Por: Lorena Leeming / Redacción Jornada
Las políticas de género sufren un claro retroceso desde diciembre a estos primeros ocho meses de2024. Ministerios eliminados, perspectiva “prohibida” por el Gobierno de Javier Milei y áreas desabastecidas económicamente para seguir funcionando. Todo es un franco y desolador retroceso. Pero los hechos siguen ocurriendo. La violencia va en aumento y los casos de abuso sexual (de infancias y personas adultas) crecieron estrepitosamente.
La Educación Sexual Integral (ESI) es aún una de las pocas herramientas que muchos tienen para exteriorizar lo que en carne propia están sufriendo. Algunos establecimientos dejaron de aplicarla como tal pero la Ley aún existe. Mara Gómez es coordinadora de la Cátedra Libre (Género y Sexualidad) de la Universidad Nacional de la Patagonia, sede Puerto Madryn. “La educación sexual no tiene vuelta atrás”, dijo a Jornada, contra todo pronóstico. Y aseguró que desde la catedra se sigue brindando capacitaciones necesarias a quienes lo soliciten en la Extensión Universitaria de la Alta Casa de Estudios.
En Chubut, el ministerio de Educación, según indicó Gómez, dejó a libre criterio de las escuelas la aplicación de la ESI. “En realidad la Educación Sexual Integral es una ley vigente en el país. Se debería estar trabajando en todos los niveles y escuelas de la provincia. Pero lamentablemente con la política actual que tenemos, nuestro Ministerio de Educación lo dejó librado a lo que cada escuela debe o puede hacer”, manifestó.
Argumenta Mara Gómez que en el escenario actual, por más que se milite la ESI, en las prácticas se mezcla esa especie de “moralina”: el temor de lo que se puede decir o no. "Está a la vez, la influencia de educación familiar con la escuela que recibimos. Gracias a la implementación en las aulas, las adolescencias pudieron tener la “oreja verde” para confiar y develar situaciones de violencias propias y violencias en sus hogares”, deslizó.
Reveló Gómez un dato no menor. “La Educación Emocional la tenemos dentro de la ESI y mejor trabajada. No lo reduce al tema emociones sino que es más amplio. Es más preocupante la postura del Ministerio; porque hay gente muy formada y que hicieron un trabajo impecable”, indicó.
Habló además de abordaje docente. “Las maestras tienen que trabajarlo con ese dogma. Hay muchas situaciones de violencia de género que pudieron denunciar a partir de las capacitaciones. Una docente que se niega y eventualmente, es víctima de violencia en su propia hogar, tener compañeros /as con quien conversar es fundamental. Como no se están dando las capacitaciones en muchos lugares, falta eso”, apuntó.
“Sin vuelta atrás”
Más allá de las decisiones de cada institución y de la percepción que cada persona quiera darle: como pensar hipotéticamente en un posible adoctrinamiento: estando lejos de eso, “la Educación Sexual integral no tiene vuelta atrás. Ya inició un proceso y más/menos, con más barreras no tiene vuelta atrás. Ya hubo intentos que deje de existir” recordó, haciendo alusión a que no es la primera vez que hay que salir a defender este tipo de contenidos para el cuidado personal, la información social y la salud sexual.
Aclara Mara que “decimos que siempre la escuela educó la sexualidad. Por lo que trabajo y ocultó: dijo de ésto mejor no hablar, o ponele el adjetivo que se quiera. Se está diciendo que es genitalidad y se ve en biología. Bueno, esa una postura. Se pudo correr eso y que nuestras adolescencias sean más felices y vemos claramente que pueden defenderse de la vulneración que ejerce el patriarcado”, advirtió.
La bajada de línea provincial es imparcial, según asegura la coordinadora de la Cátedra de Género. “El ministerio optó si quiere o no trabajarlo. Lo que sabemos, es que hacemos territorio, activismo feminismo, transfeminismo y activismo. Hay una red social que puede ir atajando con las situaciones de violencia o fallos judiciales que no tienen perspectiva de género; que saber por dónde seguir”, subrayó.
Gómez reveló en ese sentido que “tenemos en el caso de nuestra cátedra, multisectoriales feministas que siempre están acompañando y asesorando en estas situaciones. Para efemérides de salud y feminismo, se trabaja en red interuniversitaria con la Universidad del Chubut y la Tecnológica. Es todo adhonorem, no tenemos un espacio real y concreto pero sí a través de Extensión Universitaria. A la vez, compañeras trabajan formalmente en ese espacio”, manifestó.
Respecto a que si se encuentra con un espacio físico de trabajo, Mara Gómez indicó que en la UNPSJB, en Comodoro Rivadavia, “tienen un trabajo con espacio físico. Nosotros no lo tenemos porque no tiene rentabilidad. En algún momento pudimos hacer capacitaciones pero ahora, estamos trabajando a demanda. Como no hay presupuesto en universidades ni que la docencia pague una capacitación, trabajamos a demanda. Si hay algún sindicato, vemos si tenemos alguna retribución. Todos quienes estamos en la cátedra, vivimos de nuestros trabajos. Vamos viendo cómo hacemos para acompañar pero siempre se acompaña”, concluyó.
