El hecho generó un fuerte repudio por parte de los militares, autoridades británicas y sectores políticos, al coincidir con una fecha particularmente sensible: el Día de la Reafirmación de los Derechos Soberanos de Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
La indignación se multiplicó cuando se comprobó que la denominación argentina figuraba como nombre principal en el mapa, relegando a “Port Stanley” entre paréntesis, en lo que muchos consideraron un gesto de desconsideración hacia la posición británica de ocupación en las Islas. Entre los primeros en detectar el “error” se encontraba el columnista Ed West, del medio conservador The Spectator, quien calificó la nomenclatura como “curiosa” y “sorprendente” para una aerolínea británica.
Uno de los más duros en sus declaraciones fue el almirante retirado Lord Alan West, ex jefe de la Armada Real y veterano del conflicto. En declaraciones a The Sun, aseguró que se trataba de una decisión “vergonzosa e insultante” hacia los isleños y hacia la memoria de los 255 militares británicos que perdieron la vida durante la guerra.
“Las Malvinas son un territorio británico de ultramar y el 99,9% de sus habitantes quieren seguir siéndolo. No hay discusión posible sobre soberanía. Para la aerolínea nacional usar otro nombre es imperdonable”, afirmó el militar.
La controversia revive tensiones latentes en torno a la disputa de soberanía que persiste desde hace más de un siglo. Mientras el Reino Unido mantiene una posición firme sobre la autodeterminación de los habitantes de las islas, Argentina insiste en la necesidad de reabrir negociaciones bilaterales, amparándose en resoluciones de Naciones Unidas que instan al diálogo.
El hecho generó un fuerte repudio por parte de los militares, autoridades británicas y sectores políticos, al coincidir con una fecha particularmente sensible: el Día de la Reafirmación de los Derechos Soberanos de Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
La indignación se multiplicó cuando se comprobó que la denominación argentina figuraba como nombre principal en el mapa, relegando a “Port Stanley” entre paréntesis, en lo que muchos consideraron un gesto de desconsideración hacia la posición británica de ocupación en las Islas. Entre los primeros en detectar el “error” se encontraba el columnista Ed West, del medio conservador The Spectator, quien calificó la nomenclatura como “curiosa” y “sorprendente” para una aerolínea británica.
Uno de los más duros en sus declaraciones fue el almirante retirado Lord Alan West, ex jefe de la Armada Real y veterano del conflicto. En declaraciones a The Sun, aseguró que se trataba de una decisión “vergonzosa e insultante” hacia los isleños y hacia la memoria de los 255 militares británicos que perdieron la vida durante la guerra.
“Las Malvinas son un territorio británico de ultramar y el 99,9% de sus habitantes quieren seguir siéndolo. No hay discusión posible sobre soberanía. Para la aerolínea nacional usar otro nombre es imperdonable”, afirmó el militar.
La controversia revive tensiones latentes en torno a la disputa de soberanía que persiste desde hace más de un siglo. Mientras el Reino Unido mantiene una posición firme sobre la autodeterminación de los habitantes de las islas, Argentina insiste en la necesidad de reabrir negociaciones bilaterales, amparándose en resoluciones de Naciones Unidas que instan al diálogo.