Vecinos de Corcovado estuvieron en Esquel acompañando a Javier Villoldo, despedido del Correo Argentino en esa localidad. Viajaron para contactar a un abogado para elaborar un amparo colectivo a presentar en el Juzgado Federal.
Villoldo señaló que los enviados del Correo desde Bariloche a su localidad en todo momento minimizaron su despido, y sólo les interesaba retirar todo de la oficina para cerrar las instalaciones. Dos días intentaron ingresar, pero no lo lograron por la resistencia pacífica de vecinos.
Remarcó que la demanda de los servicios del Correo en Corcovado cada vez era mayor, con mucha actividad de arribo y entrega de encomienda de compras a través de plataformas, como también señaló que sus aspiraciones eran que la sucursal se fuera actualizando con tecnología para agilizar el trabajo, ya que aún se comunicaban con otras dependencias con escritos a lapicera y vía fax.
Villoldo hizo cursos porque se postularía para la Jefatura de Correo y de nada sirvió. “Me echaron por reestructuración, y no entiendo la razón para cerrar la oficina, cuando siempre traté de mejorar el servicio a la comunidad”.
Dijo que la causa tristeza pensar que su trabajo pueda caer en otras manos con otros intereses, sin importarles brindar un servicio a la gente. Villoldo perdió contacto con autoridades del Correo, y sugirió que “el silencio asusta”. Manifestó que “una indemnización no me sirve, quiero la reincorporación y mi plata por el sueldo que es lo que me dignifica”.
No sabe si le transfirieron su salario de abril, porque no operó con su tarjeta bancaria para consultar, porque “me causa tristeza”. Junto a José Hughes de Trevelin, también despedido, están accionando legalmente rechazando los despidos.
“Defender el lugar”
Una vecina del grupo que inició trámites en Esquel, recalcó que apenas tomaron conocimiento del despido del trabajador del Correo, reaccionaron y el domingo reunieron 102 firmas en la plaza, con una nota que enviaron al intendente Ariel Molina, al Concejo Deliberante y al gobernador Nacho Torres.
El lunes se movilizaron para defender la oficina y evitar que retiraran objetos. “En Corcovado el Correo es una institución que empezó sus actividades en 1983, hace más de 40 años”.
Enfatizó que “vamos a defender el lugar, porque el Correo es un derecho, un servicio público esencial y el Estado lo debe garantizar”.
Presentarán un amparo colectivo para que no cierren la sucursal, y para que reincorporen a Villoldo. Apuestan a que esta medida de ser admitida por la Justicia Federal, siente un precedente que se pueda replicar en otras poblaciones del país que estén atravesando por la misma problemática. “Cerrar porque en nuestra localidad hay 2.400 habitantes, no cabe en una sociedad que piensa desde lo humano”, acentuó la vecina y expresó que no es real que el Correo allí no funciona, porque es fundamental en un pueblo de frontera. No pueden gastar para trasladarse a 70 o 100 kilómetros a realizar trámites de este servicio, por la distancia y por los impedimentos del camino en época de invierno.
Remarcó que la comunidad de Corcovado está dispuesta a defender la sucursal y el empleo de Villoldo, y si bien tienen 30 días para presentar el amparo colectivo, estimó que en breves días lo podrían presentar con el asesoramiento de un abogado.
Vecinos de Corcovado estuvieron en Esquel acompañando a Javier Villoldo, despedido del Correo Argentino en esa localidad. Viajaron para contactar a un abogado para elaborar un amparo colectivo a presentar en el Juzgado Federal.
Villoldo señaló que los enviados del Correo desde Bariloche a su localidad en todo momento minimizaron su despido, y sólo les interesaba retirar todo de la oficina para cerrar las instalaciones. Dos días intentaron ingresar, pero no lo lograron por la resistencia pacífica de vecinos.
Remarcó que la demanda de los servicios del Correo en Corcovado cada vez era mayor, con mucha actividad de arribo y entrega de encomienda de compras a través de plataformas, como también señaló que sus aspiraciones eran que la sucursal se fuera actualizando con tecnología para agilizar el trabajo, ya que aún se comunicaban con otras dependencias con escritos a lapicera y vía fax.
Villoldo hizo cursos porque se postularía para la Jefatura de Correo y de nada sirvió. “Me echaron por reestructuración, y no entiendo la razón para cerrar la oficina, cuando siempre traté de mejorar el servicio a la comunidad”.
Dijo que la causa tristeza pensar que su trabajo pueda caer en otras manos con otros intereses, sin importarles brindar un servicio a la gente. Villoldo perdió contacto con autoridades del Correo, y sugirió que “el silencio asusta”. Manifestó que “una indemnización no me sirve, quiero la reincorporación y mi plata por el sueldo que es lo que me dignifica”.
No sabe si le transfirieron su salario de abril, porque no operó con su tarjeta bancaria para consultar, porque “me causa tristeza”. Junto a José Hughes de Trevelin, también despedido, están accionando legalmente rechazando los despidos.
“Defender el lugar”
Una vecina del grupo que inició trámites en Esquel, recalcó que apenas tomaron conocimiento del despido del trabajador del Correo, reaccionaron y el domingo reunieron 102 firmas en la plaza, con una nota que enviaron al intendente Ariel Molina, al Concejo Deliberante y al gobernador Nacho Torres.
El lunes se movilizaron para defender la oficina y evitar que retiraran objetos. “En Corcovado el Correo es una institución que empezó sus actividades en 1983, hace más de 40 años”.
Enfatizó que “vamos a defender el lugar, porque el Correo es un derecho, un servicio público esencial y el Estado lo debe garantizar”.
Presentarán un amparo colectivo para que no cierren la sucursal, y para que reincorporen a Villoldo. Apuestan a que esta medida de ser admitida por la Justicia Federal, siente un precedente que se pueda replicar en otras poblaciones del país que estén atravesando por la misma problemática. “Cerrar porque en nuestra localidad hay 2.400 habitantes, no cabe en una sociedad que piensa desde lo humano”, acentuó la vecina y expresó que no es real que el Correo allí no funciona, porque es fundamental en un pueblo de frontera. No pueden gastar para trasladarse a 70 o 100 kilómetros a realizar trámites de este servicio, por la distancia y por los impedimentos del camino en época de invierno.
Remarcó que la comunidad de Corcovado está dispuesta a defender la sucursal y el empleo de Villoldo, y si bien tienen 30 días para presentar el amparo colectivo, estimó que en breves días lo podrían presentar con el asesoramiento de un abogado.