El político llegó a los tribunales pasadas las 10 junto sus cuatro hijos. Pasó a la sala y, cuando se dio comienzo a la audiencia, quedó sentado al lado de su abogado defensor.
Luego, cuando arrancaron los alegatos de la querella, comenzó a escuchar con la mirada perdida y, mientras la abogada de la denunciante relataba los hechos, él tomaba café.
Su hija Sarita lo mira con preocupación, y mueve la cabeza de un lado al otro con los ojos llorosos. También toma nota de lo que dice la abogada de la querella, Carolina Cymerman, quien brinda un detalle pormenorizado de los hechos que le imputan a su papá.
El político llegó a los tribunales pasadas las 10 junto sus cuatro hijos. Pasó a la sala y, cuando se dio comienzo a la audiencia, quedó sentado al lado de su abogado defensor.
Luego, cuando arrancaron los alegatos de la querella, comenzó a escuchar con la mirada perdida y, mientras la abogada de la denunciante relataba los hechos, él tomaba café.
Su hija Sarita lo mira con preocupación, y mueve la cabeza de un lado al otro con los ojos llorosos. También toma nota de lo que dice la abogada de la querella, Carolina Cymerman, quien brinda un detalle pormenorizado de los hechos que le imputan a su papá.