Por Lorena Leeming / Redacción Jornada
“Internet hoy es un lugar fértil para la desconfianza”, sintetizó en una entrevista con Jornada, el abogado especialista en Derecho Informático, Guillermo Zamora respecto al informe internacional que da cuenta que Argentina es el segundo país de Latinoamérica que más consume aplicaciones de citas.
Aclaró que no está mal utilizarlas pero que se deben tomar rigurosos recaudos para evitar estafas: no poner foto de perfil, no dar direcciones, geolocalización ni realizar transferencias de dinero.
Dijo además (entre otras cosas), que en muchos casos un patrón que genera dudas es el que “quiere avanzar demasiado rápido” en la relación.
En Chubut, llevó los casos de tres personas que fueron estafadas en una aplicación específica y por el mismo sujeto. Ocurrió en Comodoro Rivadavia.
La búsqueda de nuevas formas de relacionarse y el auge de las aplicaciones de citas están transformando el panorama afectivo en América Latina. La discusión sobre la fidelidad, las relaciones abiertas y explorar cómo relacionarse en el mundo digital convive con un fenómeno que no para de crecer: el riesgo de las estafas románticas online.
Según un estudio de Gleeden, una aplicación fundada en Francia y dirigida a mujeres, Argentina, y en especial la provincia de Buenos Aires lidera el ranking de usuarios, seguida por Córdoba y luego las otras provincias, entre las más activas en esta plataforma.
El interés por las citas fuera de la pareja no deja de crecer: durante el último año, las suscripciones aumentaron hasta un 145%, con más de 2,5 millones de usuarios en Latinoamérica. En Argentina, la mayoría de quienes utilizan la App tienen entre 29 y 31 años.
Aumento de delitos
El crecimiento de estas plataformas trae consigo nuevos riesgos. Según ESET Latinoamérica (Empresa global de seguridad digital y ciberseguridad) , los delitos asociados a las estafas románticas digitales aumentaron y los estafadores perfeccionaron sus tácticas. Su estrategia consiste en generar rápidamente confianza para luego manipular a la víctima mediante pedidos de dinero apelando a excusas como enfermedades repentinas o crisis económicas inesperadas.
En este sentido, el aumento de las aplicaciones de citas en el país abre una ventana a la libertad y la exploración, pero también, recuerda la necesidad de equilibrar deseo y precaución. Según un estudio realizado por CIO Investigación para el Observatorio de Verisure, el 82% de las personas encuestadas en 2025, tienen en cuenta el horario para regresar a sus hogares y el 58% de ellas, le avisan a un familiar u amigo para sentirse más segura cuando sale sola.
Precauciones
Zamora, se refirió a las precauciones que las personas tienen que tomar al sentarse frente a una pantalla e ingresar a una App de “citas”. Remarca que “lo primero siempre pasa por lo básico que es la información personal. Uno entiende que si utiliza una app de citas necesita conocer a la otra persona o que la otra persona lo conozca a uno. Lo que uno no tiene que hacer es entregar esa información por completo, no indicar, por ejemplo, domicilios, no dar demasiada información respecto de familiares”, ejemplificó.
“Revisar los permisos”
Advirtió el abogado que “en las aplicaciones de citas específicamente tienen que revisar los permisos que la aplicación le pide. Desactivar la geolocalización, porque muchas de estas aplicaciones lo que hacen es decir, por cercanía, dónde está la persona. Entonces, cuando la gente busca, dice: quiero hacer match con alguien que esté cerca o que viva cerca . Puede ser una forma más fácil de acceder a conocer a alguien, pero también es una forma más fácil de estar en peligro. Así que como consejo es revisar los permisos, desactivar la geolocalización”, reiteró.
“Bloquear y denunciar”
No dudó en afirmar el letrado que “en cuanto a alguien le de mala espina, la ´red flag´ que uno le dice, bloquear y denunciar. Ni siquiera hay que perder mucho tiempo. No hay que dejar pasar comportamientos extraños, hay que denunciar y bloquear”, aseveró.
Entre las conductas que hay que evitar, sostuvo que “no hay que enviar fotos íntimas donde se pueda identificar, donde una persona después pueda sentirse expuesta. Entiendo que somos adultos y que cada uno hace lo que quiere en su vida. Ahora, si uno está mandando fotos íntimas, tiene que saber que eso, a pesar de que está mal, a pesar de que no se debe, del otro lado hay otra persona que quizás no piensa lo mismo o que no quiere comportarse de buena fe. Así que es preferible restringir ese tipo de cosas, o bien que sean imágenes que a uno no lo identifiquen, no lo comprometan, como para que después no pueda ser extorsionado”, manifestó.
“Se pierde el control”
Explicó Zamora que “cuando uno manda una foto, se pierde el control de esa foto que mandó, o del video, de lo que sea. Por eso tiene que tener mucho cuidado. Y hay que desconfiar siempre, si por alguna circunstancia se empezó a hablar con alguien y dicen: no podrás prestarme equis cantidad de plata, tengo una urgencia yo te transfiero en dos horas. Nada. Por más feo que parezca y que uno dice ´tengo que ser solidario´. No, no, solidario nada”, aseveró.
