Trabajadoras de casas particulares preocupadas por falta de paritarias

La representante de las trabajadoras de casas particulares, Eliana Muñoz, advirtió sobre la crítica situación que atraviesa el sector en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, marcada por la falta de actualizaciones salariales, despidos y ausencia de asistencia estatal.

14 JUL 2025 - 15:45 | Actualizado 14 JUL 2025 - 15:48

"Estamos igual que todos, mal", resumió con crudeza la dirigente Eliana Muñoz, quien señaló que desde diciembre no se otorgan aumentos y que la situación laboral se deterioró drásticamente.

Eliana Muñoz adelantó que el 14 de julio se concretará una reunión paritaria tras meses de reclamos. “Desde diciembre no hemos tenido paritarias. Ahora hay una fecha para una reunión esta semana. Vamos a ver si ahí tenemos alguna respuesta de qué nos pueden dar”, expresó. Actualmente, el salario promedio para una jornada completa de ocho horas ronda los 350 mil pesos: “Con ese sueldo no se puede vivir”, denunció.

La crisis no solo es salarial. El desempleo entre las trabajadoras ha crecido de forma alarmante. “A partir de enero empezó a bajar muchísimo la cantidad de compañeras con empleo. Hemos tenido una baja de casi un 20 por ciento. Teníamos más o menos unas quinientas personas trabajando entre Rada Tilly y Comodoro, y ahora quedan alrededor de cuatrocientas”, detalló.

El colapso del empleo petrolero en la región impactó directamente sobre las trabajadoras domésticas. “Esto afectó mucho cuando el petrolero quedó sin empleo. Muchos eran de afuera, se fueron y dejaron a nuestras compañeras sin trabajo”, explicó Muñoz, quien comparó la situación actual con la vivida durante la pandemia: “Estamos como en la pandemia o peor diría yo”.

Las condiciones laborales, en su mayoría, son de jornada completa, pero el sueldo no varía. “En todos los empleos el tiempo era por ocho horas y por el mismo monto de 350 mil pesos. No hay diferencia”, apuntó

Sobre la ausencia de respuestas oficiales, Muñoz criticó duramente la falta de voluntad política para discutir mejoras: “Lo que frena es que directamente no quieren dar paritarias. No te dan ninguna excusa. En febrero iba a haber una reunión, la cambiaron y nunca pusieron fecha. Desde entonces se vienen haciendo notas todos los meses, pero no responden”.

La dirigente recordó que hasta el año pasado los aumentos eran del 30% trimestral, mientras que el único incremento otorgado en diciembre fue del 2,7%. “O sea, nada. Todo mal. Entendemos que a todos les dan lo mismo y que va a ser así este gobierno, pero que cambie todo, por Dios, porque está todo mal”, exclamó.

“Antes nos daban bolsones desde el municipio, con eso podíamos ayudar a la compañera. Ahora ya no. Lo que dicen es que hay que ir a la unión vecinal, anotarse, pero solo se da si sos indigente total. Estamos igual que antes”.

Finalmente, la referente expresó su agotamiento ante las críticas que recibe como representante sindical, pero reivindicó su compromiso: “Todas cacarean, como digo yo, pero nadie se quiere hacer cargo. Yo trabajo porque el sindicato no me mantiene y esto lo hago por vocación. Hay compañeras que no tienen para comer, que no pueden pagar el alquiler. Y nadie se pone en nuestro lugar. Ni siquiera para darnos un bolsón de alimento”.

Muñoz cerró con una reflexión sobre el esfuerzo de muchas trabajadoras para sobrevivir: “Tengo una compañera que sobrevive con siete trabajos. Llega a su casa a las ocho de la noche, come, duerme, y vuelve a empezar. Pero de esos hay muy pocos. Y el resto sobrevive como puede”.

14 JUL 2025 - 15:45

"Estamos igual que todos, mal", resumió con crudeza la dirigente Eliana Muñoz, quien señaló que desde diciembre no se otorgan aumentos y que la situación laboral se deterioró drásticamente.

Eliana Muñoz adelantó que el 14 de julio se concretará una reunión paritaria tras meses de reclamos. “Desde diciembre no hemos tenido paritarias. Ahora hay una fecha para una reunión esta semana. Vamos a ver si ahí tenemos alguna respuesta de qué nos pueden dar”, expresó. Actualmente, el salario promedio para una jornada completa de ocho horas ronda los 350 mil pesos: “Con ese sueldo no se puede vivir”, denunció.

La crisis no solo es salarial. El desempleo entre las trabajadoras ha crecido de forma alarmante. “A partir de enero empezó a bajar muchísimo la cantidad de compañeras con empleo. Hemos tenido una baja de casi un 20 por ciento. Teníamos más o menos unas quinientas personas trabajando entre Rada Tilly y Comodoro, y ahora quedan alrededor de cuatrocientas”, detalló.

El colapso del empleo petrolero en la región impactó directamente sobre las trabajadoras domésticas. “Esto afectó mucho cuando el petrolero quedó sin empleo. Muchos eran de afuera, se fueron y dejaron a nuestras compañeras sin trabajo”, explicó Muñoz, quien comparó la situación actual con la vivida durante la pandemia: “Estamos como en la pandemia o peor diría yo”.

Las condiciones laborales, en su mayoría, son de jornada completa, pero el sueldo no varía. “En todos los empleos el tiempo era por ocho horas y por el mismo monto de 350 mil pesos. No hay diferencia”, apuntó

Sobre la ausencia de respuestas oficiales, Muñoz criticó duramente la falta de voluntad política para discutir mejoras: “Lo que frena es que directamente no quieren dar paritarias. No te dan ninguna excusa. En febrero iba a haber una reunión, la cambiaron y nunca pusieron fecha. Desde entonces se vienen haciendo notas todos los meses, pero no responden”.

La dirigente recordó que hasta el año pasado los aumentos eran del 30% trimestral, mientras que el único incremento otorgado en diciembre fue del 2,7%. “O sea, nada. Todo mal. Entendemos que a todos les dan lo mismo y que va a ser así este gobierno, pero que cambie todo, por Dios, porque está todo mal”, exclamó.

“Antes nos daban bolsones desde el municipio, con eso podíamos ayudar a la compañera. Ahora ya no. Lo que dicen es que hay que ir a la unión vecinal, anotarse, pero solo se da si sos indigente total. Estamos igual que antes”.

Finalmente, la referente expresó su agotamiento ante las críticas que recibe como representante sindical, pero reivindicó su compromiso: “Todas cacarean, como digo yo, pero nadie se quiere hacer cargo. Yo trabajo porque el sindicato no me mantiene y esto lo hago por vocación. Hay compañeras que no tienen para comer, que no pueden pagar el alquiler. Y nadie se pone en nuestro lugar. Ni siquiera para darnos un bolsón de alimento”.

Muñoz cerró con una reflexión sobre el esfuerzo de muchas trabajadoras para sobrevivir: “Tengo una compañera que sobrevive con siete trabajos. Llega a su casa a las ocho de la noche, come, duerme, y vuelve a empezar. Pero de esos hay muy pocos. Y el resto sobrevive como puede”.