Comerciante denuncia su sexto robo y exige mayor seguridad
Jimena González, dueña de una rotisería ubicada en Avenida Perón, fue víctima de un nuevo robo. En menos de siete meses, su negocio sufrió seis ataques. "No tengo vida, tengo que dormir en el local para cuidar lo mío", lamentó.
Desde Trelew, la comerciante Jimena González relató el dramático momento que atraviesa tras sufrir el sexto robo en su rotisería ubicada sobre la Avenida Juan Domingo Perón, cerca del Aeroclub. El último hecho ocurrió el sábado por la madrugada, cuando delincuentes ingresaron al local luego de que ella se retirara a las 3 de la mañana.
Una vecina logró alertar a la policía alrededor de las 5, evitando que los ladrones vaciaran por completo el lugar. Sin embargo, el daño fue considerable: "Se llevaron toda la mercadería y algunas cosas de lo de atrás que por tema de investigación no las quiero nombrar", expresó en dialogo con el móvil de María Laura Barcia paraMañana Gpor Jornada Radio. La heladera vacía del local es una muestra del impacto.
Los ataques comenzaron en diciembre del año pasado, lo que representa un promedio de casi un robo por mes. Aunque algunos intentos no se concretaron, provocaron importantes daños: roturas de puertas, ventanales y mosquiteros. Cada incidente representa una nueva inversión que la emprendedora debe afrontar.
Jimena comenzó su negocio desde cero, trabajando a puertas cerradas con un horno eléctrico hasta que pudo abrir al público hace seis meses. "Todo lo hice a pulmón". Y agregó: "¿Saben lo que me encantaría? Poder poner una reja o un portón para que no me roben, pero no tengo la plata". Ante la falta de recursos, hoy se ve obligada a “trabajar el doble” solo para reponer lo perdido.
La comerciante incluso reveló que ha tenido que dormir en el local por temor a nuevos robos. “No tengo vida, no descanso en paz. Vivo prácticamente acá para cuidar lo mío y no se justifica tampoco”.
La inseguridad afecta también a otros vecinos del barrio, quienes han denunciado robos de bicicletas, chapas y materiales, incluso en la casa de un agente policial. Según Jimena, los delincuentes actúan impunemente desde una loma cercana, repleta de basura, y asaltan también a clientes, camioneros y taxistas durante el día.
Pese a todo, su voluntad no se quiebra: "A mí el miedo no me va a paralizar. Yo voy a seguir trabajando", aseguró. Sin embargo, exige respuestas urgentes y concretas. Entre sus pedidos, solicitó que se instale una garita de seguridad policial frente al descampado que sirve como escondite para los delincuentes. "Sería una manera de cuidarnos a todos", sostuvo.
Desde Trelew, la comerciante Jimena González relató el dramático momento que atraviesa tras sufrir el sexto robo en su rotisería ubicada sobre la Avenida Juan Domingo Perón, cerca del Aeroclub. El último hecho ocurrió el sábado por la madrugada, cuando delincuentes ingresaron al local luego de que ella se retirara a las 3 de la mañana.
Una vecina logró alertar a la policía alrededor de las 5, evitando que los ladrones vaciaran por completo el lugar. Sin embargo, el daño fue considerable: "Se llevaron toda la mercadería y algunas cosas de lo de atrás que por tema de investigación no las quiero nombrar", expresó en dialogo con el móvil de María Laura Barcia paraMañana Gpor Jornada Radio. La heladera vacía del local es una muestra del impacto.
Los ataques comenzaron en diciembre del año pasado, lo que representa un promedio de casi un robo por mes. Aunque algunos intentos no se concretaron, provocaron importantes daños: roturas de puertas, ventanales y mosquiteros. Cada incidente representa una nueva inversión que la emprendedora debe afrontar.
Jimena comenzó su negocio desde cero, trabajando a puertas cerradas con un horno eléctrico hasta que pudo abrir al público hace seis meses. "Todo lo hice a pulmón". Y agregó: "¿Saben lo que me encantaría? Poder poner una reja o un portón para que no me roben, pero no tengo la plata". Ante la falta de recursos, hoy se ve obligada a “trabajar el doble” solo para reponer lo perdido.
La comerciante incluso reveló que ha tenido que dormir en el local por temor a nuevos robos. “No tengo vida, no descanso en paz. Vivo prácticamente acá para cuidar lo mío y no se justifica tampoco”.
La inseguridad afecta también a otros vecinos del barrio, quienes han denunciado robos de bicicletas, chapas y materiales, incluso en la casa de un agente policial. Según Jimena, los delincuentes actúan impunemente desde una loma cercana, repleta de basura, y asaltan también a clientes, camioneros y taxistas durante el día.
Pese a todo, su voluntad no se quiebra: "A mí el miedo no me va a paralizar. Yo voy a seguir trabajando", aseguró. Sin embargo, exige respuestas urgentes y concretas. Entre sus pedidos, solicitó que se instale una garita de seguridad policial frente al descampado que sirve como escondite para los delincuentes. "Sería una manera de cuidarnos a todos", sostuvo.