Alumnos crearon gomitas con derivados del queso

Se trata del proyecto “Frutigomis”, elaborado por chicos de la Escuela Agraria N° 725. Es un alimento económico, con pocos ingredientes y de baja complejidad.

Los creadores. El proyecto de gomitas de lactosuero surgió del espacio de producción tecnológica.
21 AGO 2023 - 20:25

En el ámbito de la Feria de Ciencias Provincial en Trevelin se presentó la Escuela 725 de Sarmiento, resultando seleccionados en su temática tras lo cual fueron seleccionados para participar en Tecnópolis, en Buenos Aires, durante septiembre.

Se trata del proyecto Frutigomis que consiste en la elaboración de gomitas en base a suero láctico derivado de la producción del queso.

“Es un proyecto tecnológico que surge del espacio producción tecnológica en la escuela agraria y consiste en la fabricación de gomitas que son las golosinas que se venden en los kiosquitos pero fabricadas con un insumo que es reutilizado de la elaboración del queso”, señaló la profesora de Educación Tecnológica Patricia Rojas.

“Cuando se elabora el queso –explicó– queda como un producto el suero láctico y con ese componente, los chicos fabricaron las gomitas. Se obtuvo un proceso nuevo y unas golosinas que son ricas en proteínas y ahí está la particularidad de estás Frutigomis porque el suero láctico la mayoría de los productores lo desechan, lo tiran o lo dan a los chanchos”.

El valor del proyecto radica justamente en recuperar un producto que se desecha. “Ese líquido se queda con la mayor cantidad de nutrientes y un alto porcentaje de proteínas que pueden ser aprovechadas para fabricar alimentos que pueden solucionar el problema de la desnutrición”.

“Está es la problemática que trabajamos y derivo en este producto la desnutrición en comunidades vulneradas y principalmente la población destinatario serían los niños y por eso, las golosinas”, acotó la docente a cargo del curso que trabajó el proyecto alimenticio.

En cuanto al tiempo de durabilidad del proyecto, dijo que “estamos desde principios de año trabajando con el proyecto, salieron muchas cosas mal. Como todo proyecto uno planea, planifica y después cuando vamos a los hechos las cosas no salen como uno piensa y eso también es parte del proyecto volver a investigar”, según apuntó.

“La etapa de investigación es permanente y contamos con asesores. Tenemos una nutricionista que nos ayudó en el proceso, nos asesora a los nutrientes que tienen cada uno de los componentes ya que los Frutigomis solamente tienen tres ingredientes. Eso también era parte de la consigna. Que sea un alimento económico, con pocos ingredientes y de baja complejidad para elaborar entonces los valoradores evaluaron eso justamente, la devolución fue buena, no nos marcaron muchos detalles”, detalló.

Frutigomis

La profesora sostuvo que el jurado hizo hincapié en la necesidad de difundir y comunicar el proyecto. “Tiene como objetivo conocer el proceso, tenemos un perfil de Instagram donde vamos comunicando todas las novedades del proyecto porque todavía no está del todo evaluado. Nos pueden seguir en Frutigomis_.725”.

“La difusión es importante porque es parte del proyecto. Al principio nos comunicamos con una ONG de ayuda a pueblos originarios y ellos pusieron en contexto sobre las necesidades de la comunidad en todo el país. Averiguamos en Sarmiento y no tenemos esa problemática de desnutrición, sino problemas de alimentación”.

Los alumnos de la Escuela Agraria 725 establecieron contacto con una ONG que trabaja con wichis del norte argentino y se encarga de hacer este tipo de actividades. “Ahí pudieron ver que hay personas que tienen requerimientos nutritivos y que no tienen esos recursos, por lo cual se pusieron esa responsabilidad y en el rol de protagonistas los estudiantes”.

La docente expresó su emoción por el avance del proyecto y por los pasos que se han podido consolidar a partir de la investigación. “Estamos felices, más que nada valoraron el sentido social que tiene el proyecto y solamente nos falta detallar el tema de la comunicación, cómo lo íbamos a hacer. Los integrantes son treinta estudiantes de entre once y doce años de la escuela agraria de Sarmiento, una institución educativa productora. Allí se fabrican quesos, dulces, hay animales y un montón de alimentos que se hacen en la escuela. Los alumnos no tienen en primer año esas experiencias pero sin embargo con el proyecto adelantaron un montón porque tuvimos que hacer análisis de laboratorio, pasar a la sala de industria y elaboración y ellos participaron de todo el proceso”.

