"¡Soy el rey del mundo!", decía Jack Dawson cuando se encumbró en la proa del Titánic. Había conquistado el monumental navío y era feliz. Esa misma felicidad se ve en el rostro de Bianca Vilca, la joven santacruceña que se toma orgullosa una foto en la cima de un molino eólico. Y esto no es una película de Hollywood, es la vida real.
Bianca camina despreocupada sobre el generador del molino, a 120 metros de altura. Cumple a rajatablas el protocolo de seguridad y trata de hallar fallas en las paletas de los aerogeneradores, de repararlas y hacer todo el mantenimiento necesario para su funcionamiento. Su experiencia es crucial para evitar daños en estos aparatos que cuestan millones de dólares.Bianca nació hace 26 años en Pico Truncado, Santa Cruz. Su papá trabajó en el petróleo y también fue docente en una escuela técnica donde solía acompañarlo de chica. Fue en ese lugar donde vio a otras mujeres y comprendió que quería estudiar y trabajar de eso. En el secundario, Bianca se enamoró de las matemáticas y las ecuaciones y se recibió de Técnica Electromecánica, además de lograr la Tecnicatura en Mantenimiento Industrial.
Bianca Vilca habló con Jornada y nos contó un poco de cómo es la vida en la cima de un molino eólico.
¿Como fue tu comienzo en toda esta historia?“El entorno de mi ciudad es petrolero y luego me propuse que quería trabajar en el área y para ello tuve que realizar una tecnicatura. Me recibí con el mejor promedio y egresé con el título de Técnica en Generación y Redes Eléctricas. Posteriormente logré la Tecnicatura en Mantenimiento Industrial”
#MolinosDeViento. Bianca Vilca, la joven que trabaja a 120 metros de altura y motiva a otras chicas a seguirla#PicoTruncado #SantaCruzhttps://t.co/A7JSzyMS1k pic.twitter.com/tIJzjQjg04
— Diario Jornada (@JornadaWeb) August 11, 2024
Gracias a su esfuerzo, Bianca tuvo un trabajo en una estación transformadora de un parque eólico en Santa Cruz. Ese fue su primer contacto con los aerogeneradores.
Pero eso no era suficiente para ella, quería más y poder llegar a empresas radicadas en Bahía Blanca donde había parques eólicos importantes.
“Me acuerdo que envié currículos a varias empresas, pero no tuve suerte. Luego decidí buscar trabajo en LinkedIn sobre el tema”.
La búsqueda dio sus frutos y Bianca ingreso a una empresa de mantenimiento de molinos en Bahía Blanca.
“No estuve mucho tiempo en esa empresa, pero me permitió ganar cada vez más experiencia para encarar nuevos desafíos”, cuenta.
“Ahora, hace 6 meses que estoy radicada en Puerto Madryn trabajando en una nueva empresa que se encarga de supervisar los numerosos molinos que hay instalados en esta zona”.
En tus redes se te ve despreocupada sobre los molinos ¿No te da miedo?
¿Tu familia que decíasobre el trabajo que querías hacer?
“Me crie con mi mamá, Zulema. Y mis dos hermanas. Recuerdo que le decía: ´mami voy a ser la primera técnica en mantenimiento´, ella se reía. Mi madre fue una persona fundamental en mi carrera. Siempre me apoyó en todo lo que me propuse, y lo sigue haciendo”.
Bianca contó que está en pareja con Agustín, un joven que conoció en esta profesión y que le da todo su apoyo en esta tarea.
“Él está en Santa Cruz ahora, trabajando en otro parque, pero estamos siempre en contacto y nos amamos muchos. Tenemos muchos proyectos juntos”.
“El empoderamiento es hacer los que nos gusta. Podemos lograr lo que sea. Luchar y quererlo con todas las fuerzas”. Y advirtió: “Que nadie te diga que podés hacer y que no. Eso es empoderarse y no solo una mera palabra”.
“Yo soy la prueba de que se puede lograr y que todas podemos trabajar en esto, solo hay que animarse. Estamos abriendo puertas y hay que seguir abriéndolas”.
Con respecto a su tarea entre hombres, aclaró: “Se que somos pocas en esta profesión, pero yo no vengo a robarle el lugar a ninguno de ellos. Yo trabajé mucho y duro para llegar hasta acá. Solo quiero hacer lo que me gusta”.
¿Qué te motiva a superarte cada día?
“En lo personal, espero llegar a trabajar en empresas internacionales, poder capacitarme y viajar por el mundo con esta profesión”, finalizó.
Con solo 26 años, Bianca logró mucho. Peleó de igual a igual con otros hombres para ganarse el respeto y un lugar en esta profesión bien paga, pero arriesgada. Y como ella misma les dice a otras chicas y las anima a seguirla: “Yo soy la prueba de que se puede”.
Hoy Bianca disfruta de su trabajo, de su familia, sus logros y de los sueños por venir.