Guillermo Zamora deslizó que “si bien ya no es un tema jurídico, pero por ahí cuando llevan, no sé, un día contactándose y empiezan a hablar de amor, de compromiso, de casarse, o es un narcisista o una narcisista o es alguien que está detectando algún tipo de vulnerabilidad y está intentando manipular a otra persona para obtener algún tipo de beneficio extra. Hay que tener cuidado con aquellos que evitan las videollamadas, por ejemplo, o que siempre tienen excusas para no verse”, remarcó.
Lugar público y transporte propio
Se refirió además, a los encuentros presenciales. “Para un encuentro presencial hay que tomar precauciones. En lo posible que sea en lugares públicos, en lugares concurridos como es una cafetería, un restaurante o avisarle a alguien si va a salir con una persona mostrándole la foto y el perfil. La idea es que además, se comparta con alguien de confianza, la ubicación de dónde se va a estar y en lo posible, ir en transporte propio para retirarse cuando lo crea necesario”, aseguró.
Definió a internet como “un lugar fértil para la desconfianza” y a la vez, Zamora consideró que “es maravilloso que uno sea desconfiado. No significa que la otra persona sea mala, no significa que la otra persona tenga que ofenderse, la otra persona tendría que hacer lo mismo, no sabe si uno está loco, si uno es un violento, si uno tiene hábitos desagradables. Entonces hay que desconfiar bastante. Hay que siempre pedir unas fotos, tener una duda”, recomendó.
“Nombre de usuario”
Sugirió además, como medida de protección que “el nombre de usuario en lo posible sea genérico” y que en las fotos que uno sube tiene que evitar determinadas informaciones, que no aparezca en algún lugar fácil de ubicar: por ejemplo, una imagen delante de una casa o delante de un auto con la patente que se le vea.
En Chubut
Señaló Zamora situaciones particulares ocurridas en Chubut. “El año pasado, desde Comodoro recibí varias consultas de una red social llamada Grindel o algo así, que es una app para citas. Me consultaron específicamente tres personas, y las características que me contaban cada una de esas personas sobre el sujeto con el que interactuaban, eran muy similares, así que a mí me llevó a sospechar que era alguien que estaba estafando”, deslizó.
Para finalizar, relató el “modus operandi” de esos casos. “Había mucha charla, mucha confianza y después, les pedía plata o bien, si tenían una cita nunca tenía plata para pagar y siempre lo hacía el otro. Eran todas conductas no muy raras pero todos se sintieron estafados. Les prestaban plata y después, no lo veían más”, concluyó.
Por Lorena Leeming / Redacción Jornada
“Internet hoy es un lugar fértil para la desconfianza”, sintetizó en una entrevista con Jornada, el abogado especialista en Derecho Informático, Guillermo Zamora respecto al informe internacional que da cuenta que Argentina es el segundo país de Latinoamérica que más consume aplicaciones de citas.
Aclaró que no está mal utilizarlas pero que se deben tomar rigurosos recaudos para evitar estafas: no poner foto de perfil, no dar direcciones, geolocalización ni realizar transferencias de dinero.
Dijo además (entre otras cosas), que en muchos casos un patrón que genera dudas es el que “quiere avanzar demasiado rápido” en la relación.
En Chubut, llevó los casos de tres personas que fueron estafadas en una aplicación específica y por el mismo sujeto. Ocurrió en Comodoro Rivadavia.
La búsqueda de nuevas formas de relacionarse y el auge de las aplicaciones de citas están transformando el panorama afectivo en América Latina. La discusión sobre la fidelidad, las relaciones abiertas y explorar cómo relacionarse en el mundo digital convive con un fenómeno que no para de crecer: el riesgo de las estafas románticas online.
Según un estudio de Gleeden, una aplicación fundada en Francia y dirigida a mujeres, Argentina, y en especial la provincia de Buenos Aires lidera el ranking de usuarios, seguida por Córdoba y luego las otras provincias, entre las más activas en esta plataforma.
El interés por las citas fuera de la pareja no deja de crecer: durante el último año, las suscripciones aumentaron hasta un 145%, con más de 2,5 millones de usuarios en Latinoamérica. En Argentina, la mayoría de quienes utilizan la App tienen entre 29 y 31 años.
Aumento de delitos
El crecimiento de estas plataformas trae consigo nuevos riesgos. Según ESET Latinoamérica (Empresa global de seguridad digital y ciberseguridad) , los delitos asociados a las estafas románticas digitales aumentaron y los estafadores perfeccionaron sus tácticas. Su estrategia consiste en generar rápidamente confianza para luego manipular a la víctima mediante pedidos de dinero apelando a excusas como enfermedades repentinas o crisis económicas inesperadas.
En este sentido, el aumento de las aplicaciones de citas en el país abre una ventana a la libertad y la exploración, pero también, recuerda la necesidad de equilibrar deseo y precaución. Según un estudio realizado por CIO Investigación para el Observatorio de Verisure, el 82% de las personas encuestadas en 2025, tienen en cuenta el horario para regresar a sus hogares y el 58% de ellas, le avisan a un familiar u amigo para sentirse más segura cuando sale sola.
