Al final del partido entre Tigre y Boca Juniors los dirigidos por Falcioni se dirigian al micro y todo presagiaba una desconcentración normal como suele pasar habitualmente. Sin embargo la violencia se presentó de repente y rompió la calma apenas en un instante. <br /><br />Los jugadores de Boca Juniors se tomaron a golpes de puños con los hinchas del equipo local, los enfrentamientos duraron unos 60 segundos que desembocaron en un descontrol que incluyó disparos de balas de goma y heridos.<br /><br />Hablar del tema violencia en el fútbol argentino es algo difícil de entender y que no deja de espantar cada fin de semana. Ni siquiera pensar en la falta de prevención, porque alguien se olvidó de que la salida de los jugadores de Boca podía cruzarse con la de algunos hinchas locales, en un sector donde suelen esperar por los jugadores del Matador. Sí, sobre la calle Facello, donde siempre entra y sale el equipo visitante cuando le toca jugar con Tigre en Victoria. Aunque eso también sea increíble, por un momento repasemos la intencionalidad de una persona que en vez de festejar el triunfo propio pierde su tiempo en enrostrársela al rival.<br /><br />Los altercados se originaron cuando un grupo de hinchas con camisetas de Tigre se acercaron más de lo debido a los jugadores xeneizes con la intención de cargarlos por la victoria de su equipo por 2-1. Luego de los insultos y de lanzarles salivazos los jugadores de Boca reaccionaron y el caos estalló cuando Franco Sosa les escupió un chicle por la ventanilla del micro.<br /><br />Seguidamente los hinchas de Tigre carcagaron contra Agustin Orion, Franco Sosa, Silva y Rolando Schiavi quienes se bajaron del ómnibus para enfretarlos en las esquina de Pasteur y Facello (ex Vélez Sarsfield).De los cuatro, Schiavi, Silva y Sosa fueron los más exaltados y la pelea se detuvo con la intervención de compañeros y allegados y el disparo de balas de goma de la policía bonaerense.<br /><br />Luego el técnico de Tigre Rodolfo Arruabarrena, y su ayudante, Diego Markic, fueron los que se metieron en el medio de la batalla para intentar calmar a los jugadores de Boca y alejar a los violentos hinchas locales que, desafiantes, no dejaban de tirar más leña al fuego a la situación.<br /><br />Lamentablemente uno de los balazos de goma disparados por la policía impactó en la pierna de uno de los responsables del área de prensa de Tigre, Ezequiel Feinsilver, quien recibió las primeras atenciones en el lugar. Finalmente los jugadores de Boca se subieron al micro, que se alejó con una fuerte custodia de seguridad.<br /><br />
Al final del partido entre Tigre y Boca Juniors los dirigidos por Falcioni se dirigian al micro y todo presagiaba una desconcentración normal como suele pasar habitualmente. Sin embargo la violencia se presentó de repente y rompió la calma apenas en un instante. <br /><br />Los jugadores de Boca Juniors se tomaron a golpes de puños con los hinchas del equipo local, los enfrentamientos duraron unos 60 segundos que desembocaron en un descontrol que incluyó disparos de balas de goma y heridos.<br /><br />Hablar del tema violencia en el fútbol argentino es algo difícil de entender y que no deja de espantar cada fin de semana. Ni siquiera pensar en la falta de prevención, porque alguien se olvidó de que la salida de los jugadores de Boca podía cruzarse con la de algunos hinchas locales, en un sector donde suelen esperar por los jugadores del Matador. Sí, sobre la calle Facello, donde siempre entra y sale el equipo visitante cuando le toca jugar con Tigre en Victoria. Aunque eso también sea increíble, por un momento repasemos la intencionalidad de una persona que en vez de festejar el triunfo propio pierde su tiempo en enrostrársela al rival.<br /><br />Los altercados se originaron cuando un grupo de hinchas con camisetas de Tigre se acercaron más de lo debido a los jugadores xeneizes con la intención de cargarlos por la victoria de su equipo por 2-1. Luego de los insultos y de lanzarles salivazos los jugadores de Boca reaccionaron y el caos estalló cuando Franco Sosa les escupió un chicle por la ventanilla del micro.<br /><br />Seguidamente los hinchas de Tigre carcagaron contra Agustin Orion, Franco Sosa, Silva y Rolando Schiavi quienes se bajaron del ómnibus para enfretarlos en las esquina de Pasteur y Facello (ex Vélez Sarsfield).De los cuatro, Schiavi, Silva y Sosa fueron los más exaltados y la pelea se detuvo con la intervención de compañeros y allegados y el disparo de balas de goma de la policía bonaerense.<br /><br />Luego el técnico de Tigre Rodolfo Arruabarrena, y su ayudante, Diego Markic, fueron los que se metieron en el medio de la batalla para intentar calmar a los jugadores de Boca y alejar a los violentos hinchas locales que, desafiantes, no dejaban de tirar más leña al fuego a la situación.<br /><br />Lamentablemente uno de los balazos de goma disparados por la policía impactó en la pierna de uno de los responsables del área de prensa de Tigre, Ezequiel Feinsilver, quien recibió las primeras atenciones en el lugar. Finalmente los jugadores de Boca se subieron al micro, que se alejó con una fuerte custodia de seguridad.<br /><br />