Por Juan Miguel Bigrevich / Redacción Jornada
“Hay un dicho que es tan común como falso: El pasado, pasado está, creemos. Pero el pasado no pasa nunca, si hay algo que no pasa es el pasado, el pasado está siempre, somos memoria de nosotros mismos y de los demás, en este sentido somos de papel, somos papel donde se escribe todo lo que sucede antes de nosotros, somos la memoria que tenemos".
" Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos; sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizás no merezcamos existir." Esta definición del nobel portugués José Saramango, puede ser una síntesis del Huracán de tantos.
Hoy cumple 78 años. El Club Social y Deportivo Huracán. Fue un 12 de octubre de 1945 cuando salió a la luz en un encuentro en el antiguo bar Verdi de Trelew; nacido de la fusión de dos equipos de barrio: Newell's Old Boys y El Huracán, que dirimieron el nombre del club a formar por medio de un partido entre sí y que se impuso -una obviedad- el segundo luego de un 4 a 2 memorable.
¿Qué es Huracán? Es el de Atilio, el de los hermanos" Galo", el de la trilogía del 50; el de la primera cancha de césped y el equipo de mi tío, Primo, que llevaba las apuestas del flaco Lualdi y el de mi vieja, Alfiera y en el que mi viejo no quiso correr en bici junto a Pastén y Olivieri a pesar de la generosa oferta del doctor. Es el club con la camiseta similar a la de su par de Parque Patricios, aunque la Nanque con el globo grande en el pecho del trelewense siempre fue más linda. Y la de tres de los mejores jugadores que vi entre mi miopía futbolera y mis limitaciones: Marcelo Pérez Álvarez, el Beto Barreiro y el Mono Gallardo. Es el del Carlitos Baulde y su hermano viendo los pelotazos en el travesaño del uruguayo De los Santos cuando River los visitó y la de su viejo, peleándose con el pelado Abba para que no le usen el césped que tanto cuidaba. Es la del viejo Tomás Mazza y su hijo, ambos presidentes y del “Tutti” Perrozzi (y también su padre), cuyos datos computarizados en su cabeza son inigualables al igual que su camiseta retro con el globito que la lleva donde quiera que vaya.
¿Qué es Huracán? Es un domingo con sol. Son los abuelos sonrientes y los niños felices. Es Darwin, Nelson y Ricky Williams sentados al lado de la línea de cal insultando hasta en arameo.
¿Qué es Huracán? Es un animal con heridas que no cierran y sangran todavía, pero que tiene en su gente, el conocimiento de lo que es perderlo todo y volver a empezar y en donde está el sustento cierto de la esperanza. Son los Gargini, los Stagnitta y los Teixeira y el “chino“ Resnik para citar a algunos héroes anónimos. La familia Das Neves y el “Beto” Yauhar y el “Chamaco” Sastre para nombrar a otros tantos, ante tanto olvido.
Es una historia de amor. Simple y desenfrenada. Como debe ser el amor. La que perdura a pesar de todo y que por ella habrá que poner en colorado el calendario. Por su memoria, la que no puede ni siquiera el tiempo.
¿Qué es Huracán? ¿O quién? Porque, en realidad, late. Vive. En todos. ¿Por qué? Porque somos hijos de una fe basada en el misterio. Pues seremos recuerdo, vieja nostalgia; pero estará -por y para siempre- el Verdi; la vieja sede, el nuevo gimnasio y la cancha vieja cerca del Santa Mónica y lejos en el tiempo. Las anónimas voces y las noches secretas del amor; pero el grito del domingo será el mismo. Y también el canto. Porque temblará el nuevo estadio con la magia de otro Cibeira, la cintura de otro Gargini; el alma de otro Margusino y los goles de otro Marcelo. Otro Monti atajará el penal. El penal. Y otro Rómulo abrazará la copa. Los fuegos saludarán nuevas vueltas y el silencio orará a Maranguello y otro Fly dirigirá. Bajará el grito por la tribuna del león y saltarán todos los que serán y los que fueron. Pasarán 70 años más, sin dudas; las voces serán otras pero el blanco y rojo permanecerá siempre. Feliz cumpleaños, Globo querido.!!!.
