Desde hace décadas, las celebraciones de cada uno de los pueblos cordilleranos atraen multitudes y se han constituido en eventos turísticos destinados a mostrar el potencial productivo, la cultura y la idiosincrasia de cada comunidad.
No obstante, primero la pandemia y luego la realidad económica han ido achicando las posibilidades de grandes contrataciones artísticas, que se llevan buena parte del dinero disponible y dejan déficits financieros que luego deben afrontar los propios municipios organizadores. Más aun observando la situación actual del país y el “achique” del sector público anunciado por la administración central que asume el 10 de diciembre.
El propio Bruno Pogliano, al frente de la fiesta decana en la cordillera y acostumbrado a “un escenario de primer nivel, con figuras de talla nacional e internacional”, reconoció que “tenemos muchas complicaciones para poder llevarla adelante la edición 2024 de la Fiesta Nacional del Lúpulo”.
“Obviamente –agregó-, que estamos viendo opciones y alternativas, pero realmente no logramos encontrar la vuelta al elevado costo que tienen los artistas, sonido y escenario, todas cuestiones que tienen que ver con el armado de una gran fiesta popular y que en un momento económico complejo –con una situación de ajuste hacia adelante y más aún en los primeros meses-, nos pone en una situación de no poder asegurar los festejos, pero tampoco podemos decir a ciencia cierta que está suspendida”.
Acerca de un presupuesto tentativo, detalló que “solo entre sonido y escenario hay que desembolsar aproximadamente 150 millones de pesos. Hay que sumar otros 250 millones, como mínimo, para la contratación de artistas, más otra suma importante para el resto de los gastos de infraestructura. En concreto, hablamos de unos 550 millones, mientras que la posibilidad de recaudar se limita a unos 100 millones en concepto de venta de puestos y publicidad, un impedimento económico sustancial para llevarla adelante”, reiteró.
Desde su óptica, “no podemos bajar el nivel que hoy tiene la Fiesta Nacional del Lúpulo”. De igual modo, recordó que “se hace siempre a fines de febrero con el objetivo de estirar un poco más la temporada turística estival, que en los últimos años reflejó una ocupación plena en toda la región”.
Otras fiestas
Según adelantó el intendente electo de Lago Puelo, Iván Fernández, “haremos la Fiesta Nacional del Bosque en febrero porque así lo prometimos en la campaña. No será con el perfil que habíamos acostumbrado a la gente años atrás, porque la situación económica está muy complicada, pero tendrá una impronta netamente local”.
Similar situación planteó el jefe comunal electo en El Hoyo, César Salamín, quien confirmó la Fiesta Nacional de la Fruta Fina para principios de enero.
Por su lado, el intendente reelecto en El Maitén, Oscar Currilén, aseguró la edición 2024 de la Fiesta Nacional del Tren a Vapor para mediados de febrero “con artistas patagónicos y de la zona, que tenemos muchos y muy buenos. La comisión organizadora ya está trabajando”.
En tanto, por la realidad financiera, aún están en duda la Fiesta Nacional del Asado, en Cholila, y el Encuentro Provincial de Artesanos, en Epuyén.
Desde hace décadas, las celebraciones de cada uno de los pueblos cordilleranos atraen multitudes y se han constituido en eventos turísticos destinados a mostrar el potencial productivo, la cultura y la idiosincrasia de cada comunidad.
No obstante, primero la pandemia y luego la realidad económica han ido achicando las posibilidades de grandes contrataciones artísticas, que se llevan buena parte del dinero disponible y dejan déficits financieros que luego deben afrontar los propios municipios organizadores. Más aun observando la situación actual del país y el “achique” del sector público anunciado por la administración central que asume el 10 de diciembre.
El propio Bruno Pogliano, al frente de la fiesta decana en la cordillera y acostumbrado a “un escenario de primer nivel, con figuras de talla nacional e internacional”, reconoció que “tenemos muchas complicaciones para poder llevarla adelante la edición 2024 de la Fiesta Nacional del Lúpulo”.
“Obviamente –agregó-, que estamos viendo opciones y alternativas, pero realmente no logramos encontrar la vuelta al elevado costo que tienen los artistas, sonido y escenario, todas cuestiones que tienen que ver con el armado de una gran fiesta popular y que en un momento económico complejo –con una situación de ajuste hacia adelante y más aún en los primeros meses-, nos pone en una situación de no poder asegurar los festejos, pero tampoco podemos decir a ciencia cierta que está suspendida”.
Acerca de un presupuesto tentativo, detalló que “solo entre sonido y escenario hay que desembolsar aproximadamente 150 millones de pesos. Hay que sumar otros 250 millones, como mínimo, para la contratación de artistas, más otra suma importante para el resto de los gastos de infraestructura. En concreto, hablamos de unos 550 millones, mientras que la posibilidad de recaudar se limita a unos 100 millones en concepto de venta de puestos y publicidad, un impedimento económico sustancial para llevarla adelante”, reiteró.
Desde su óptica, “no podemos bajar el nivel que hoy tiene la Fiesta Nacional del Lúpulo”. De igual modo, recordó que “se hace siempre a fines de febrero con el objetivo de estirar un poco más la temporada turística estival, que en los últimos años reflejó una ocupación plena en toda la región”.
Otras fiestas
Según adelantó el intendente electo de Lago Puelo, Iván Fernández, “haremos la Fiesta Nacional del Bosque en febrero porque así lo prometimos en la campaña. No será con el perfil que habíamos acostumbrado a la gente años atrás, porque la situación económica está muy complicada, pero tendrá una impronta netamente local”.
Similar situación planteó el jefe comunal electo en El Hoyo, César Salamín, quien confirmó la Fiesta Nacional de la Fruta Fina para principios de enero.
Por su lado, el intendente reelecto en El Maitén, Oscar Currilén, aseguró la edición 2024 de la Fiesta Nacional del Tren a Vapor para mediados de febrero “con artistas patagónicos y de la zona, que tenemos muchos y muy buenos. La comisión organizadora ya está trabajando”.
En tanto, por la realidad financiera, aún están en duda la Fiesta Nacional del Asado, en Cholila, y el Encuentro Provincial de Artesanos, en Epuyén.