Este sábado por la mañana, el papa Francisco fue sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en una ceremonia austera según su voluntad. Su féretro fue escoltado por la Guardia Suiza.
El funeral contó con la presencia no solo de congregaciones de cardenales, sino también de líderes mundiales y religiosos. Un total de 130 delegaciones, incluidos más de 60 jefes de estado y quince monarcas reinantes habían confirmado su presencia. Asimismo, el operativo de seguiridad desplegado afectó a más de cuatro mil efectivos policiales en distintos puntos de Roma, con unidades de detección de drones.
Entre los asisentes estuvo el presidente Javier Milei junto a la comitiva argentina, el presidente estadounidense Donald Trump junto a la primera dama, Melania Trump, el mandatario de stonia, Alar Karis, el rey Felipe VI de España, la reina Letizia de España y el mandatario de Ecuador, Daniel Noboa, entre otros.
Asimismo, la ceremonia previa contó con la participación de cientos de miles de personas de todo el mundo, muchos de ellos accedieron por invitación de la organización benéfica Sant’Egidio. Ellos representaban a grupos que el pontífice argentino consideraba marginados, como personas sin hogar, migrantes, personas en situación de pobreza y un grupo de mujeres transgénero que vivien en un convento en Roma.
La presencia de grupos marginados no es sorprendente si recordamos que Francisco dedicó su vida a trabajar por los pobres y desde su asunción como Papa, había rechazado en numerosas ocasiones las extravagancias y riquezas, prefiriendo llevar una vida austera.
Francisco estaba convencido de que “los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios”, comunicaron desde el Vaticano. Por ello, un grupo de personas pobres estuvo presente en las escalinatas de la Basílica papal de Santa María la Mayor para rendirle el último homenaje antes de que se entierre su féretro.
Despedida desde Argentina
En homenaje al Papa, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, oficiará este sábado. Hay 200 invitados, entre ellos el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, y la vicepresidenta de Argentina, Victoria Villaruel, al servicio religioso que comenzará a las 10 am hora local.
En tanto cientos de personas comenzarona congregarse desde temprano en torno a la Catedral de la capital argentina.
Antes de asumir como papa en 2013, el argentino Jorge Mario Bergoglio fue también arzobispo de Buenos Aires.
Este sábado por la mañana, el papa Francisco fue sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en una ceremonia austera según su voluntad. Su féretro fue escoltado por la Guardia Suiza.
El funeral contó con la presencia no solo de congregaciones de cardenales, sino también de líderes mundiales y religiosos. Un total de 130 delegaciones, incluidos más de 60 jefes de estado y quince monarcas reinantes habían confirmado su presencia. Asimismo, el operativo de seguiridad desplegado afectó a más de cuatro mil efectivos policiales en distintos puntos de Roma, con unidades de detección de drones.
Entre los asisentes estuvo el presidente Javier Milei junto a la comitiva argentina, el presidente estadounidense Donald Trump junto a la primera dama, Melania Trump, el mandatario de stonia, Alar Karis, el rey Felipe VI de España, la reina Letizia de España y el mandatario de Ecuador, Daniel Noboa, entre otros.
Asimismo, la ceremonia previa contó con la participación de cientos de miles de personas de todo el mundo, muchos de ellos accedieron por invitación de la organización benéfica Sant’Egidio. Ellos representaban a grupos que el pontífice argentino consideraba marginados, como personas sin hogar, migrantes, personas en situación de pobreza y un grupo de mujeres transgénero que vivien en un convento en Roma.
La presencia de grupos marginados no es sorprendente si recordamos que Francisco dedicó su vida a trabajar por los pobres y desde su asunción como Papa, había rechazado en numerosas ocasiones las extravagancias y riquezas, prefiriendo llevar una vida austera.
Francisco estaba convencido de que “los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios”, comunicaron desde el Vaticano. Por ello, un grupo de personas pobres estuvo presente en las escalinatas de la Basílica papal de Santa María la Mayor para rendirle el último homenaje antes de que se entierre su féretro.
Despedida desde Argentina
En homenaje al Papa, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, oficiará este sábado. Hay 200 invitados, entre ellos el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, y la vicepresidenta de Argentina, Victoria Villaruel, al servicio religioso que comenzará a las 10 am hora local.
En tanto cientos de personas comenzarona congregarse desde temprano en torno a la Catedral de la capital argentina.
Antes de asumir como papa en 2013, el argentino Jorge Mario Bergoglio fue también arzobispo de Buenos Aires.