Precauciones
Zamora, se refirió a las precauciones que las personas tienen que tomar al sentarse frente a una pantalla e ingresar a una App de “citas”. Remarca que “lo primero siempre pasa por lo básico que es la información personal. Uno entiende que si utiliza una app de citas necesita conocer a la otra persona o que la otra persona lo conozca a uno. Lo que uno no tiene que hacer es entregar esa información por completo, no indicar, por ejemplo, domicilios, no dar demasiada información respecto de familiares”, ejemplificó.
“Revisar los permisos”
Advirtió el abogado que “en las aplicaciones de citas específicamente tienen que revisar los permisos que la aplicación le pide. Desactivar la geolocalización, porque muchas de estas aplicaciones lo que hacen es decir, por cercanía, dónde está la persona. Entonces, cuando la gente busca, dice: quiero hacer match con alguien que esté cerca o que viva cerca . Puede ser una forma más fácil de acceder a conocer a alguien, pero también es una forma más fácil de estar en peligro. Así que como consejo es revisar los permisos, desactivar la geolocalización”, reiteró.
“Bloquear y denunciar”
No dudó en afirmar el letrado que “en cuanto a alguien le de mala espina, la ´red flag´ que uno le dice, bloquear y denunciar. Ni siquiera hay que perder mucho tiempo. No hay que dejar pasar comportamientos extraños, hay que denunciar y bloquear”, aseveró.
Entre las conductas que hay que evitar, sostuvo que “no hay que enviar fotos íntimas donde se pueda identificar, donde una persona después pueda sentirse expuesta. Entiendo que somos adultos y que cada uno hace lo que quiere en su vida. Ahora, si uno está mandando fotos íntimas, tiene que saber que eso, a pesar de que está mal, a pesar de que no se debe, del otro lado hay otra persona que quizás no piensa lo mismo o que no quiere comportarse de buena fe. Así que es preferible restringir ese tipo de cosas, o bien que sean imágenes que a uno no lo identifiquen, no lo comprometan, como para que después no pueda ser extorsionado”, manifestó.
“Se pierde el control”
Explicó Zamora que “cuando uno manda una foto, se pierde el control de esa foto que mandó, o del video, de lo que sea. Por eso tiene que tener mucho cuidado. Y hay que desconfiar siempre, si por alguna circunstancia se empezó a hablar con alguien y dicen: no podrás prestarme equis cantidad de plata, tengo una urgencia yo te transfiero en dos horas. Nada. Por más feo que parezca y que uno dice ´tengo que ser solidario´. No, no, solidario nada”, aseveró.
Guillermo Zamora deslizó que “si bien ya no es un tema jurídico, pero por ahí cuando llevan, no sé, un día contactándose y empiezan a hablar de amor, de compromiso, de casarse, o es un narcisista o una narcisista o es alguien que está detectando algún tipo de vulnerabilidad y está intentando manipular a otra persona para obtener algún tipo de beneficio extra. Hay que tener cuidado con aquellos que evitan las videollamadas, por ejemplo, o que siempre tienen excusas para no verse”, remarcó.
Lugar público y transporte propio
Se refirió además, a los encuentros presenciales. “Para un encuentro presencial hay que tomar precauciones. En lo posible que sea en lugares públicos, en lugares concurridos como es una cafetería, un restaurante o avisarle a alguien si va a salir con una persona mostrándole la foto y el perfil. La idea es que además, se comparta con alguien de confianza, la ubicación de dónde se va a estar y en lo posible, ir en transporte propio para retirarse cuando lo crea necesario”, aseguró.
Definió a internet como “un lugar fértil para la desconfianza” y a la vez, Zamora consideró que “es maravilloso que uno sea desconfiado. No significa que la otra persona sea mala, no significa que la otra persona tenga que ofenderse, la otra persona tendría que hacer lo mismo, no sabe si uno está loco, si uno es un violento, si uno tiene hábitos desagradables. Entonces hay que desconfiar bastante. Hay que siempre pedir unas fotos, tener una duda”, recomendó.
“Nombre de usuario”
Sugirió además, como medida de protección que “el nombre de usuario en lo posible sea genérico” y que en las fotos que uno sube tiene que evitar determinadas informaciones, que no aparezca en algún lugar fácil de ubicar: por ejemplo, una imagen delante de una casa o delante de un auto con la patente que se le vea.
En Chubut
Señaló Zamora situaciones particulares ocurridas en Chubut. “El año pasado, desde Comodoro recibí varias consultas de una red social llamada Grindel o algo así, que es una app para citas. Me consultaron específicamente tres personas, y las características que me contaban cada una de esas personas sobre el sujeto con el que interactuaban, eran muy similares, así que a mí me llevó a sospechar que era alguien que estaba estafando”, deslizó.
Para finalizar, relató el “modus operandi” de esos casos. “Había mucha charla, mucha confianza y después, les pedía plata o bien, si tenían una cita nunca tenía plata para pagar y siempre lo hacía el otro. Eran todas conductas no muy raras pero todos se sintieron estafados. Les prestaban plata y después, no lo veían más”, concluyó.