Sobre el protocolo antipiquetes, Hauser consideró que “el discurso del gobierno es no permitir la protesta e instala que protestar es un delito. El protocolo trata a la protesta como si fuera un delito en flagrancia. Pero eso no existe en el Código Penal. Este protocolo dice que no se puede protestar en la calle. El verdadero objetivo es instalar el miedo y desmovilizar”.
En cuanto al rechazo al DNU de Javier Milei para ampliar los fondos para la SIDE, lo interpretó como “algo histórico con un tema tan sensible. Nos importan los fondos reservados de la SIDE porque de ahí se pueden generar actos de corrupción, que no hay que asociarla sólo con obra pública. Ya se usaron fondos reservados para actos de corrupción, como los sobresueldos de Menem, la Ley Banelco o el pago de 400 mil dólares a un imputado en la Causa Amia para que incrimine a otro”.
Sobre X y los trolls, advirtió que “parte de la violencia se dirime en las redes, y eso repercute. Son amenazas que no quedan en el plano virtual sino que pasan al plano real y no lo digo sólo por el atentado a CFK. La explicación es que los fondos reservados los quieren para esto, no para ejercer control sobre el terrorismo”.
En cuanto al diputado nacional José Glinski, Hauser aseguró que “lo están persiguiendo y le abrieron una causa judicial porque se conoció quienes viajaban en vuelo privado (de los jueces a Lago Escondido) cuando él era titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Pero es una cosa insólita: lo acusan de ser fuente de información, es la cosa más inconstitucional que vi en el mundo, ¿desde cuándo te pueden acusar por una supuesta filtración? Es un ataque para tratar de acallar”.
Sobre el trabajo judicial para explicar el atentado a CFK, habló de “desgano, negligencia y cuestiones políticas que hicieron retardar algo fundamental en la causa como es el intento de identificar a los autores intelectuales. Yo creo que en el libro están; hay que entender que el atentado estuvo rodeado de una trama violenta con personas con responsabilidades institucionales. Hoy algunas integran el gobierno. Al emitir ciertos discursos convidando a que pasen ciertas cosas, tienen una responsabilidad”.
Sobre el protocolo antipiquetes, Hauser consideró que “el discurso del gobierno es no permitir la protesta e instala que protestar es un delito. El protocolo trata a la protesta como si fuera un delito en flagrancia. Pero eso no existe en el Código Penal. Este protocolo dice que no se puede protestar en la calle. El verdadero objetivo es instalar el miedo y desmovilizar”.
En cuanto al rechazo al DNU de Javier Milei para ampliar los fondos para la SIDE, lo interpretó como “algo histórico con un tema tan sensible. Nos importan los fondos reservados de la SIDE porque de ahí se pueden generar actos de corrupción, que no hay que asociarla sólo con obra pública. Ya se usaron fondos reservados para actos de corrupción, como los sobresueldos de Menem, la Ley Banelco o el pago de 400 mil dólares a un imputado en la Causa Amia para que incrimine a otro”.
Sobre X y los trolls, advirtió que “parte de la violencia se dirime en las redes, y eso repercute. Son amenazas que no quedan en el plano virtual sino que pasan al plano real y no lo digo sólo por el atentado a CFK. La explicación es que los fondos reservados los quieren para esto, no para ejercer control sobre el terrorismo”.
En cuanto al diputado nacional José Glinski, Hauser aseguró que “lo están persiguiendo y le abrieron una causa judicial porque se conoció quienes viajaban en vuelo privado (de los jueces a Lago Escondido) cuando él era titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Pero es una cosa insólita: lo acusan de ser fuente de información, es la cosa más inconstitucional que vi en el mundo, ¿desde cuándo te pueden acusar por una supuesta filtración? Es un ataque para tratar de acallar”.
Sobre el trabajo judicial para explicar el atentado a CFK, habló de “desgano, negligencia y cuestiones políticas que hicieron retardar algo fundamental en la causa como es el intento de identificar a los autores intelectuales. Yo creo que en el libro están; hay que entender que el atentado estuvo rodeado de una trama violenta con personas con responsabilidades institucionales. Hoy algunas integran el gobierno. Al emitir ciertos discursos convidando a que pasen ciertas cosas, tienen una responsabilidad”.