La conducción del Banco del Chubut recibió una mala noticia en los últimos días: la exigente Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, dependiente del Banco Central, le comunicó oficialmente que los controles internos que la entidad chubutense realizó entre el 1º de julio de 2008 y el 31 de diciembre de 2009 fueron “inadecuados”.<br /><br />A través de una carta de notificación emitida el pasado 3 de noviembre, el Banco Central le informó oficialmente al Comité de Auditoría del Banco del Chubut que tras revisar la labor de los responsables del control interno de la entidad provincial decidió asignarle una calificación de “4-Inadecuada”, una nota anterior a la peor, que es “5-Inaceptable”. <br /><br />La carta enviada a principios de noviembre -a la que Jornada accedió de manera exclusiva-, lleva las firmas del inspector senior Horacio Arce y de la inspectora general Claudia Navarra, de la Gerencia de Controles del Banco Central. Palabras más, palabras menos, dice que la entidad rectora del sistema financiero argentino llegó a esa conclusión luego de analizar la labor de los encargados de los controles internos y de las respuestas enviadas por el Banco del Chubut para explicar las objeciones que se les habían hecho en julio pasado.<br /><br />Qué controla el Central<br /><br /> Aunque la carta del Central no abunda en detalles sobre las “inadecuadas” formas de control interno registradas en el Banco del Chubut, sólo basta con leer la última circular del BCRA sobre “Normas mínimas sobre controles internos para entidades financieras”, en la que se explica cuáles son los parámetros que toma la Superintendencia para controlar a los bancos: “El control interno se define ampliamente como un proceso efectuado por el directorio, la gerencia y otros miembros de una entidad financiera, diseñado para proporcionar una seguridad razonable en cuanto al logro de objetivos en las siguientes categorías: efectividad y eficiencia de las operaciones; confiabilidad de la información contable; y cumplimiento de las leyes y normas aplicables”, explica el Central.<br /><br />Y detalla: “La primera categoría aborda los objetivos de negocios básicos de una entidad, incluyendo los de desempeño, rentabilidad y protección de activos. La segunda se relaciona con la preparación confiable de estados contables e información complementaria para el Banco Central de la República Argentina y otros usuarios. La tercera se refiere al acatamiento a leyes y normas a las cuales las entidades están sujetas.” <br /><br />Algunos de estos puntos fueron los que el Comité de Auditoría del Banco del Chubut no cumplió a rajatabla para recibir una calificación tan negativa como “4- Inadecuada”.<br /><br />Una de cal, una de arena<br /><br /> Curiosamente, la dura calificación del Central al Banco del Chubut se da en medio de una excelente situación financiera de la entidad provincial, que pasó de estar al borde de la quiebra durante la última gestión radical a una recuperación notable durante la actual gestión del gobernador Mario Das Neves, que en 2004 eligió a Ernesto Rey -un ex Banco de la Provincia de Buenos Aires- para capear el temporal y recuperar las finanzas de la entidad.<br /><br />Rey, un hombre con mucha experiencia en el mercado financiero, hizo un trabajo catalogado de “brillante” por muchos analistas, y llevó al Banco del Chubut a un grado de solvencia que hacía décadas no tenía.<br /><br />Su reemplazo por Carlos García Lorea, a mediados de 2008, generó algunas dudas. Sobre todo, porque el nuevo presidente era un experto en cuestiones tributarias pero no tenía ningún tipo de experiencia en el mercado financiero. Sin embargo, con el Banco “viento en popa”, aquellos que añoraban la seriedad de Rey para conducir no se alarmaron demasiado por el cambio.<br /><br />Desde que asumió, hace poco más de dos años, García Lorea venía exponiendo una gestión de perfil bajo y sin demasiados cambios en los lineamientos generales que había impulsado su antecesor. Eso hizo que los últimos balances de la entidad siguieran expresando la buena performance que venían mostrando desde años anteriores. En los últimos días, las denuncias sobre un presunto “maltrato” del conductor del Banco hacia muchos empleados de la entidad cayeron como una bomba. El acusado sólo se limitó a decir a través de un comunicado que todo se trataba de una “interna sindical” y muchos se animaron de hablar de una “operación de prensa” contra el Banco.<br /><br />Sin embargo, a esta “luz de alerta” que encendió el Central sobre los controles internos nadie puede catalogarla de “operación” ni de “interna”. Estos informes son realizados por técnicos que evalúan con estrictas normas bancarias y sin ningún tipo de pasión política. <br /><br />Aunque de ninguna manera esta calificación pone en riesgo la solvencia y equilibrio de los números del Banco del Chubut, sin dudas es un serio llamado de atención a la conducción de García Lorea y del Comité de Auditoría que lo secunda. #<br /><br />
