Concierto “Glorioso” en la catedral

La obra producida por la Escuela de Música de Gaiman, se presentó en Trelew, completando el itinerario previsto, que incluyeron Gaiman y Puerto Madryn.

24 SEP 2025 - 19:01 | Actualizado 24 SEP 2025 - 19:33

El concierto Gloria de Vivaldi, fue interpretado en la Catedral María Auxiliadora el pasado sábado 20 de septiembre.El concierto en Trelew, completó el programa de presentaciones que incluyeron Gaiman y Puerto Madryn.

La obra producida por la Escuela de Música de Gaiman, contó con la dirección musical de Milton Del Real y María Esquiroz.
Participaron de la interpretación, el Coro y Ensamble Barroco del Valle.

El Coro estuvo integrado por las sopranos Ana Hughes, Cinthia Zamarreño, Iara Huentecoy, Judith Jones, Karina Crespo, Leila Palloni y Soraya Griffiths; las contraltos Ana Pinciroli, Brenda Villoria, Caren Jones, Diana Owen, Gladys Thomas y Glenda Thomas; los tenores Diego García, Gustavo Palacios, Julio Urra, Lisandro Prada y Roberto Jones; y los bajos Alun Williams, Guillermo Hughes, Héctor Mac Donald, Tito Urrutia y Ulises Zadoff.

El ensamble instrumental estuvo integrado por María Esquiroz, Gloria Villafañe, Estrella Ruminahuel y Zoe Antipán en violines I; Ana María Pomar, Susana Quilaqueo, Daniel y Renato Campos en violines II; Anabel Tascón en viola; Ana Cecilia Pinciroli en flauta; Juan Ignacio Scicardi en órgano positivo; Silvina Selzer y Victoria Wainer en cello; y Pablo Cerioti en archilaúd.

Acerca de la obra

El Gloria es un himno de alabanza y adoración dividido en doce movimientos relativamente breves, que abarcan desde la brillantez festiva hasta la profunda tristeza.

Es una muestra de la maestría de Vivaldi que la obra, en general, mantenga una estructura cohesiva. Nos prepara desde el principio, con el distintivo coro inicial, pero en cuestión de minutos nos sumergimos en una profunda meditación con el segundo y conmovedor movimiento, «Et in terra pax hominibus».

El canto coral y sus armonías, conforman una auténtica obra maestra de escritura coral.

El final unifica la obra en una combinación de todo lo escuchado. Vivaldi incorporó música que se siente a medio camino entre el concierto y la ópera, y el resultado final es una de las obras corales más inspiradoras de la música sacra.

24 SEP 2025 - 19:01

El concierto Gloria de Vivaldi, fue interpretado en la Catedral María Auxiliadora el pasado sábado 20 de septiembre.El concierto en Trelew, completó el programa de presentaciones que incluyeron Gaiman y Puerto Madryn.

La obra producida por la Escuela de Música de Gaiman, contó con la dirección musical de Milton Del Real y María Esquiroz.
Participaron de la interpretación, el Coro y Ensamble Barroco del Valle.

El Coro estuvo integrado por las sopranos Ana Hughes, Cinthia Zamarreño, Iara Huentecoy, Judith Jones, Karina Crespo, Leila Palloni y Soraya Griffiths; las contraltos Ana Pinciroli, Brenda Villoria, Caren Jones, Diana Owen, Gladys Thomas y Glenda Thomas; los tenores Diego García, Gustavo Palacios, Julio Urra, Lisandro Prada y Roberto Jones; y los bajos Alun Williams, Guillermo Hughes, Héctor Mac Donald, Tito Urrutia y Ulises Zadoff.

El ensamble instrumental estuvo integrado por María Esquiroz, Gloria Villafañe, Estrella Ruminahuel y Zoe Antipán en violines I; Ana María Pomar, Susana Quilaqueo, Daniel y Renato Campos en violines II; Anabel Tascón en viola; Ana Cecilia Pinciroli en flauta; Juan Ignacio Scicardi en órgano positivo; Silvina Selzer y Victoria Wainer en cello; y Pablo Cerioti en archilaúd.

Acerca de la obra

El Gloria es un himno de alabanza y adoración dividido en doce movimientos relativamente breves, que abarcan desde la brillantez festiva hasta la profunda tristeza.

Es una muestra de la maestría de Vivaldi que la obra, en general, mantenga una estructura cohesiva. Nos prepara desde el principio, con el distintivo coro inicial, pero en cuestión de minutos nos sumergimos en una profunda meditación con el segundo y conmovedor movimiento, «Et in terra pax hominibus».

El canto coral y sus armonías, conforman una auténtica obra maestra de escritura coral.

El final unifica la obra en una combinación de todo lo escuchado. Vivaldi incorporó música que se siente a medio camino entre el concierto y la ópera, y el resultado final es una de las obras corales más inspiradoras de la música sacra.