Los lagos Colhué Huapí y Musters, ubicados al sur de la provincia de Chubut, siempre fueron vitales para la vida de los agricultores y vecinos de Colonia Sarmiento, el pueblo más cercano a estos espejos de agua. Sin embargo, con el paso de los años, la sequía y las malas gestión, el primero de ellos -que llegó a contar con una superficie total similar a la de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos- se secó por completo.
En este desolador contexto fue que un equipo del prestigioso diario británico The Guardian recorrió la zona junto a Yeni Szlapelis, una investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) quien alertó que la situación en la región “está empeorando”.
Según contó la experta, la pérdida del lago Colhué Huapí fue el resultado de una serie de malas decisiones de gestión en pos de proteger los niveles de agua del lago Musters, una fuente esencial de agua para la región.
De acuerdo a un estudio de 2023 publicado en la revista Science, mientras más de la mitad de los lagos del mundo se están reduciendo, los habitantes de la cuenca del río Senguer llevan décadas buscando soluciones a la desertificación en su zona.
Para colmo, más de 500.000 personas de pueblos y localidades aledaños dependen del agua de la cuenca del río Senguer, y la presión aumenta a medida que se incrementa la población de la región.
Luis Kruger, de 78 años, vivió a las orillas del lago Colhué Huapi hasta 2020, cuando comenzó a sufrir los efectos de la sequía en carne propia: sus niveles de oxígeno en sangre eran tan bajos que las puntas desus dedos se pusieron azules.
Con el paso de los años, y a medida que la costa del lago se alejaba cada vez más de su casa, la tierra se convirtió en polvo ylas partículas que Kruger inhalaba comenzaron a dañar sus pulmones.
“Solíamos navegar, pescar y jugar en el agua”, dijo Kruger en diálogo con The Guardian. Y mientras recorría el perímetro del ya extinto espejo de agua, subrayó: “Era un lugar hermoso”.
Frente a esta problemática, la diputada nacional por Chubut Ana Clara Romero, presentó un informe en 2022, en el cual advirtió a las autoridades nacionales que el origen de la crisis hídrica en la región responde a la emergencia climática, la disminución de la capa de nieve y de las precipitaciones y los acueductos defectuosos.
“Además de los cambios en las precipitaciones y la temperatura media, el cambio climático ha producido cambios en la frecuencia, intensidad, extensión espacial y duración de los fenómenos extremos. En este marco, todos los indicadores determinan un panorama climático desfavorable, por lo que ningún horizonte mejorará las posibilidades de lluvia y las sequías están lejos de revertirse, al menos en el mediano plazo”, señala su informe.
Un cierto alivio llegó a la región a fines de 2023, debido a las intensas lluvias provocadas por El Niño: en noviembre de ese año, el río Senguer y el lago Musters alcanzaron sus niveles más altos en mucho tiempo. No obstante, la disminución de la capa de nieve de la Cordillera de los Andes -hasta un 45 % a mediados de siglo, según un informe de la NASA citado por The Guardian- alertó que la mejoría es temporal.
Asimismo, el Instituto Provincial del Agua (IPA) de Chubut enfrenta dificultades por falta de recursos, lo cual impacta directamente en sus esfuerzos por modificar el modo en que los agricultores y ganaderos de la región utilizan el agua para sus actividades. “Tenemos una eficiencia de alrededor del 30%”, afirmó en ese sentido Esteban Parra, el presidente del IPA. “¿Qué significa esto? Si tomo 10 litros de agua del río, llegan tres a la planta. El resto se pierde en el transporte o por mala aplicación a las fincas”, explicó.
“Tenemos que pensar en soluciones, no sólo para nuestra propia vida, sino para las generaciones futuras”, afirmó Guillermo Gettig, profesor de primaria jubilado y cofundador del grupo. Y con profundo pesar, agregó: “No quiero que mi nieto se vaya porque le obliguen, porque este lugar es inhabitable. Si se va de aquí, que sea porque ha sido su elección”.
