La nave, que cumple 52 años de viaje, siguió su camino hacia el confín del Sistema Solar hasta que se perdió contacto con ella en 2003, cuando se encontraba a 12.000 millones de kilómetros de la Tierra, recordó hoy la agencia Europa Press.
![](https://jornada.us-sea-1.linodeobjects.com/imagenes/2024/3/1/364032_1_205931_raw.jpg)
En la actualidad, la nave se dirige hacia la estrella Aldebarán, en la constelación de Tauro, adonde llegará dentro de 1.690.000 años.
Lo que hace célebre a esta nave, además de su tiempo de viaje, es que contiene una placa inscripta con un mensaje simbólico que informa a eventuales civilizaciones extraterrestres con las que pudiera cruzarse, acerca del ser humano y su lugar de procedencia, la Tierra, una especie de mensaje en una botella interestelar.
![](https://jornada.us-sea-1.linodeobjects.com/imagenes/2024/3/1/364032_1_205959_raw.jpg)
En la placa aparece, a la derecha, la imagen de la sonda con el único fin de dar proporción a las dos figuras humanas dibujadas delante, una femenina y otra masculina.
A la izquierda, figuran un haz de líneas que parten radialmente de un mismo punto; ese punto es el planeta Tierra; las líneas indican la dirección de los púlsares más significativos cercanos a nuestro sistema solar y en cada uno, en sistema de numeración binario, la secuencia de pulsos de cada uno; este apartado constituye nuestro "domicilio" en el universo; una civilización técnicamente avanzada, con conocimiento de los púlsares, podría interpretar la placa.
![](https://jornada.us-sea-1.linodeobjects.com/imagenes/2024/3/1/364032_1_21013_raw.png)
En la parte inferior se representa un esquema del sistema solar, con los planetas ordenados según su distancia respecto al Sol y con una indicación de la ruta inicial de la sonda Pioneer 10.
La placa fue diseñada y popularizada por el astrónomo y divulgador estadounidense Carl Sagan y por el también astrónomo estadounidense Frank Drake.