Massoni recargado: la estupidez no se cansa de insistir

02 DIC 2025 - 8:56 | Actualizado 02 DIC 2025 - 9:10

Por Esteban Gallo

Según afirman algunos medios periodísticos de la zona, el lanzamiento de la candidatura a intendente municipal de Federico Massoni es inminente.


No haber pasado el filtro de la interna radical de 2023, en la que perdió por paliza, en todas las mesas de Trelew, con Gerardo Merino, es una espina que el abogado tiene clavada en su cuerpo tatuado.

Conociendo el perfil del personaje del que estamos hablando, es muy fácil decodificar lo que ocurrirá en los próximos dos años. Veremos un candidato desbocado, tirando frases al voleo, transformando el escenario electoral del Valle en shows mediáticos lamentables, igual que lo hacía cuando era ministro de Seguridad de la provincia, mientras se pavoneaba “en cuero” para mostrar sus músculos, creyéndose Capitán América.

Nada de política, puro show y muy bizarro. Eso es lo que se viene. No digan después que no les avisamos.

En la última semana, Massoni cosechó algunos minutos de fama, en su rol de abogado denunciante de una causa que se sigue a ex funcionarios de la Cooperativa Eléctrica de Madryn, durante la gestión de Harry Woodley.

En esas circunstancias y aprovechando los minutos de exposición que siempre le brindan algunos medios amigos, arremetió contra las Cooperativas y el sindicato de Luz y Fuerza, que se ha transformado en uno de sus blancos preferidos.

Como el sentido de la oportunidad no es una cualidad que caracterice a Massoni, los últimos cuestionamientos se produjeron en el mismo momento en que Luz y Fuerza inauguraba el centro médico Los Juncos en Puerto Madryn.


Una obra descomunal de 760 metros cuadrados, con 11 consultorios en el que se atenderán a 300 personas por día en las especialidades más diversas con los mejores profesionales de la ciudad.

Mientras Massoni habla por hablar, el sindicato responde trabajando, invirtiendo y cuidando la salud de sus afiliados y de toda la comunidad de Madryn.

Los ataques de Massoni al gremio que conduce Héctor González son tan disparatados que ha llegado a cuestionar la defensa que el sindicato hace de los derechos de los empleados de la Cooperativa.
No se puede ser más absurdo. ¿Para qué carajo está un sindicato si no es para defender a sus representados?

Esos trabajadores a los que Massoni también detesta, son los que laburan todos los días para asegurar el funcionamiento de los servicios de la ciudad que él quiere gobernar. Son los que, durante el último temporal de viento y lluvia, trabajaron colgados a los postes de luz, arriesgando su vida, mientras “el adonis de la salada” levantaba pesas en el gimnasio.

Como la seriedad es una virtud que sacrificó hace rato y no le teme al ridículo, Massoni dispara contra todo el mundo. Por el mismo tema de las Cooperativas también “cobraron” los intendentes, ex funcionarios de las entidades, el juez federal, empresas supuestamente beneficiadas con contratos hechos a medida, y todo el que pasaba cerca.

No hay nada que la comunidad no sepa. Su perfil de acusador serial es archiconocido.

Massoni es la misma persona que acusaba por los delitos de evasión tributaria y lavado de dinero a Gustavo González, a Tato Ceresetto y al resto de los popes de la flota amarilla de Rawson y decía que algunos funcionarios también tenían que ir presos.

¿Qué pasó con la denuncia de 4.500 millones de pesos de evasión de la que no habla más?

Aquellas imputaciones también tuvieron como destinatario a Nacho Torres cuando era senador nacional. Pero como sus acusaciones tienen fecha de vencimiento, terminó arrastrándose lastimosamente por un cargo que el gobernador nunca le concedió.

La coherencia tampoco es una cualidad que haya podido cultivar.


Ahora quiere ser candidato a intendente por la Libertad Avanza, pero antes, respaldó a Das Neves, fue dirigente del PICH, funcionario de Pérez Catán, secretario de Seguridad en el gobierno kirchnerista de Martín Buzzi, ministro de Seguridad de Mariano Arcioni y candidato a senador de Sergio Massa. Luego, perdió la interna en el radicalismo y ahora vuelve al ruedo con más de lo mismo, pero recargado.

Albert Camus decía que la estupidez de no se cansa de insistir.