(Infobae)
Los lagos Colhué Huapí y Musters, ubicados al sur de la provincia de Chubut, siempre fueron vitales para la vida de los agricultores y vecinos de Colonia Sarmiento, el pueblo más cercano a estos espejos de agua. Sin embargo, con el paso de los años, la sequía y las malas gestión, el primero de ellos -que llegó a contar con una superficie total similar a la de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos- se secó por completo.
En este desolador contexto fue que un equipo del prestigioso diario británico The Guardian recorrió la zona junto a Yeni Szlapelis, una investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) quien alertó que la situación en la región “está empeorando”.
Según contó la experta, la pérdida del lago Colhué Huapí fue el resultado de una serie de malas decisiones de gestión en pos de proteger los niveles de agua del lago Musters, una fuente esencial de agua para la región.
De acuerdo a un estudio de 2023 publicado en la revista Science, mientras más de la mitad de los lagos del mundo se están reduciendo, los habitantes de la cuenca del río Senguer llevan décadas buscando soluciones a la desertificación en su zona.
Para colmo, más de 500.000 personas de pueblos y localidades aledaños dependen del agua de la cuenca del río Senguer, y la presión aumenta a medida que se incrementa la población de la región.
Luis Kruger, de 78 años, vivió a las orillas del lago Colhué Huapi hasta 2020, cuando comenzó a sufrir los efectos de la sequía en carne propia: sus niveles de oxígeno en sangre eran tan bajos que las puntas desus dedos se pusieron azules.
Con el paso de los años, y a medida que la costa del lago se alejaba cada vez más de su casa, la tierra se convirtió en polvo ylas partículas que Kruger inhalaba comenzaron a dañar sus pulmones.
“Solíamos navegar, pescar y jugar en el agua”, dijo Kruger en diálogo con The Guardian. Y mientras recorría el perímetro del ya extinto espejo de agua, subrayó: “Era un lugar hermoso”.
Frente a esta problemática, la diputada nacional por Chubut Ana Clara Romero, presentó un informe en 2022, en el cual advirtió a las autoridades nacionales que el origen de la crisis hídrica en la región responde a la emergencia climática, la disminución de la capa de nieve y de las precipitaciones y los acueductos defectuosos.
“Además de los cambios en las precipitaciones y la temperatura media, el cambio climático ha producido cambios en la frecuencia, intensidad, extensión espacial y duración de los fenómenos extremos. En este marco, todos los indicadores determinan un panorama climático desfavorable, por lo que ningún horizonte mejorará las posibilidades de lluvia y las sequías están lejos de revertirse, al menos en el mediano plazo”, señala su informe.
Un cierto alivio llegó a la región a fines de 2023, debido a las intensas lluvias provocadas por El Niño: en noviembre de ese año, el río Senguer y el lago Musters alcanzaron sus niveles más altos en mucho tiempo. No obstante, la disminución de la capa de nieve de la Cordillera de los Andes -hasta un 45 % a mediados de siglo, según un informe de la NASA citado por The Guardian- alertó que la mejoría es temporal.
Asimismo, el Instituto Provincial del Agua (IPA) de Chubut enfrenta dificultades por falta de recursos, lo cual impacta directamente en sus esfuerzos por modificar el modo en que los agricultores y ganaderos de la región utilizan el agua para sus actividades. “Tenemos una eficiencia de alrededor del 30%”, afirmó en ese sentido Esteban Parra, el presidente del IPA. “¿Qué significa esto? Si tomo 10 litros de agua del río, llegan tres a la planta. El resto se pierde en el transporte o por mala aplicación a las fincas”, explicó.
“Tenemos que pensar en soluciones, no sólo para nuestra propia vida, sino para las generaciones futuras”, afirmó Guillermo Gettig, profesor de primaria jubilado y cofundador del grupo. Y con profundo pesar, agregó: “No quiero que mi nieto se vaya porque le obliguen, porque este lugar es inhabitable. Si se va de aquí, que sea porque ha sido su elección”.
(Infobae)