(Por Jorge Aquino)
Millones de compatriotas tuvimos que esperar 38 largos años para ver nuevamente a Argentina campeona. Casi dos años después, los ecos de ese triunfo épico resuenan en los oídos y en la mente de todos nosotros. Qatar nos daba la tercera estrella.
Pero antes, los miedos fueron muchos. Pasaban los mundiales y la frustración era cada vez más grande. Se retiraban estrellas del fútbol nacional y mundial sin tener la suerte que tuvieron Kempes o Maradona de levantar la copa.
Lionel Messi, nuestra gran promesa futbolística, que brilla en este deporte, pero que está más cerca del retiro, ¿correría la misma suerte que otros ídolos?
Era la peor pesadilla y no queríamos ni siquiera pensarlo. Todos deseábamos ver a La Pulga besando la copa, pero nadie se la jugaba. “No vaya ser que lo mufemos”.
No le importó, que la gente que circulaba por calle Roca, tratara al mural de mufa, o que se burlen de ese “Messi” que era más parecido a un paquistaní.
El artista se la jugó y ganó. Le tapó la boca a todos aquellos que no creían.
Una frase se destaca en el profético mural que comenzó a perder sus colores: “El arte lo ve todo”. Saludemos a este artista desconocido que nos sigue sacando una sonrisa cada vez que pasamos por calle Roca y vemos su mural. Este artista sí la vio y dejó en claro con su humilde y bello homenaje, que la fe mueve montañas.
(Por Jorge Aquino)
Millones de compatriotas tuvimos que esperar 38 largos años para ver nuevamente a Argentina campeona. Casi dos años después, los ecos de ese triunfo épico resuenan en los oídos y en la mente de todos nosotros. Qatar nos daba la tercera estrella.
Pero antes, los miedos fueron muchos. Pasaban los mundiales y la frustración era cada vez más grande. Se retiraban estrellas del fútbol nacional y mundial sin tener la suerte que tuvieron Kempes o Maradona de levantar la copa.
Lionel Messi, nuestra gran promesa futbolística, que brilla en este deporte, pero que está más cerca del retiro, ¿correría la misma suerte que otros ídolos?
Era la peor pesadilla y no queríamos ni siquiera pensarlo. Todos deseábamos ver a La Pulga besando la copa, pero nadie se la jugaba. “No vaya ser que lo mufemos”.
No le importó, que la gente que circulaba por calle Roca, tratara al mural de mufa, o que se burlen de ese “Messi” que era más parecido a un paquistaní.
El artista se la jugó y ganó. Le tapó la boca a todos aquellos que no creían.
Una frase se destaca en el profético mural que comenzó a perder sus colores: “El arte lo ve todo”. Saludemos a este artista desconocido que nos sigue sacando una sonrisa cada vez que pasamos por calle Roca y vemos su mural. Este artista sí la vio y dejó en claro con su humilde y bello homenaje, que la fe mueve montañas.