Esta ley permitirá que profesionales de la psicomotricidad cuenten con el reconocimiento formal, que obtengan la matrícula, algo que estaban gestionando hace más de 18 años.
En su fundamentación, la diputada explicó que “existen vastos profesionales de la psicomotricidad distribuidos en todo el territorio de la Provincia de Chubut, ejerciendo su tarea en los diferentes ámbitos de aplicación. Es así como el ejercicio de la psicomotricidad constituye desde más de una década una práctica socialmente reconocida en el ámbito público y privado provincial, de manera que una ley de ejercicio profesional no la crea, sino que legitima a esta situación de hecho”.
“Por otra parte, como antecedente académico, se destaca que en la ciudad de Puerto Madryn se ha comenzado a dictar desde el año 2017 la tecnicatura en Psicomotricidad (Resolución Ministerial NO 179/19). Nos encontramos así en la Provincia con una profesión reconocida académicamente, pero desprovista de regulaciones para su ejercicio”.
Por lo tanto, esta ley “constituye un avance impostergable para la profesión psicomotricista en la Provincia de Chubut, por cuanto, define y delimita el campo profesional de la Psicomotricidad, jerarquiza la profesión garantizando la autonomía de ejercicio, confiere legitimación formal a la profesión, regula las condiciones del ejercicio profesional, del Licenciado en Psicomotricidad y del Técnico en Psicomotricidad, y de las actividades de colaboración de la misma, en el sector público y privado”.
También detalló que “la psicomotricidad da importancia al desarrollo de la persona, a su corporeidad y a la capacidad para expresarse y relacionarse con el mundo que lo rodea, sistema familiar, socio-cultural e institucional. Como práctica profesional opera y se desarrolla en los campos de la salud, de la educación, del desarrollo social y comunitario en nuestro país, desde hace más de cuarenta años”.
“Como técnica de intervención clínica y educativa, encuentra su aplicación en los ámbitos educativo, reeducativo y terapéutico, con acciones de promoción y prevención, diagnóstico y tratamiento, logrando su aplicación de manera individual o grupal”.
Esta ley permitirá que profesionales de la psicomotricidad cuenten con el reconocimiento formal, que obtengan la matrícula, algo que estaban gestionando hace más de 18 años.
En su fundamentación, la diputada explicó que “existen vastos profesionales de la psicomotricidad distribuidos en todo el territorio de la Provincia de Chubut, ejerciendo su tarea en los diferentes ámbitos de aplicación. Es así como el ejercicio de la psicomotricidad constituye desde más de una década una práctica socialmente reconocida en el ámbito público y privado provincial, de manera que una ley de ejercicio profesional no la crea, sino que legitima a esta situación de hecho”.
“Por otra parte, como antecedente académico, se destaca que en la ciudad de Puerto Madryn se ha comenzado a dictar desde el año 2017 la tecnicatura en Psicomotricidad (Resolución Ministerial NO 179/19). Nos encontramos así en la Provincia con una profesión reconocida académicamente, pero desprovista de regulaciones para su ejercicio”.
Por lo tanto, esta ley “constituye un avance impostergable para la profesión psicomotricista en la Provincia de Chubut, por cuanto, define y delimita el campo profesional de la Psicomotricidad, jerarquiza la profesión garantizando la autonomía de ejercicio, confiere legitimación formal a la profesión, regula las condiciones del ejercicio profesional, del Licenciado en Psicomotricidad y del Técnico en Psicomotricidad, y de las actividades de colaboración de la misma, en el sector público y privado”.
También detalló que “la psicomotricidad da importancia al desarrollo de la persona, a su corporeidad y a la capacidad para expresarse y relacionarse con el mundo que lo rodea, sistema familiar, socio-cultural e institucional. Como práctica profesional opera y se desarrolla en los campos de la salud, de la educación, del desarrollo social y comunitario en nuestro país, desde hace más de cuarenta años”.
“Como técnica de intervención clínica y educativa, encuentra su aplicación en los ámbitos educativo, reeducativo y terapéutico, con acciones de promoción y prevención, diagnóstico y tratamiento, logrando su aplicación de manera individual o grupal”.