Un usuario de "X" se hizo viral por una mala interpretación geográfica
Para el usuario "Hormiga Xeneize" la tierra es plana.
Dentro del folklore y las cargadas futbolísticas en el marco del Mundial de Clubes que se disputa en Estados Unidos, el usuario "Hormiga Xeneize" cometió un error al realizar una publicación, con la ilustración de un mapa, donde muestra que los hinchas de Urawa Red Diamonds de Japón debieron recorrer más kilómetros que los simpatizantes de River Plate para llegar a Seattle, sin tener en cuenta que la tierra es redonda y no plana.
Esto quiere decir que para viajar desde Japón hacia los Estados Unidos y viceversa, la ruta más rápida es por el Océano Pacífico sin tener que recorrer prácticamente todo el mundo, acortando muchísimas horas de viaje.
Según indica Google, la Tierra no es plana, es un geoide, una esfera ligeramente achatada en los polos y ensanchada en el ecuador.Aunque la forma de la Tierra se asemeja a una esfera, no es una esfera perfecta.La forma esférica se conoce desde hace más de 2.000 años, mucho antes de los satélites y la primera vuelta al mundo, gracias a las observaciones y cálculos de los antiguos griegos.
Dentro del folklore y las cargadas futbolísticas en el marco del Mundial de Clubes que se disputa en Estados Unidos, el usuario "Hormiga Xeneize" cometió un error al realizar una publicación, con la ilustración de un mapa, donde muestra que los hinchas de Urawa Red Diamonds de Japón debieron recorrer más kilómetros que los simpatizantes de River Plate para llegar a Seattle, sin tener en cuenta que la tierra es redonda y no plana.
Esto quiere decir que para viajar desde Japón hacia los Estados Unidos y viceversa, la ruta más rápida es por el Océano Pacífico sin tener que recorrer prácticamente todo el mundo, acortando muchísimas horas de viaje.
Según indica Google, la Tierra no es plana, es un geoide, una esfera ligeramente achatada en los polos y ensanchada en el ecuador.Aunque la forma de la Tierra se asemeja a una esfera, no es una esfera perfecta.La forma esférica se conoce desde hace más de 2.000 años, mucho antes de los satélites y la primera vuelta al mundo, gracias a las observaciones y cálculos de los antiguos griegos.