El autor de la Peste tiene razón. Ahí viene Massoni otra vez.

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02 DIC 2025 - 8:56

Por Esteban Gallo

Según afirman algunos medios periodísticos de la zona, el lanzamiento de la candidatura a intendente municipal de Federico Massoni es inminente.


No haber pasado el filtro de la interna radical de 2023, en la que perdió por paliza, en todas las mesas de Trelew, con Gerardo Merino, es una espina que el abogado tiene clavada en su cuerpo tatuado.

Conociendo el perfil del personaje del que estamos hablando, es muy fácil decodificar lo que ocurrirá en los próximos dos años. Veremos un candidato desbocado, tirando frases al voleo, transformando el escenario electoral del Valle en shows mediáticos lamentables, igual que lo hacía cuando era ministro de Seguridad de la provincia, mientras se pavoneaba “en cuero” para mostrar sus músculos, creyéndose Capitán América.

Nada de política, puro show y muy bizarro. Eso es lo que se viene. No digan después que no les avisamos.

En la última semana, Massoni cosechó algunos minutos de fama, en su rol de abogado denunciante de una causa que se sigue a ex funcionarios de la Cooperativa Eléctrica de Madryn, durante la gestión de Harry Woodley.

En esas circunstancias y aprovechando los minutos de exposición que siempre le brindan algunos medios amigos, arremetió contra las Cooperativas y el sindicato de Luz y Fuerza, que se ha transformado en uno de sus blancos preferidos.

Como el sentido de la oportunidad no es una cualidad que caracterice a Massoni, los últimos cuestionamientos se produjeron en el mismo momento en que Luz y Fuerza inauguraba el centro médico Los Juncos en Puerto Madryn.


Una obra descomunal de 760 metros cuadrados, con 11 consultorios en el que se atenderán a 300 personas por día en las especialidades más diversas con los mejores profesionales de la ciudad.

Mientras Massoni habla por hablar, el sindicato responde trabajando, invirtiendo y cuidando la salud de sus afiliados y de toda la comunidad de Madryn.

Los ataques de Massoni al gremio que conduce Héctor González son tan disparatados que ha llegado a cuestionar la defensa que el sindicato hace de los derechos de los empleados de la Cooperativa.
No se puede ser más absurdo. ¿Para qué carajo está un sindicato si no es para defender a sus representados?

Esos trabajadores a los que Massoni también detesta, son los que laburan todos los días para asegurar el funcionamiento de los servicios de la ciudad que él quiere gobernar. Son los que, durante el último temporal de viento y lluvia, trabajaron colgados a los postes de luz, arriesgando su vida, mientras “el adonis de la salada” levantaba pesas en el gimnasio.

Como la seriedad es una virtud que sacrificó hace rato y no le teme al ridículo, Massoni dispara contra todo el mundo. Por el mismo tema de las Cooperativas también “cobraron” los intendentes, ex funcionarios de las entidades, el juez federal, empresas supuestamente beneficiadas con contratos hechos a medida, y todo el que pasaba cerca.

No hay nada que la comunidad no sepa. Su perfil de acusador serial es archiconocido.

Massoni es la misma persona que acusaba por los delitos de evasión tributaria y lavado de dinero a Gustavo González, a Tato Ceresetto y al resto de los popes de la flota amarilla de Rawson y decía que algunos funcionarios también tenían que ir presos.

¿Qué pasó con la denuncia de 4.500 millones de pesos de evasión de la que no habla más?

Aquellas imputaciones también tuvieron como destinatario a Nacho Torres cuando era senador nacional. Pero como sus acusaciones tienen fecha de vencimiento, terminó arrastrándose lastimosamente por un cargo que el gobernador nunca le concedió.

La coherencia tampoco es una cualidad que haya podido cultivar.


Ahora quiere ser candidato a intendente por la Libertad Avanza, pero antes, respaldó a Das Neves, fue dirigente del PICH, funcionario de Pérez Catán, secretario de Seguridad en el gobierno kirchnerista de Martín Buzzi, ministro de Seguridad de Mariano Arcioni y candidato a senador de Sergio Massa. Luego, perdió la interna en el radicalismo y ahora vuelve al ruedo con más de lo mismo, pero recargado.

Albert Camus decía que la estupidez de no se cansa de insistir.

El autor de la Peste tiene razón. Ahí viene Massoni otra vez.