Una publicación en las redes sociales por parte de empleados de un restobar de Comodoro Rivadavia se viralizó rápidamente. En la publicación, cuentan que el domingo cerca de las 21:00 h, un hombre se acerca solicitando trabajo o comida. También dice que es indigente y que duerme en el hospital.
Ante la pena que causó entre los trabajadores el relato del joven “desafortunado”, decidieron prepararle una comida para que pueda llevar y así ayudarlo en su drama.
En momentos que se encontraban en la cocina, el sujeto fue captado aprovechando la soledad del local y extrae un celular que estaba sobre el mostrador, cerca de la caja registradora.
Segundos después, llegan los buenos samaritanos con la comida para el “indigente” y este, exhibiendo una hipocresía extrema, saluda de forma agradecida a los jóvenes que lo atendieron.
Todo esto se pudo denunciar, gracias a que la actitud del desagradecido fue captada en cámaras de vigilancia.
Los indignados empleados decidieron hacer pública la denuncia y con mucha pena anunciaron que de ahora en más no se hará caridad con nadie
más.
Por el momento no se sabe nada de su paradero.
Una publicación en las redes sociales por parte de empleados de un restobar de Comodoro Rivadavia se viralizó rápidamente. En la publicación, cuentan que el domingo cerca de las 21:00 h, un hombre se acerca solicitando trabajo o comida. También dice que es indigente y que duerme en el hospital.
Ante la pena que causó entre los trabajadores el relato del joven “desafortunado”, decidieron prepararle una comida para que pueda llevar y así ayudarlo en su drama.
En momentos que se encontraban en la cocina, el sujeto fue captado aprovechando la soledad del local y extrae un celular que estaba sobre el mostrador, cerca de la caja registradora.
Segundos después, llegan los buenos samaritanos con la comida para el “indigente” y este, exhibiendo una hipocresía extrema, saluda de forma agradecida a los jóvenes que lo atendieron.
Todo esto se pudo denunciar, gracias a que la actitud del desagradecido fue captada en cámaras de vigilancia.
Los indignados empleados decidieron hacer pública la denuncia y con mucha pena anunciaron que de ahora en más no se hará caridad con nadie
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Por el momento no se sabe nada de su paradero.