El protagonista se llama Harold Martínez, un joven colombiano quien tomó la valiente decisión de donar uno de sus riñones a su suegra, esperando recibir gratitud de la familia de su novia. Sin embargo, lo que recibió fue rechazo y abandono.
La situación se volvió aún más dolorosa cuando la mujer a la que amaba decidió dejarlo por otro hombre.
Los padres de ella, que habían sido los beneficiarios directos de la generosidad de Harold, se volvieron en su contra, dejándolo solo y sin el apoyo que esperaba.
"Desgraciadamente así pasa, el hombre lo hizo por qué estaba enamorado y quería complacer a la novia pero no sabía que pensamientos tenían tanto la novia y sus familiares", comentó un usuario de Facebook.
La historia de Harold sirve como recordatorio de que la gratitud y el respeto no siempre son correspondidos, incluso en situaciones donde se espera lo contrario. (Con redacción de Ospipe Informa).
El protagonista se llama Harold Martínez, un joven colombiano quien tomó la valiente decisión de donar uno de sus riñones a su suegra, esperando recibir gratitud de la familia de su novia. Sin embargo, lo que recibió fue rechazo y abandono.
La situación se volvió aún más dolorosa cuando la mujer a la que amaba decidió dejarlo por otro hombre.
Los padres de ella, que habían sido los beneficiarios directos de la generosidad de Harold, se volvieron en su contra, dejándolo solo y sin el apoyo que esperaba.
"Desgraciadamente así pasa, el hombre lo hizo por qué estaba enamorado y quería complacer a la novia pero no sabía que pensamientos tenían tanto la novia y sus familiares", comentó un usuario de Facebook.
La historia de Harold sirve como recordatorio de que la gratitud y el respeto no siempre son correspondidos, incluso en situaciones donde se espera lo contrario. (Con redacción de Ospipe Informa).