Para finalizar insistió en la importancia de la formación tecnológica y en general. “Uno de los ejes de la escuela es formar ciudadanía solidaria con sentido de comunidad y que se pongan a trabajar en resolver los problemas. Estamos orgullosos de los chicos y con muchas ganas de participar en Tecnópolis”.#

Los creadores. El proyecto de gomitas de lactosuero surgió del espacio de producción tecnológica.
21 AGO 2023 - 20:25

En el ámbito de la Feria de Ciencias Provincial en Trevelin se presentó la Escuela 725 de Sarmiento, resultando seleccionados en su temática tras lo cual fueron seleccionados para participar en Tecnópolis, en Buenos Aires, durante septiembre.

Se trata del proyecto Frutigomis que consiste en la elaboración de gomitas en base a suero láctico derivado de la producción del queso.

“Es un proyecto tecnológico que surge del espacio producción tecnológica en la escuela agraria y consiste en la fabricación de gomitas que son las golosinas que se venden en los kiosquitos pero fabricadas con un insumo que es reutilizado de la elaboración del queso”, señaló la profesora de Educación Tecnológica Patricia Rojas.

“Cuando se elabora el queso –explicó– queda como un producto el suero láctico y con ese componente, los chicos fabricaron las gomitas. Se obtuvo un proceso nuevo y unas golosinas que son ricas en proteínas y ahí está la particularidad de estás Frutigomis porque el suero láctico la mayoría de los productores lo desechan, lo tiran o lo dan a los chanchos”.

El valor del proyecto radica justamente en recuperar un producto que se desecha. “Ese líquido se queda con la mayor cantidad de nutrientes y un alto porcentaje de proteínas que pueden ser aprovechadas para fabricar alimentos que pueden solucionar el problema de la desnutrición”.

“Está es la problemática que trabajamos y derivo en este producto la desnutrición en comunidades vulneradas y principalmente la población destinatario serían los niños y por eso, las golosinas”, acotó la docente a cargo del curso que trabajó el proyecto alimenticio.

En cuanto al tiempo de durabilidad del proyecto, dijo que “estamos desde principios de año trabajando con el proyecto, salieron muchas cosas mal. Como todo proyecto uno planea, planifica y después cuando vamos a los hechos las cosas no salen como uno piensa y eso también es parte del proyecto volver a investigar”, según apuntó.

“La etapa de investigación es permanente y contamos con asesores. Tenemos una nutricionista que nos ayudó en el proceso, nos asesora a los nutrientes que tienen cada uno de los componentes ya que los Frutigomis solamente tienen tres ingredientes. Eso también era parte de la consigna. Que sea un alimento económico, con pocos ingredientes y de baja complejidad para elaborar entonces los valoradores evaluaron eso justamente, la devolución fue buena, no nos marcaron muchos detalles”, detalló.

Frutigomis

La profesora sostuvo que el jurado hizo hincapié en la necesidad de difundir y comunicar el proyecto. “Tiene como objetivo conocer el proceso, tenemos un perfil de Instagram donde vamos comunicando todas las novedades del proyecto porque todavía no está del todo evaluado. Nos pueden seguir en Frutigomis_.725”.

“La difusión es importante porque es parte del proyecto. Al principio nos comunicamos con una ONG de ayuda a pueblos originarios y ellos pusieron en contexto sobre las necesidades de la comunidad en todo el país. Averiguamos en Sarmiento y no tenemos esa problemática de desnutrición, sino problemas de alimentación”.

Los alumnos de la Escuela Agraria 725 establecieron contacto con una ONG que trabaja con wichis del norte argentino y se encarga de hacer este tipo de actividades. “Ahí pudieron ver que hay personas que tienen requerimientos nutritivos y que no tienen esos recursos, por lo cual se pusieron esa responsabilidad y en el rol de protagonistas los estudiantes”.

La docente expresó su emoción por el avance del proyecto y por los pasos que se han podido consolidar a partir de la investigación. “Estamos felices, más que nada valoraron el sentido social que tiene el proyecto y solamente nos falta detallar el tema de la comunicación, cómo lo íbamos a hacer. Los integrantes son treinta estudiantes de entre once y doce años de la escuela agraria de Sarmiento, una institución educativa productora. Allí se fabrican quesos, dulces, hay animales y un montón de alimentos que se hacen en la escuela. Los alumnos no tienen en primer año esas experiencias pero sin embargo con el proyecto adelantaron un montón porque tuvimos que hacer análisis de laboratorio, pasar a la sala de industria y elaboración y ellos participaron de todo el proceso”.

Para finalizar insistió en la importancia de la formación tecnológica y en general. “Uno de los ejes de la escuela es formar ciudadanía solidaria con sentido de comunidad y que se pongan a trabajar en resolver los problemas. Estamos orgullosos de los chicos y con muchas ganas de participar en Tecnópolis”.#