Este martes 13 de mayo se cumplen 26 años del crimen impune del periodista Ricardo Gangeme en pleno centro de Trelew, el homicidio de mayor trascendencia en la historia chubutense.
Su hijo Pablo aún espera la decisión que tome la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante su reclamo por las claras irregularidades en la investigación. En marzo de 2023 ese organismo internacional declaró admisible la queja, basada en las manipulaciones de la fracasada pesquisa original. El expediente ingresó a la CIDH en junio de 2009 y tardó 14 años en ser admitido. Lo más probable es que sancione al Estado argentino por lo que no hizo y por lo que hizo mal en el expediente.
A un cuarto de siglo del asesinato, los datos disponibles confluyen en el crimen por encargo a manos de un killer bonaerense.
En 1998 y 1999 la Policía del Chubut tuvo dos advertencias sobre la presencia en la provincia de un “pesado” prófugo de la Justicia de la provincia de Buenos Aires, que llegaba al sur del país para ejecutar un delito que por su magnitud los hampones locales no podrían terminar. Era Martín Laurindo Vélez Galván y el operativo era matar a Gangeme, exdirector de Jornada y de El Informador Chubutense.
Al periodista lo siguieron desde su última cena, en la Asociación Mutual de Empleados Provinciales en Rawson. La medianoche del 12 de mayo de 1999 un policía de civil lo esperó en la Escuela 5, detrás del busto en la vereda. Cuando Gangeme llegó, lo marcó.
Se cree que la víctima conocía al policía y por eso bajó su ventanilla mientras maniobraba para estacionar en la vereda del edificio Albemar, Mitre casi San Martín. Entonces recibió el disparo calibre 38 en la cabeza, sobre su ojo izquierdo. Eran la 1.15 del 13 de mayo.
La primera pesquisa fue del juez Florencio Minatta. Llevó a juicio a Gustavo Fabián Smith como autor material; a Daniel Vitti como instigador y a Alejandro Zabala como partícipe. Fueron absueltos.
Hubo dos intentos más: la pesquisa que por orden del fiscal Ricardo Basílico comandó la Policía Judicial de Claudio Rojas en 2007/8, y el tramo que manejaron los fiscales Fernando Rivarola y Mirtha Moreno en 2010, que archivó los 15 cuerpos.
Sólo queda la insistente pelea de Pablo.
Este martes 13 de mayo se cumplen 26 años del crimen impune del periodista Ricardo Gangeme en pleno centro de Trelew, el homicidio de mayor trascendencia en la historia chubutense.
Su hijo Pablo aún espera la decisión que tome la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante su reclamo por las claras irregularidades en la investigación. En marzo de 2023 ese organismo internacional declaró admisible la queja, basada en las manipulaciones de la fracasada pesquisa original. El expediente ingresó a la CIDH en junio de 2009 y tardó 14 años en ser admitido. Lo más probable es que sancione al Estado argentino por lo que no hizo y por lo que hizo mal en el expediente.
A un cuarto de siglo del asesinato, los datos disponibles confluyen en el crimen por encargo a manos de un killer bonaerense.
En 1998 y 1999 la Policía del Chubut tuvo dos advertencias sobre la presencia en la provincia de un “pesado” prófugo de la Justicia de la provincia de Buenos Aires, que llegaba al sur del país para ejecutar un delito que por su magnitud los hampones locales no podrían terminar. Era Martín Laurindo Vélez Galván y el operativo era matar a Gangeme, exdirector de Jornada y de El Informador Chubutense.
Al periodista lo siguieron desde su última cena, en la Asociación Mutual de Empleados Provinciales en Rawson. La medianoche del 12 de mayo de 1999 un policía de civil lo esperó en la Escuela 5, detrás del busto en la vereda. Cuando Gangeme llegó, lo marcó.
Se cree que la víctima conocía al policía y por eso bajó su ventanilla mientras maniobraba para estacionar en la vereda del edificio Albemar, Mitre casi San Martín. Entonces recibió el disparo calibre 38 en la cabeza, sobre su ojo izquierdo. Eran la 1.15 del 13 de mayo.
La primera pesquisa fue del juez Florencio Minatta. Llevó a juicio a Gustavo Fabián Smith como autor material; a Daniel Vitti como instigador y a Alejandro Zabala como partícipe. Fueron absueltos.
Hubo dos intentos más: la pesquisa que por orden del fiscal Ricardo Basílico comandó la Policía Judicial de Claudio Rojas en 2007/8, y el tramo que manejaron los fiscales Fernando Rivarola y Mirtha Moreno en 2010, que archivó los 15 cuerpos.
Sólo queda la insistente pelea de Pablo.