"La plaga de la pérdida y del desperdicio de alimentos es tan alarmante y funesta como la tragedia del hambre que tan cruelmente aflige a la humanidad", criticó el pontífice en un mensaje enviado a la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) en ocasión de la jornada mundial contra el desperdicio de alimentos.
"Cito estos dos dramas juntos porque los considero unidos por una única raíz de fondo: la cultura imperante que ha llevado a desnaturalizar el valor del alimento, reduciéndolo a mera mercancía de intercambio", profundizó Francisco en la misiva divulgada por la Santa Sede.
Según el papa, "es imprescindible afianzar en nosotros la convicción de que el alimento desechado es una afrenta para los pobres".
"Es el sentido de la justicia hacia los necesitados el que debe impulsar a todos y cada uno a un categórico cambio de mentalidad y de conducta", agregó.
"Esto se hace cada vez más apremiante, ya que hay que reconocer, y quisiera subrayarlo, que el alimento que arrojamos a la basura lo arrancamos inicuamente de las manos de quienes carecen del mismo", enfatizó.
En su mensaje, Jorge Bergoglio convocó a la comunidad internacional a "invertir recursos financieros, aunar voluntades, pasar de las meras declaraciones a una toma de decisiones clarividentes e incisivas" para "poner fin a la pérdida y al despilfarro de alimentos".
"La plaga de la pérdida y del desperdicio de alimentos es tan alarmante y funesta como la tragedia del hambre que tan cruelmente aflige a la humanidad", criticó el pontífice en un mensaje enviado a la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) en ocasión de la jornada mundial contra el desperdicio de alimentos.
"Cito estos dos dramas juntos porque los considero unidos por una única raíz de fondo: la cultura imperante que ha llevado a desnaturalizar el valor del alimento, reduciéndolo a mera mercancía de intercambio", profundizó Francisco en la misiva divulgada por la Santa Sede.
Según el papa, "es imprescindible afianzar en nosotros la convicción de que el alimento desechado es una afrenta para los pobres".
"Es el sentido de la justicia hacia los necesitados el que debe impulsar a todos y cada uno a un categórico cambio de mentalidad y de conducta", agregó.
"Esto se hace cada vez más apremiante, ya que hay que reconocer, y quisiera subrayarlo, que el alimento que arrojamos a la basura lo arrancamos inicuamente de las manos de quienes carecen del mismo", enfatizó.
En su mensaje, Jorge Bergoglio convocó a la comunidad internacional a "invertir recursos financieros, aunar voluntades, pasar de las meras declaraciones a una toma de decisiones clarividentes e incisivas" para "poner fin a la pérdida y al despilfarro de alimentos".