Por Juan Miguel Bigrevich / Redacción Jornada
“Hay un dicho que es tan común como falso: El pasado, pasado está, creemos. Pero el pasado no pasa nunca, si hay algo que no pasa es el pasado, el pasado está siempre, somos memoria de nosotros mismos y de los demás, en este sentido somos de papel, somos papel donde se escribe todo lo que sucede antes de nosotros, somos la memoria que tenemos".
" Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos; sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizás no merezcamos existir." Esta definición del nobel portugués José Saramango, puede ser una síntesis del Huracán de tantos.
Hoy cumple 78 años. El Club Social y Deportivo Huracán. Fue un 12 de octubre de 1945 cuando salió a la luz en un encuentro en el antiguo bar Verdi de Trelew; nacido de la fusión de dos equipos de barrio: Newell's Old Boys y El Huracán, que dirimieron el nombre del club a formar por medio de un partido entre sí y que se impuso -una obviedad- el segundo luego de un 4 a 2 memorable.
¿Qué es Huracán? Es el de Atilio, el de los hermanos" Galo", el de la trilogía del 50; el de la primera cancha de césped y el equipo de mi tío, Primo, que llevaba las apuestas del flaco Lualdi y el de mi vieja, Alfiera y en el que mi viejo no quiso correr en bici junto a Pastén y Olivieri a pesar de la generosa oferta del doctor. Es el club con la camiseta similar a la de su par de Parque Patricios, aunque la Nanque con el globo grande en el pecho del trelewense siempre fue más linda. Y la de tres de los mejores jugadores que vi entre mi miopía futbolera y mis limitaciones: Marcelo Pérez Álvarez, el Beto Barreiro y el Mono Gallardo. Es el del Carlitos Baulde y su hermano viendo los pelotazos en el travesaño del uruguayo De los Santos cuando River los visitó y la de su viejo, peleándose con el pelado Abba para que no le usen el césped que tanto cuidaba. Es la del viejo Tomás Mazza y su hijo, ambos presidentes y del “Tutti” Perrozzi (y también su padre), cuyos datos computarizados en su cabeza son inigualables al igual que su camiseta retro con el globito que la lleva donde quiera que vaya.
¿Qué es Huracán? Es un domingo con sol. Son los abuelos sonrientes y los niños felices. Es Darwin, Nelson y Ricky Williams sentados al lado de la línea de cal insultando hasta en arameo.
¿Qué es Huracán? Es un animal con heridas que no cierran y sangran todavía, pero que tiene en su gente, el conocimiento de lo que es perderlo todo y volver a empezar y en donde está el sustento cierto de la esperanza. Son los Gargini, los Stagnitta y los Teixeira y el “chino“ Resnik para citar a algunos héroes anónimos. La familia Das Neves y el “Beto” Yauhar y el “Chamaco” Sastre para nombrar a otros tantos, ante tanto olvido.
Es una historia de amor. Simple y desenfrenada. Como debe ser el amor. La que perdura a pesar de todo y que por ella habrá que poner en colorado el calendario. Por su memoria, la que no puede ni siquiera el tiempo.
¿Qué es Huracán? ¿O quién? Porque, en realidad, late. Vive. En todos. ¿Por qué? Porque somos hijos de una fe basada en el misterio. Pues seremos recuerdo, vieja nostalgia; pero estará -por y para siempre- el Verdi; la vieja sede, el nuevo gimnasio y la cancha vieja cerca del Santa Mónica y lejos en el tiempo. Las anónimas voces y las noches secretas del amor; pero el grito del domingo será el mismo. Y también el canto. Porque temblará el nuevo estadio con la magia de otro Cibeira, la cintura de otro Gargini; el alma de otro Margusino y los goles de otro Marcelo. Otro Monti atajará el penal. El penal. Y otro Rómulo abrazará la copa. Los fuegos saludarán nuevas vueltas y el silencio orará a Maranguello y otro Fly dirigirá. Bajará el grito por la tribuna del león y saltarán todos los que serán y los que fueron. Pasarán 70 años más, sin dudas; las voces serán otras pero el blanco y rojo permanecerá siempre. Feliz cumpleaños, Globo querido.!!!.