La conducción del Banco del Chubut recibió una mala noticia en los últimos días: la exigente Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, dependiente del Banco Central, le comunicó oficialmente que los controles internos que la entidad chubutense realizó entre el 1º de julio de 2008 y el 31 de diciembre de 2009 fueron “inadecuados”.<br /><br />A través de una carta de notificación emitida el pasado 3 de noviembre, el Banco Central le informó oficialmente al Comité de Auditoría del Banco del Chubut que tras revisar la labor de los responsables del control interno de la entidad provincial decidió asignarle una calificación de “4-Inadecuada”, una nota anterior a la peor, que es “5-Inaceptable”. <br /><br />La carta enviada a principios de noviembre -a la que Jornada accedió de manera exclusiva-, lleva las firmas del inspector senior Horacio Arce y de la inspectora general Claudia Navarra, de la Gerencia de Controles del Banco Central. Palabras más, palabras menos, dice que la entidad rectora del sistema financiero argentino llegó a esa conclusión luego de analizar la labor de los encargados de los controles internos y de las respuestas enviadas por el Banco del Chubut para explicar las objeciones que se les habían hecho en julio pasado.<br /><br />Qué controla el Central<br /><br /> Aunque la carta del Central no abunda en detalles sobre las “inadecuadas” formas de control interno registradas en el Banco del Chubut, sólo basta con leer la última circular del BCRA sobre “Normas mínimas sobre controles internos para entidades financieras”, en la que se explica cuáles son los parámetros que toma la Superintendencia para controlar a los bancos: “El control interno se define ampliamente como un proceso efectuado por el directorio, la gerencia y otros miembros de una entidad financiera, diseñado para proporcionar una seguridad razonable en cuanto al logro de objetivos en las siguientes categorías: efectividad y eficiencia de las operaciones; confiabilidad de la información contable; y cumplimiento de las leyes y normas aplicables”, explica el Central.<br /><br />Y detalla: “La primera categoría aborda los objetivos de negocios básicos de una entidad, incluyendo los de desempeño, rentabilidad y protección de activos. La segunda se relaciona con la preparación confiable de estados contables e información complementaria para el Banco Central de la República Argentina y otros usuarios. La tercera se refiere al acatamiento a leyes y normas a las cuales las entidades están sujetas.” <br /><br />Algunos de estos puntos fueron los que el Comité de Auditoría del Banco del Chubut no cumplió a rajatabla para recibir una calificación tan negativa como “4- Inadecuada”.<br /><br />Una de cal, una de arena<br /><br /> Curiosamente, la dura calificación del Central al Banco del Chubut se da en medio de una excelente situación financiera de la entidad provincial, que pasó de estar al borde de la quiebra durante la última gestión radical a una recuperación notable durante la actual gestión del gobernador Mario Das Neves, que en 2004 eligió a Ernesto Rey -un ex Banco de la Provincia de Buenos Aires- para capear el temporal y recuperar las finanzas de la entidad.<br /><br />Rey, un hombre con mucha experiencia en el mercado financiero, hizo un trabajo catalogado de “brillante” por muchos analistas, y llevó al Banco del Chubut a un grado de solvencia que hacía décadas no tenía.<br /><br />Su reemplazo por Carlos García Lorea, a mediados de 2008, generó algunas dudas. Sobre todo, porque el nuevo presidente era un experto en cuestiones tributarias pero no tenía ningún tipo de experiencia en el mercado financiero. Sin embargo, con el Banco “viento en popa”, aquellos que añoraban la seriedad de Rey para conducir no se alarmaron demasiado por el cambio.<br /><br />Desde que asumió, hace poco más de dos años, García Lorea venía exponiendo una gestión de perfil bajo y sin demasiados cambios en los lineamientos generales que había impulsado su antecesor. Eso hizo que los últimos balances de la entidad siguieran expresando la buena performance que venían mostrando desde años anteriores. En los últimos días, las denuncias sobre un presunto “maltrato” del conductor del Banco hacia muchos empleados de la entidad cayeron como una bomba. El acusado sólo se limitó a decir a través de un comunicado que todo se trataba de una “interna sindical” y muchos se animaron de hablar de una “operación de prensa” contra el Banco.<br /><br />Sin embargo, a esta “luz de alerta” que encendió el Central sobre los controles internos nadie puede catalogarla de “operación” ni de “interna”. Estos informes son realizados por técnicos que evalúan con estrictas normas bancarias y sin ningún tipo de pasión política. <br /><br />Aunque de ninguna manera esta calificación pone en riesgo la solvencia y equilibrio de los números del Banco del Chubut, sin dudas es un serio llamado de atención a la conducción de García Lorea y del Comité de Auditoría que lo secunda. #<br /><br />