Los trabajadores gastronómicos atraviesan su día en un escenario de incertidumbre tras unas vacaciones de invierno donde los números de ocupación estuvieron por debajo de los índices de años anteriores.
El secretario General de la UTHGRA, Patricio Rosales, sostuvo que “el presente no es el mejor para quienes estamos vinculados a la actividad hotelera y gastronómica por el contexto económico que afectó enormemente el turismo”.
La falta de dinero resiente la actividad turística ya que las familias privilegian cubrir gastos corrientes por sobre las salidas. “Cuando hay que hacer el recorte en la economía familiar siempre se deja de salir a comer afuera o de pasear el fin de semana”, describió el
dirigente gremial.
Rosales puntualizó que “hemos tenido una baja notable en los niveles de ocupación” aunque trazó un sendero de optimismo para septiembre y octubre donde “hay una suba en el turismo. Tenemos mucha esperanza que esto se pueda revertir y que podamos tener un mejor pasar para los trabajadores”.
Una preocupación de las autoridades de la UTHGRA y el personal gastronómico es la vuelta de la estacionalidad y el turismo, cuestión que se asemeja a lo sucedido en la década del 90´cuando estaban marcadas las temporadas a lo largo del año.
Es por ello que se tiene mucha expectativa en septiembre y octubre para que el flujo de visitantes sea mayor. Esto se sustenta en el fuerte de la temporada de ballenas y en la presencia del segmento estudiantil.
La baja que se apreció en vacaciones de invierno trajo aparejado la no contratación del personal eventual que reforzaba las plantillas de cada establecimiento. “No se han incorporado nuevos puestos de trabajo, no han reforzado los establecimientos producto que no tenemos el nivel de trabajo que teníamos pospandemia donde hemos tenido ocupación del 100%. Apostamos a que se pueda revertir y que en el corto plazo podamos tener nuevamente esos niveles de ocupación”, sentenció Rosales.
Los trabajadores gastronómicos atraviesan su día en un escenario de incertidumbre tras unas vacaciones de invierno donde los números de ocupación estuvieron por debajo de los índices de años anteriores.
El secretario General de la UTHGRA, Patricio Rosales, sostuvo que “el presente no es el mejor para quienes estamos vinculados a la actividad hotelera y gastronómica por el contexto económico que afectó enormemente el turismo”.
La falta de dinero resiente la actividad turística ya que las familias privilegian cubrir gastos corrientes por sobre las salidas. “Cuando hay que hacer el recorte en la economía familiar siempre se deja de salir a comer afuera o de pasear el fin de semana”, describió el
dirigente gremial.
Rosales puntualizó que “hemos tenido una baja notable en los niveles de ocupación” aunque trazó un sendero de optimismo para septiembre y octubre donde “hay una suba en el turismo. Tenemos mucha esperanza que esto se pueda revertir y que podamos tener un mejor pasar para los trabajadores”.
Una preocupación de las autoridades de la UTHGRA y el personal gastronómico es la vuelta de la estacionalidad y el turismo, cuestión que se asemeja a lo sucedido en la década del 90´cuando estaban marcadas las temporadas a lo largo del año.
Es por ello que se tiene mucha expectativa en septiembre y octubre para que el flujo de visitantes sea mayor. Esto se sustenta en el fuerte de la temporada de ballenas y en la presencia del segmento estudiantil.
La baja que se apreció en vacaciones de invierno trajo aparejado la no contratación del personal eventual que reforzaba las plantillas de cada establecimiento. “No se han incorporado nuevos puestos de trabajo, no han reforzado los establecimientos producto que no tenemos el nivel de trabajo que teníamos pospandemia donde hemos tenido ocupación del 100%. Apostamos a que se pueda revertir y que en el corto plazo podamos tener nuevamente esos niveles de ocupación”, sentenció Rosales.