Violencia de género: empieza el juicio a conocido guardafaunas
Este lunes 20 a las 9 en la Oficina Judicial de Rawson se iniciará el juicio oral y público contra el guardafaunas Roberto Bubas, acusado de lesiones graves en perjuicio de su expareja María Luján Pérez Terrone.
Las audiencias comienzan luego de que en noviembre de 2023 la defensa propusiera un acuerdo que no prosperó: una reparación de $ 7 millones para la víctima y una donación de $ 200 mil para un Parque Infantil.
Según la imputación de la Fiscalía y de la querella, la mañana del 6 de junio de 2021, Bubas llegó a casa de Pérez Terrone en Playa Unión para reintegrar al hijo común de dos años, que se había quedado a dormir con él. Tocaba la bocina en forma intensa y el nene lloraba en el coche. No lo dejaba bajar. La mujer decidió mantener la calma, sacar al menor y llevarlo a la casa.
Bubas insistía con llevárselo hasta que vio la camioneta del abuelo materno. El menor mostró felicidad por verlo. Esto molestó al guardafaunas, que antes de irse le hizo un gesto ofensivo al hombre.
Minutos después, Terrone decidió conducir su camioneta a casa de Bubas para pedirle que las despedidas no fueran así y evitar sufrimientos innecesarios al hijo en común.Pero una vez dentro del domicilio, él comenzó a amenazar al padre de la víctima y a ella: “Iba a cagar a piñas a tu papá ahí cuando lo vi, le hice fuck you”. Le decía que el nene no quería estar con ella.
Se altera más y sorpresivamente la trompea en la nariz y en la boca. Ella sangra y cae. Bubas la sigue golpeando con puñetazos y patadas en el piso. “Hija de puta, vas a aprender, te voy a matar”, le gritaba.
Terrone escapa de la casa arrastrándose y pidiendo ayuda a los gritos. Llegó a suvehículo y trabó las puertas al ver que él salía de la vivienda. Huyó rumbo a la comisaría de Playa Unión. Certificó las heridas y no pudo trabajar por un mes.
En la última audiencia de noviembre Bubas le pidió a la mujer “mis sinceras disculpas”. Y admitió “las dificultades que sobrellevé en mi relación con Luján para controlar mis emociones cuando creía equivocadamente que nuestro hijo estaba expuesto a situaciones de peligro por parte de su mamá”.
“Lamentable y paradójicamente en estos dos años y medio de proceso judicial, nuestro hijo a quien de forma equivocada pretendí defender, resultó el mayor perjudicado. Reitero a Luján mis disculpas por lo que mi accionar pudiera haberla emocionalmente dañado, comprometiéndome a continuar el camino emprendido de superación personal y reparación de errores cometidos en la búsqueda de lograr un futuro y una relación normal y sana entre ambos en favor de nuestro hijo”.
Su exmujer le contestó: “Me encantaría poder creer tus disculpas, pero ya lo hice mucho tiempo. El señor Bubas ha venido a las cinco de la mañana a pedirme disculpas de rodillas más de una vez, pero después vuelve a cometer el acto y cada vez más fuerte, tengo mucho miedo de que algo grave suceda”.
“Por primera vez puedo mirar a los ojos y poder hablar, siento que el cuerpo me tiembla, siento miedo”, dijo.
“Te pido que te hagas responsable –lo miró-, lo único que quiero es que la verdad se muestre. Sucedieron muchas cosas de las cuales hoy no sé si tengo la fuerza de contarlas, es muy difícil hablar ante todos en una sociedad donde todo se busca ocultar”.
Al tribunal lo conformarán las juezas María Tolomei, Yamila Flores y Eve Anahí Ponce.
Este lunes 20 a las 9 en la Oficina Judicial de Rawson se iniciará el juicio oral y público contra el guardafaunas Roberto Bubas, acusado de lesiones graves en perjuicio de su expareja María Luján Pérez Terrone.
Las audiencias comienzan luego de que en noviembre de 2023 la defensa propusiera un acuerdo que no prosperó: una reparación de $ 7 millones para la víctima y una donación de $ 200 mil para un Parque Infantil.
Según la imputación de la Fiscalía y de la querella, la mañana del 6 de junio de 2021, Bubas llegó a casa de Pérez Terrone en Playa Unión para reintegrar al hijo común de dos años, que se había quedado a dormir con él. Tocaba la bocina en forma intensa y el nene lloraba en el coche. No lo dejaba bajar. La mujer decidió mantener la calma, sacar al menor y llevarlo a la casa.
Bubas insistía con llevárselo hasta que vio la camioneta del abuelo materno. El menor mostró felicidad por verlo. Esto molestó al guardafaunas, que antes de irse le hizo un gesto ofensivo al hombre.
Minutos después, Terrone decidió conducir su camioneta a casa de Bubas para pedirle que las despedidas no fueran así y evitar sufrimientos innecesarios al hijo en común.Pero una vez dentro del domicilio, él comenzó a amenazar al padre de la víctima y a ella: “Iba a cagar a piñas a tu papá ahí cuando lo vi, le hice fuck you”. Le decía que el nene no quería estar con ella.
Se altera más y sorpresivamente la trompea en la nariz y en la boca. Ella sangra y cae. Bubas la sigue golpeando con puñetazos y patadas en el piso. “Hija de puta, vas a aprender, te voy a matar”, le gritaba.
Terrone escapa de la casa arrastrándose y pidiendo ayuda a los gritos. Llegó a suvehículo y trabó las puertas al ver que él salía de la vivienda. Huyó rumbo a la comisaría de Playa Unión. Certificó las heridas y no pudo trabajar por un mes.
En la última audiencia de noviembre Bubas le pidió a la mujer “mis sinceras disculpas”. Y admitió “las dificultades que sobrellevé en mi relación con Luján para controlar mis emociones cuando creía equivocadamente que nuestro hijo estaba expuesto a situaciones de peligro por parte de su mamá”.
“Lamentable y paradójicamente en estos dos años y medio de proceso judicial, nuestro hijo a quien de forma equivocada pretendí defender, resultó el mayor perjudicado. Reitero a Luján mis disculpas por lo que mi accionar pudiera haberla emocionalmente dañado, comprometiéndome a continuar el camino emprendido de superación personal y reparación de errores cometidos en la búsqueda de lograr un futuro y una relación normal y sana entre ambos en favor de nuestro hijo”.
Su exmujer le contestó: “Me encantaría poder creer tus disculpas, pero ya lo hice mucho tiempo. El señor Bubas ha venido a las cinco de la mañana a pedirme disculpas de rodillas más de una vez, pero después vuelve a cometer el acto y cada vez más fuerte, tengo mucho miedo de que algo grave suceda”.
“Por primera vez puedo mirar a los ojos y poder hablar, siento que el cuerpo me tiembla, siento miedo”, dijo.
“Te pido que te hagas responsable –lo miró-, lo único que quiero es que la verdad se muestre. Sucedieron muchas cosas de las cuales hoy no sé si tengo la fuerza de contarlas, es muy difícil hablar ante todos en una sociedad donde todo se busca ocultar”.
Al tribunal lo conformarán las juezas María Tolomei, Yamila Flores y Eve Anahí Ponce.