La frustración de los agricultores franceses con la política agrícola gubernamental desencadenó la semana pasada en intensas manifestaciones, algunas se volvieron virales en redes sociales por inusuales. Los trabajadores arrojaron frente a los edificios municipales en Cahors toneladas de bosta de vaca y desechos como protesta, generando al menos 300 metros cúbicos de residuos, según las autoridades locales.
#FRANCIA. #Agricultores enardecidos arrojan chorros de #bosta liquida a la #municipalidad local (Video)https://t.co/CRXBWRm6dq pic.twitter.com/inMPuwpbBw
— Diario Jornada (@JornadaWeb) December 6, 2023
La protesta no se limitó a Cahors; en Digne-les-Bains, agricultores de Alpes de Alta Provenza llevaron a cabo acciones similares, esparciendo y quemando bosta frente a instituciones financieras y bloqueando las oficinas de Tesorería como símbolo de su descontento.
Las demandas de los agricultores se centran enmejorar sus condiciones laborales e ingresos, afectados por el aumento de costos de producción, diferencias regulatorias con otros países europeos, trámites administrativos, impuestos, controles y daños causados por la fauna.
Laurent Depieds, presidente de la Federación Regional de Sindicatos de Agricultores Paca (FRSEA), destaca la pérdida de confianza en el gobierno, argumentando que los agricultores no se sienten escuchados ni respetados.
La decisión de intensificar la protesta surgió tras una reunión insatisfactoria con el gobierno, llevando a los agricultores a bloquear el acceso a la ciudad,esparciendo estiércol en rotondasy generando congestiones de tráfico.
Los agricultores han anunciado que mantendrán la movilización hasta que el gobierno atienda sus demandas y asegure un futuro digno para el sector. La FRSEA considera la situación crítica, exigiendo una respuesta urgente y concreta por parte de las autoridades gubernamentales.
La movilización destaca la urgencia de abordar las preocupaciones agrícolas para garantizar la sostenibilidad y estabilidad del sector en Francia.
La frustración de los agricultores franceses con la política agrícola gubernamental desencadenó la semana pasada en intensas manifestaciones, algunas se volvieron virales en redes sociales por inusuales. Los trabajadores arrojaron frente a los edificios municipales en Cahors toneladas de bosta de vaca y desechos como protesta, generando al menos 300 metros cúbicos de residuos, según las autoridades locales.
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La protesta no se limitó a Cahors; en Digne-les-Bains, agricultores de Alpes de Alta Provenza llevaron a cabo acciones similares, esparciendo y quemando bosta frente a instituciones financieras y bloqueando las oficinas de Tesorería como símbolo de su descontento.
Las demandas de los agricultores se centran enmejorar sus condiciones laborales e ingresos, afectados por el aumento de costos de producción, diferencias regulatorias con otros países europeos, trámites administrativos, impuestos, controles y daños causados por la fauna.
Laurent Depieds, presidente de la Federación Regional de Sindicatos de Agricultores Paca (FRSEA), destaca la pérdida de confianza en el gobierno, argumentando que los agricultores no se sienten escuchados ni respetados.
La decisión de intensificar la protesta surgió tras una reunión insatisfactoria con el gobierno, llevando a los agricultores a bloquear el acceso a la ciudad,esparciendo estiércol en rotondasy generando congestiones de tráfico.
Los agricultores han anunciado que mantendrán la movilización hasta que el gobierno atienda sus demandas y asegure un futuro digno para el sector. La FRSEA considera la situación crítica, exigiendo una respuesta urgente y concreta por parte de las autoridades gubernamentales.
La movilización destaca la urgencia de abordar las preocupaciones agrícolas para garantizar la sostenibilidad y estabilidad del sector en Francia.