Riestra tuvo un excelente Torneo Apertura. Sobrepasó los objetivos, se convirtió en un hues duro de roer y llegó hasta los octavos de final, donde perdió ante Huracán en Parque Patricios 3-2.
Su marcado juego físico caracterizado por la intensidad, el choque y la resistencia tiene su origen en las particulares pero rendidoras pretemporadas del equipo en Pinamar, las cuales se desarrollan en horarios y situaciones insólitas.
Al igual que en los anteriores años, el Malevo prepara el segundo semestre de 2025 en la ciudad costera, donde con la iluminación de boliches y a la vista de jovenes de fiesta, el conjunto del Bajo Flores realiza trabajos de fuerza en la arena y rondas de 100 abdominales.
Tal como dice la planificación publicada en la cuenta oficial, el plantel se levanta 3:15 para tomar una infusión. De allí salen en quince minutos hacia el entrenamiento. Tras hora y media de trabajo, vuelven a descansar para retomar el trabajo a las siete en el gimnasio.
Así atraviesa sus días el cuadro de Gustavo Benítez, de madrugada y con intervalos de sueño durante el día en una forma más que peculiar de trabajo pero que sin dudas parece dar sus frutos.
Fuente: El Gráfico.
Riestra tuvo un excelente Torneo Apertura. Sobrepasó los objetivos, se convirtió en un hues duro de roer y llegó hasta los octavos de final, donde perdió ante Huracán en Parque Patricios 3-2.
Su marcado juego físico caracterizado por la intensidad, el choque y la resistencia tiene su origen en las particulares pero rendidoras pretemporadas del equipo en Pinamar, las cuales se desarrollan en horarios y situaciones insólitas.
Al igual que en los anteriores años, el Malevo prepara el segundo semestre de 2025 en la ciudad costera, donde con la iluminación de boliches y a la vista de jovenes de fiesta, el conjunto del Bajo Flores realiza trabajos de fuerza en la arena y rondas de 100 abdominales.
Tal como dice la planificación publicada en la cuenta oficial, el plantel se levanta 3:15 para tomar una infusión. De allí salen en quince minutos hacia el entrenamiento. Tras hora y media de trabajo, vuelven a descansar para retomar el trabajo a las siete en el gimnasio.
Así atraviesa sus días el cuadro de Gustavo Benítez, de madrugada y con intervalos de sueño durante el día en una forma más que peculiar de trabajo pero que sin dudas parece dar sus frutos.
Fuente: El Gráfico.