En programa de control del visión americano se puso en marcha hace unos ocho meses dentro del Parque Nacional Lago Puelo con la instalación de trampas y con el objetivo “de mitigar el impacto de esta especie exótica e invasora sobre la fauna nativa”.
Cabe recordar que el visón llegó a la región entre las décadas de 1940 y 1950, a través de los criaderos dedicados a la peletería. Sin embargo, cuando la actividad dejó de ser un negocio, fue liberado. Actualmente, ha invadido ambientes naturales desde Neuquén hasta Tierra del Fuego, provocando alteraciones singulares en las poblaciones de peces, aves y anfibios, principalmente.
El biólogo Ernesto Juan recordó ayer que “los últimos ejemplares de cisne cuello negro fueron avistados en nuestro espejo lacustre hace unos tres años y, lamentablemente, después los encontramos cuando ya se los estaban comiendo los visones americanos”.
También se refirió “a la presencia del pato de los Torrentes en los rápidos del río Puelo, aunque todavía no hemos registrado los sitios de nidificación”.
Hasta el presente, las trampas han permitido capturar unos 25 visones y a criterio del experto “son muchos más de lo que esperábamos para esta época, nos está demostrando que hay muchos más animales de los que imaginábamos. Hemos puesto el foco en los juncales y vemos una presencia de aves muy superior a lo que se veía hace unos años atrás”.
De igual modo, y en función de los resultados obtenidos en el lago Puelo, adelantó que el plan articulado entre Parques Nacionales, la provincia del Chubut, Aves Argentinas, Conaf y SAG de Chile, podría extenderse en el corto plazo al lago Epuyén, “donde estamos evaluando una prueba piloto, y también al lago Esperanza”, en la zona alta del paraje El Turbio.
Tras remarcar que “el cisne de cuello negro vuela grandes distancias y está distribuido en todo Sudamérica, desde el sur de Brasil hasta Tierra del Fuego, hay registros que en varios lugares ha desaparecido”, el biólogo antepuso que Chile “tiene registros de que por cuestiones antrópicas, modificaciones del hábitat o introducción de especies exóticas invasoras, ha desaparecido de determinadas lagunas”.
En coincidencia, en la zona fronteriza, los técnicos chilenos “también vienen trabajando fuertemente desde Puerto Montt hasta el Lago Tagua Tagua para extender el control de la especie invasora”. Enseguida subrayó que “con el control de los visones, sin duda vamos a disminuir la probabilidad de que se coman a los cisnes”.
Con todo, Ernesto Juan precisó que “no es un proyecto de erradicación, sino de control. Sería muy difícil poder extraer todos los visones americanos desde Neuquén hasta Tierra del Fuego y a ambos lados de la cordillera. El objetivo es controlarlos, al menos en los lugares que son de alto valor para la nidificación de aves y el hábitat de otros animales, como el coipo”.
Más invasoras
En otro orden, Ernesto Juan mencionó otras especies invasoras en el mundo animal dentro del Parque Nacional Lago Puelo, “como el ciervo colorado que va ganando el hábitat natural del huemul y del pudú pudú; además del jabalí que se ha demostrado que depreda sobre los cervatillos”.
No obstante, evaluó que “son proyectos de erradicación que estamos trabajando, pero con menos intensidad por una cuestión logística, necesitamos un poco más de tiempo”.
“En este momento –confirmó-, estamos dedicados a sacar los baguales de nuestra área natural, son vacas que han quedado sin dueño y se están reproduciendo libremente, no tienen ningún tipo de manejo y entonces se comportan como un animal silvestre. Con su control, habrá más espacios para el huemul”.
En programa de control del visión americano se puso en marcha hace unos ocho meses dentro del Parque Nacional Lago Puelo con la instalación de trampas y con el objetivo “de mitigar el impacto de esta especie exótica e invasora sobre la fauna nativa”.
Cabe recordar que el visón llegó a la región entre las décadas de 1940 y 1950, a través de los criaderos dedicados a la peletería. Sin embargo, cuando la actividad dejó de ser un negocio, fue liberado. Actualmente, ha invadido ambientes naturales desde Neuquén hasta Tierra del Fuego, provocando alteraciones singulares en las poblaciones de peces, aves y anfibios, principalmente.
El biólogo Ernesto Juan recordó ayer que “los últimos ejemplares de cisne cuello negro fueron avistados en nuestro espejo lacustre hace unos tres años y, lamentablemente, después los encontramos cuando ya se los estaban comiendo los visones americanos”.
También se refirió “a la presencia del pato de los Torrentes en los rápidos del río Puelo, aunque todavía no hemos registrado los sitios de nidificación”.
Hasta el presente, las trampas han permitido capturar unos 25 visones y a criterio del experto “son muchos más de lo que esperábamos para esta época, nos está demostrando que hay muchos más animales de los que imaginábamos. Hemos puesto el foco en los juncales y vemos una presencia de aves muy superior a lo que se veía hace unos años atrás”.
De igual modo, y en función de los resultados obtenidos en el lago Puelo, adelantó que el plan articulado entre Parques Nacionales, la provincia del Chubut, Aves Argentinas, Conaf y SAG de Chile, podría extenderse en el corto plazo al lago Epuyén, “donde estamos evaluando una prueba piloto, y también al lago Esperanza”, en la zona alta del paraje El Turbio.
Tras remarcar que “el cisne de cuello negro vuela grandes distancias y está distribuido en todo Sudamérica, desde el sur de Brasil hasta Tierra del Fuego, hay registros que en varios lugares ha desaparecido”, el biólogo antepuso que Chile “tiene registros de que por cuestiones antrópicas, modificaciones del hábitat o introducción de especies exóticas invasoras, ha desaparecido de determinadas lagunas”.
En coincidencia, en la zona fronteriza, los técnicos chilenos “también vienen trabajando fuertemente desde Puerto Montt hasta el Lago Tagua Tagua para extender el control de la especie invasora”. Enseguida subrayó que “con el control de los visones, sin duda vamos a disminuir la probabilidad de que se coman a los cisnes”.
Con todo, Ernesto Juan precisó que “no es un proyecto de erradicación, sino de control. Sería muy difícil poder extraer todos los visones americanos desde Neuquén hasta Tierra del Fuego y a ambos lados de la cordillera. El objetivo es controlarlos, al menos en los lugares que son de alto valor para la nidificación de aves y el hábitat de otros animales, como el coipo”.
Más invasoras
En otro orden, Ernesto Juan mencionó otras especies invasoras en el mundo animal dentro del Parque Nacional Lago Puelo, “como el ciervo colorado que va ganando el hábitat natural del huemul y del pudú pudú; además del jabalí que se ha demostrado que depreda sobre los cervatillos”.
No obstante, evaluó que “son proyectos de erradicación que estamos trabajando, pero con menos intensidad por una cuestión logística, necesitamos un poco más de tiempo”.
“En este momento –confirmó-, estamos dedicados a sacar los baguales de nuestra área natural, son vacas que han quedado sin dueño y se están reproduciendo libremente, no tienen ningún tipo de manejo y entonces se comportan como un animal silvestre. Con su control, habrá más espacios para el huemul”.