El 3 de diciembre de 2025, Whales Argentina y Mariscope protagonizaron un hito para la ciencia marina patagónica. Por primera vez en la historia, un robot submarino de Mariscope fue desplegado desde la embarcación Pinino VII de Whales Argentina para descender más de 170 metros, hasta el punto más profundo de la boca del Golfo Nuevo.
Un logro técnico que, aunque nacido del esfuerzo local de dos pymes, abre una ventana enorme al conocimiento del ecosistema marino que rodea la Península Valdés.
Tecnología compacta, máxima profundidad
El Golfo Nuevo se formó a partir de antiguos eventos geológicos que dieron origen a una abertura profunda hacia el mar abierto. Hasta hoy, ese entorno extremo seguía siendo un territorio casi desconocido.
Con un sistema de robótica compacta y una logística mínima, un verdadero ejemplo de eficiencia aplicada, el equipo consiguió realizar filmaciones, registros de alta definición del fondo marino.
A bordo participaron científicos vinculados a las campañas del buque Falkor, especialistas en tecnología marina, investigadores de la Universidad Nacional de La Plata y personal técnico del Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut. Una misión interdisciplinaria que dio a este descenso un valor científico excepcional.
Imágenes inéditas y un ecosistema que sorprende
Lo observado superó todas las expectativas. Las imágenes muestran un ambiente de alta diversidad biológica, con presencia de múltiples organismos bentónicos y evidencia clara de corrientes submarinas de gran energía, capaces de modelar el sedimento y crear estructuras características del movimiento intenso del agua.
Contra lo esperado para esta profundidad —donde suelen dominar sedimentos fangosos— el fondo presentó cantos rodados, gravas, arenas y sectores rocosos. Un mosaico de sustratos que favorece la oxigenación y crea un entorno ideal para una biodiversidad notablemente rica.
Cualquier buzo experimentado lo imaginaría de inmediato: si esa profundidad fuera accesible, sería uno de los mejores sitios de inmersión de toda la región.
Una alianza que ya dejó huella
Este operativo no fue un hecho aislado. Whales Argentina y Mariscope llevan años trabajando juntas en misiones de gran complejidad: desde búsquedas de naufragios hasta colaboraciones para NOAA en tareas de calibración de satélites atmosféricos.
Hoy, vuelven a demostrar que dos empresas privadas, con recursos propios y equipos humanos altamente comprometidos, pueden lograr resultados que contribuyen de manera directa al conocimiento de los golfos patagónicos y a la conservación de sus ecosistemas.
La información obtenida en esta misión permitirá profundizar el estudio de la dinámica oceánica, la biodiversidad y los procesos que dan forma a uno de los sistemas marinos más valiosos del país.
Un hito local que pone en evidencia lo que puede lograrse cuando la tecnología, la experiencia y el compromiso se encuentran sobre un mismo pontón, en medio del mar patagónico.

El 3 de diciembre de 2025, Whales Argentina y Mariscope protagonizaron un hito para la ciencia marina patagónica. Por primera vez en la historia, un robot submarino de Mariscope fue desplegado desde la embarcación Pinino VII de Whales Argentina para descender más de 170 metros, hasta el punto más profundo de la boca del Golfo Nuevo.
Un logro técnico que, aunque nacido del esfuerzo local de dos pymes, abre una ventana enorme al conocimiento del ecosistema marino que rodea la Península Valdés.
Tecnología compacta, máxima profundidad
El Golfo Nuevo se formó a partir de antiguos eventos geológicos que dieron origen a una abertura profunda hacia el mar abierto. Hasta hoy, ese entorno extremo seguía siendo un territorio casi desconocido.
Con un sistema de robótica compacta y una logística mínima, un verdadero ejemplo de eficiencia aplicada, el equipo consiguió realizar filmaciones, registros de alta definición del fondo marino.
A bordo participaron científicos vinculados a las campañas del buque Falkor, especialistas en tecnología marina, investigadores de la Universidad Nacional de La Plata y personal técnico del Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut. Una misión interdisciplinaria que dio a este descenso un valor científico excepcional.
Imágenes inéditas y un ecosistema que sorprende
Lo observado superó todas las expectativas. Las imágenes muestran un ambiente de alta diversidad biológica, con presencia de múltiples organismos bentónicos y evidencia clara de corrientes submarinas de gran energía, capaces de modelar el sedimento y crear estructuras características del movimiento intenso del agua.
Contra lo esperado para esta profundidad —donde suelen dominar sedimentos fangosos— el fondo presentó cantos rodados, gravas, arenas y sectores rocosos. Un mosaico de sustratos que favorece la oxigenación y crea un entorno ideal para una biodiversidad notablemente rica.
Cualquier buzo experimentado lo imaginaría de inmediato: si esa profundidad fuera accesible, sería uno de los mejores sitios de inmersión de toda la región.
Una alianza que ya dejó huella
Este operativo no fue un hecho aislado. Whales Argentina y Mariscope llevan años trabajando juntas en misiones de gran complejidad: desde búsquedas de naufragios hasta colaboraciones para NOAA en tareas de calibración de satélites atmosféricos.
Hoy, vuelven a demostrar que dos empresas privadas, con recursos propios y equipos humanos altamente comprometidos, pueden lograr resultados que contribuyen de manera directa al conocimiento de los golfos patagónicos y a la conservación de sus ecosistemas.
La información obtenida en esta misión permitirá profundizar el estudio de la dinámica oceánica, la biodiversidad y los procesos que dan forma a uno de los sistemas marinos más valiosos del país.
Un hito local que pone en evidencia lo que puede lograrse cuando la tecnología, la experiencia y el compromiso se encuentran sobre un mismo pontón, en medio del mar patagónico.