado lo encontraron llorando en la Plaza Independencia.
El animal se ve hambriento -se le marcan las costillas-, y se muestra desconfiado, a la defensiva, de todo aquel que intenta acercarse a él.
Lo que todo el mundo se pregunta ahora es cómo ese perro que andaba perdido por el centro terminó ahí en el aeropuerto.
Puede que los dueños lo hayan abandonado en la ruta o que alguien se haya ido de viaje y esté buscándolos.
Lo cierto es que el perro sigue aullando, se ve triste, algo lastimado, y no aparece nadie que lo quiera.