Desde lo alto de un aerogenerador en la meseta patagónica, a 120 metros de altura, Bianca se ha ganado el derecho a gritar al viento: “Soy la reina del mundo”.(Por Jorge Aquino, de la redacción de Jornada Web)
"¡Soy el rey del mundo!", decía Jack Dawson cuando se encumbró en la proa del Titánic. Había conquistado el monumental navío y era feliz. Esa misma felicidad se ve en el rostro de Bianca Vilca, la joven santacruceña que se toma orgullosa una foto en la cima de un molino eólico. Y esto no es una película de Hollywood, es la vida real.
Bianca camina despreocupada sobre el generador del molino, a 120 metros de altura. Cumple a rajatablas el protocolo de seguridad y trata de hallar fallas en las paletas de los aerogeneradores, de repararlas y hacer todo el mantenimiento necesario para su funcionamiento. Su experiencia es crucial para evitar daños en estos aparatos que cuestan millones de dólares.Bianca nació hace 26 años en Pico Truncado, Santa Cruz. Su papá trabajó en el petróleo y también fue docente en una escuela técnica donde solía acompañarlo de chica. Fue en ese lugar donde vio a otras mujeres y comprendió que quería estudiar y trabajar de eso. En el secundario, Bianca se enamoró de las matemáticas y las ecuaciones y se recibió de Técnica Electromecánica, además de lograr la Tecnicatura en Mantenimiento Industrial.
Bianca Vilca habló con Jornada y nos contó un poco de cómo es la vida en la cima de un molino eólico.
¿Como fue tu comienzo en toda esta historia?“El entorno de mi ciudad es petrolero y luego me propuse que quería trabajar en el área y para ello tuve que realizar una tecnicatura. Me recibí con el mejor promedio y egresé con el título de Técnica en Generación y Redes Eléctricas. Posteriormente logré la Tecnicatura en Mantenimiento Industrial”
#MolinosDeViento. Bianca Vilca, la joven que trabaja a 120 metros de altura y motiva a otras chicas a seguirla#PicoTruncado #SantaCruzhttps://t.co/A7JSzyMS1k pic.twitter.com/tIJzjQjg04
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Gracias a su esfuerzo, Bianca tuvo un trabajo en una estación transformadora de un parque eólico en Santa Cruz. Ese fue su primer contacto con los aerogeneradores.
Pero eso no era suficiente para ella, quería más y poder llegar a empresas radicadas en Bahía Blanca donde había parques eólicos importantes.
“Me acuerdo que envié currículos a varias empresas, pero no tuve suerte. Luego decidí buscar trabajo en LinkedIn sobre el tema”.
La búsqueda dio sus frutos y Bianca ingreso a una empresa de mantenimiento de molinos en Bahía Blanca.
“No estuve mucho tiempo en esa empresa, pero me permitió ganar cada vez más experiencia para encarar nuevos desafíos”, cuenta.
“Ahora, hace 6 meses que estoy radicada en Puerto Madryn trabajando en una nueva empresa que se encarga de supervisar los numerosos molinos que hay instalados en esta zona”.
En tus redes se te ve despreocupada sobre los molinos ¿No te da miedo?
¿Tu familia que decíasobre el trabajo que querías hacer?
“Me crie con mi mamá, Zulema. Y mis dos hermanas. Recuerdo que le decía: ´mami voy a ser la primera técnica en mantenimiento´, ella se reía. Mi madre fue una persona fundamental en mi carrera. Siempre me apoyó en todo lo que me propuse, y lo sigue haciendo”.
Bianca contó que está en pareja con Agustín, un joven que conoció en esta profesión y que le da todo su apoyo en esta tarea.
“Él está en Santa Cruz ahora, trabajando en otro parque, pero estamos siempre en contacto y nos amamos muchos. Tenemos muchos proyectos juntos”.
“El empoderamiento es hacer los que nos gusta. Podemos lograr lo que sea. Luchar y quererlo con todas las fuerzas”. Y advirtió: “Que nadie te diga que podés hacer y que no. Eso es empoderarse y no solo una mera palabra”.
“Yo soy la prueba de que se puede lograr y que todas podemos trabajar en esto, solo hay que animarse. Estamos abriendo puertas y hay que seguir abriéndolas”.
Con respecto a su tarea entre hombres, aclaró: “Se que somos pocas en esta profesión, pero yo no vengo a robarle el lugar a ninguno de ellos. Yo trabajé mucho y duro para llegar hasta acá. Solo quiero hacer lo que me gusta”.
¿Qué te motiva a superarte cada día?
“En lo personal, espero llegar a trabajar en empresas internacionales, poder capacitarme y viajar por el mundo con esta profesión”, finalizó.
Con solo 26 años, Bianca logró mucho. Peleó de igual a igual con otros hombres para ganarse el respeto y un lugar en esta profesión bien paga, pero arriesgada. Y como ella misma les dice a otras chicas y las anima a seguirla: “Yo soy la prueba de que se puede”.
Hoy Bianca disfruta de su trabajo, de su familia, sus logros y de los sueños por venir.
Desde lo alto de un aerogenerador en la meseta patagónica, a 120 metros de altura, Bianca se ha ganado el derecho a gritar al viento: “Soy la reina del mundo”.(Por Jorge Aquino, de la redacción de Jornada Web)