Por: Lorena Leeming / Redacción Jornada
Las políticas de género sufren un claro retroceso desde diciembre a estos primeros ocho meses de2024. Ministerios eliminados, perspectiva “prohibida” por el Gobierno de Javier Milei y áreas desabastecidas económicamente para seguir funcionando. Todo es un franco y desolador retroceso. Pero los hechos siguen ocurriendo. La violencia va en aumento y los casos de abuso sexual (de infancias y personas adultas) crecieron estrepitosamente.
La Educación Sexual Integral (ESI) es aún una de las pocas herramientas que muchos tienen para exteriorizar lo que en carne propia están sufriendo. Algunos establecimientos dejaron de aplicarla como tal pero la Ley aún existe. Mara Gómez es coordinadora de la Cátedra Libre (Género y Sexualidad) de la Universidad Nacional de la Patagonia, sede Puerto Madryn. “La educación sexual no tiene vuelta atrás”, dijo a Jornada, contra todo pronóstico. Y aseguró que desde la catedra se sigue brindando capacitaciones necesarias a quienes lo soliciten en la Extensión Universitaria de la Alta Casa de Estudios.
En Chubut, el ministerio de Educación, según indicó Gómez, dejó a libre criterio de las escuelas la aplicación de la ESI. “En realidad la Educación Sexual Integral es una ley vigente en el país. Se debería estar trabajando en todos los niveles y escuelas de la provincia. Pero lamentablemente con la política actual que tenemos, nuestro Ministerio de Educación lo dejó librado a lo que cada escuela debe o puede hacer”, manifestó.
Argumenta Mara Gómez que en el escenario actual, por más que se milite la ESI, en las prácticas se mezcla esa especie de “moralina”: el temor de lo que se puede decir o no. "Está a la vez, la influencia de educación familiar con la escuela que recibimos. Gracias a la implementación en las aulas, las adolescencias pudieron tener la “oreja verde” para confiar y develar situaciones de violencias propias y violencias en sus hogares”, deslizó.
Reveló Gómez un dato no menor. “La Educación Emocional la tenemos dentro de la ESI y mejor trabajada. No lo reduce al tema emociones sino que es más amplio. Es más preocupante la postura del Ministerio; porque hay gente muy formada y que hicieron un trabajo impecable”, indicó.
Habló además de abordaje docente. “Las maestras tienen que trabajarlo con ese dogma. Hay muchas situaciones de violencia de género que pudieron denunciar a partir de las capacitaciones. Una docente que se niega y eventualmente, es víctima de violencia en su propia hogar, tener compañeros /as con quien conversar es fundamental. Como no se están dando las capacitaciones en muchos lugares, falta eso”, apuntó.
“Sin vuelta atrás”
Más allá de las decisiones de cada institución y de la percepción que cada persona quiera darle: como pensar hipotéticamente en un posible adoctrinamiento: estando lejos de eso, “la Educación Sexual integral no tiene vuelta atrás. Ya inició un proceso y más/menos, con más barreras no tiene vuelta atrás. Ya hubo intentos que deje de existir” recordó, haciendo alusión a que no es la primera vez que hay que salir a defender este tipo de contenidos para el cuidado personal, la información social y la salud sexual.
Aclara Mara que “decimos que siempre la escuela educó la sexualidad. Por lo que trabajo y ocultó: dijo de ésto mejor no hablar, o ponele el adjetivo que se quiera. Se está diciendo que es genitalidad y se ve en biología. Bueno, esa una postura. Se pudo correr eso y que nuestras adolescencias sean más felices y vemos claramente que pueden defenderse de la vulneración que ejerce el patriarcado”, advirtió.
La bajada de línea provincial es imparcial, según asegura la coordinadora de la Cátedra de Género. “El ministerio optó si quiere o no trabajarlo. Lo que sabemos, es que hacemos territorio, activismo feminismo, transfeminismo y activismo. Hay una red social que puede ir atajando con las situaciones de violencia o fallos judiciales que no tienen perspectiva de género; que saber por dónde seguir”, subrayó.
Gómez reveló en ese sentido que “tenemos en el caso de nuestra cátedra, multisectoriales feministas que siempre están acompañando y asesorando en estas situaciones. Para efemérides de salud y feminismo, se trabaja en red interuniversitaria con la Universidad del Chubut y la Tecnológica. Es todo adhonorem, no tenemos un espacio real y concreto pero sí a través de Extensión Universitaria. A la vez, compañeras trabajan formalmente en ese espacio”, manifestó.
Respecto a que si se encuentra con un espacio físico de trabajo, Mara Gómez indicó que en la UNPSJB, en Comodoro Rivadavia, “tienen un trabajo con espacio físico. Nosotros no lo tenemos porque no tiene rentabilidad. En algún momento pudimos hacer capacitaciones pero ahora, estamos trabajando a demanda. Como no hay presupuesto en universidades ni que la docencia pague una capacitación, trabajamos a demanda. Si hay algún sindicato, vemos si tenemos alguna retribución. Todos quienes estamos en la cátedra, vivimos de nuestros trabajos. Vamos viendo cómo hacemos para acompañar pero siempre se acompaña”, concluyó.