Duster destrozada: ¿un "loco suelto" o ataque premeditado?
¿Qué hay detrás del extraño episodio de un joven que destruyó una Renault Duster en El Elsa? Al día siguiente, una persona se presentó y denunció que extravió el DNI. Una billetera apareció tirada cerca de la camioneta junto con manchas hemáticas. La historia de la primavera pasada que se repite en la villa balnearia
Por Lisandro Aguirregabiría/Redacción Jornada
Una persona destrozó una camioneta en un ataque de furia. Esto no debería extrañar a nadie en estos tiempos de locos.
Lo aterrador es que puede sucederle a cualquiera, una mañana bajo el sol, mientras pasea al perro en Playa Unión.
Este extraño fenómeno, ocurrió el sábado cerca de las 9 de la mañana, día y hora en que muchos salen a caminar por “El Elsa” para hacer ejercicio y despejarse.
Un hombre salió caminar con el perro en la zona de “El Elsa”, dejó la Renault Duster en un camino alternativo y, cuando regresaba, vio a un joven destrozando el vehículo con piedras y palos.
El dueño de la Duster empezó a correr y el otro–corpulento, atlético, con ropa verde-, salió disparado como si estuviera corriendo una maratón.
Lo insólito de esta escena, que parece sacada de una pesadilla, es que este joven no parecía drogado, ni alcoholizado ni un loco de la guerra.
El joven, dijo el damnificado, parecía saber perfectamente lo que estaba haciendo, aunque nadie sabe explicar las razones de semejante locura.
Esa mañana, el hombre de la Duster, un comodorense de 65 años, se disponía a ir a Puerto Pirámides con la familia a ver las ballenas.
Él tenía pensado dar una vuelta rápida, estirar las piernas, hacer que el perro corriera un poco antes de salir a la ruta.
La camioneta estaba cargada con reposeras, equipos de camping y todo lo que acostumbra a llevar una familia cuando sale al aire libre.
Cuando este señor regresaba, vio a lo lejos que alguien levantaba el capot de la camioneta, y enseguida le pegó el gritó y comenzó a correr.
El extraño, como si estuviera poseído, sacó las reposeras, las tiró al suelo, salió disparado y se perdió en el camino.
“Me encontré con todos los vidrios rotos, la reposera tirada, le sacó la alfombra al baúl buscando la rueda, revisó un tubo del motor, los papeles tirados, el parabrisas tenía diez piedrazos, abrió el capot con una palanca”, describió el dueño de la Duster.
Desesperado, el hombre juntó los papeles desparramados por el suelo, rescató todo lo que pudo, agarró el perro y fue hasta la ruta a pedir ayuda pero nadie paraba.
En la camioneta había rastros de sangre y en el suelo había tirada una billetera.
Una mujer se dio cuenta de todo y llamó a la Policía.
UN EXTRAÑA DENUNCIA
El domingo siguiente, un joven de 33 años se presentó en la comisaría de Playa Unión denunciando que había extraviado el DNI.
Explicó que la noche anterior “había estado en lo de un amigo, se la olvidó y desapareció”.
Los presentes no necesitaban fijarse si tenía cortes en las manos porque la billetera “extraviada” con el DNI estaba en la comisaría.
El muchacho es conocido en Playa Unión; ha protagonizado algún que otro episodio que raya la irracionalidad.
En la primavera pasada lo vieron “peleando contra un árbol, aunque no logró derribarlo”, dijeron fuentes policiales.
El episodio ocurrió en la tercera fila de Playa Unión. El joven -dicen que los que estuvieron ahí- “confundió el árbol con una persona”.
Esta historia pronto quedó en el olvido.
A la luz de los últimos acontecimientos, el joven que "golpeó a un árbol para derribarlo" volvió a estar en el centro de la mirada de los investigadores.
Por lo pronto, hay una denuncia presentada por “daños” contra la camioneta Renault Duster y otra por el extravío del DNI de un joven.
Ahora, los investigadores deberán determinar si estos hechos están conectados o es pura superstición.
Por Lisandro Aguirregabiría/Redacción Jornada
Una persona destrozó una camioneta en un ataque de furia. Esto no debería extrañar a nadie en estos tiempos de locos.
Lo aterrador es que puede sucederle a cualquiera, una mañana bajo el sol, mientras pasea al perro en Playa Unión.
Este extraño fenómeno, ocurrió el sábado cerca de las 9 de la mañana, día y hora en que muchos salen a caminar por “El Elsa” para hacer ejercicio y despejarse.
Un hombre salió caminar con el perro en la zona de “El Elsa”, dejó la Renault Duster en un camino alternativo y, cuando regresaba, vio a un joven destrozando el vehículo con piedras y palos.
El dueño de la Duster empezó a correr y el otro–corpulento, atlético, con ropa verde-, salió disparado como si estuviera corriendo una maratón.
Lo insólito de esta escena, que parece sacada de una pesadilla, es que este joven no parecía drogado, ni alcoholizado ni un loco de la guerra.
El joven, dijo el damnificado, parecía saber perfectamente lo que estaba haciendo, aunque nadie sabe explicar las razones de semejante locura.
Esa mañana, el hombre de la Duster, un comodorense de 65 años, se disponía a ir a Puerto Pirámides con la familia a ver las ballenas.
Él tenía pensado dar una vuelta rápida, estirar las piernas, hacer que el perro corriera un poco antes de salir a la ruta.
La camioneta estaba cargada con reposeras, equipos de camping y todo lo que acostumbra a llevar una familia cuando sale al aire libre.
Cuando este señor regresaba, vio a lo lejos que alguien levantaba el capot de la camioneta, y enseguida le pegó el gritó y comenzó a correr.
El extraño, como si estuviera poseído, sacó las reposeras, las tiró al suelo, salió disparado y se perdió en el camino.
“Me encontré con todos los vidrios rotos, la reposera tirada, le sacó la alfombra al baúl buscando la rueda, revisó un tubo del motor, los papeles tirados, el parabrisas tenía diez piedrazos, abrió el capot con una palanca”, describió el dueño de la Duster.
Desesperado, el hombre juntó los papeles desparramados por el suelo, rescató todo lo que pudo, agarró el perro y fue hasta la ruta a pedir ayuda pero nadie paraba.
En la camioneta había rastros de sangre y en el suelo había tirada una billetera.
Una mujer se dio cuenta de todo y llamó a la Policía.
UN EXTRAÑA DENUNCIA
El domingo siguiente, un joven de 33 años se presentó en la comisaría de Playa Unión denunciando que había extraviado el DNI.
Explicó que la noche anterior “había estado en lo de un amigo, se la olvidó y desapareció”.
Los presentes no necesitaban fijarse si tenía cortes en las manos porque la billetera “extraviada” con el DNI estaba en la comisaría.
El muchacho es conocido en Playa Unión; ha protagonizado algún que otro episodio que raya la irracionalidad.
En la primavera pasada lo vieron “peleando contra un árbol, aunque no logró derribarlo”, dijeron fuentes policiales.
El episodio ocurrió en la tercera fila de Playa Unión. El joven -dicen que los que estuvieron ahí- “confundió el árbol con una persona”.
Esta historia pronto quedó en el olvido.
A la luz de los últimos acontecimientos, el joven que "golpeó a un árbol para derribarlo" volvió a estar en el centro de la mirada de los investigadores.
Por lo pronto, hay una denuncia presentada por “daños” contra la camioneta Renault Duster y otra por el extravío del DNI de un joven.
Ahora, los investigadores deberán determinar si estos hechos están conectados o es pura superstición.