La etapa de alegatos debió culminar ayer pero a último momento pidió la palabra el defensor Ramón Monje, que mantuvo silencio en casi todo el juicio y sólo a veces se peleó con el querellante Rodrigo Borda. “A mí me han acallado pese a que vengo con los puños llenos de verdades, como dijo Sarmiento en pleno Senado tras un atentado contra su vida”, se comparó el veterano abogado arrastrando las palabras, inaudibles a veces y hundido en su sillón, sin quitarse nunca la campera.
Le dijo al juez Guanziroli que quería alegar por el capitán Carlos Vázquez, a quien definió como “héroe de la guerra de las Malvinas”. Pero eso sí: pidió un cuarto intermedio o bien pasar a la próxima audiencia. “No estoy bien, me siento un poco desarticulado y descompensado”, aseguró sin parar de tomar agua.
-¿Vázquez no tiene otro co-defensor?, preguntó Guanziroli.
-Las defensas están divididas y lo quiero hacer personalmente, no quiero cargarle el mochuelo a mi colega (Eduardo Iglesias) porque tendría que improvisar.
Para apurar la cosa, el querellante Eduardo Hualpa sugirió un descanso para recuperar a Monje el mismo día. “Personalmente no tengo inconveniente en pronunciar mi alegato ahora –retrucó el defensor-. No rehuyo el combate ni quiero dilatar esto pero no estoy en condiciones físicas de hacer un esfuerzo ahora, por eso pido lo que pido”. El secretario del tribunal, Mariano Miquelarena, hasta debió pararse para acercarle el micrófono a la boca. El juez observó al letrado pálido y bastante desencajado y decidió que alegue el 14 de junio a las 10.
Otro que se enojó fue el fiscal federal Fernando Gélvez. Es que ese 14 de junio, luego del alegato de Monje, los acusadores iniciarán las réplicas, la etapa del juicio cuando las partes aclaran las observaciones que les hacen del otro lado. Es la parte final antes de la sentencia. El defensor Javier Reuter interpretó que como los querellantes tendrán 14 días para preparar su texto, “por igualdad de armas pediremos el mismo plazo para la defensa”. Esto llevaría el juicio hasta julio.
“Nos oponemos –advirtió Gélvez con tono elevado-. Para no dilatar esto tuvimos toda la paciencia y siempre hemos acompañado lo que dijo el tribunal. Es de muy mal gusto de parte de Reuter querer 14 días porque nosotros debemos contestar las nulidades, ellos no deben contestar nada y el debate se clausura allí; ya emitieron sus opiniones y es una inconsecuencia que afecta el plazo razonable para que sus defendidos obtengan una absolución o una condena”. Cuando la discusión se calentaba, un áspero Guanziroli levantó la audiencia.#
La etapa de alegatos debió culminar ayer pero a último momento pidió la palabra el defensor Ramón Monje, que mantuvo silencio en casi todo el juicio y sólo a veces se peleó con el querellante Rodrigo Borda. “A mí me han acallado pese a que vengo con los puños llenos de verdades, como dijo Sarmiento en pleno Senado tras un atentado contra su vida”, se comparó el veterano abogado arrastrando las palabras, inaudibles a veces y hundido en su sillón, sin quitarse nunca la campera.
Le dijo al juez Guanziroli que quería alegar por el capitán Carlos Vázquez, a quien definió como “héroe de la guerra de las Malvinas”. Pero eso sí: pidió un cuarto intermedio o bien pasar a la próxima audiencia. “No estoy bien, me siento un poco desarticulado y descompensado”, aseguró sin parar de tomar agua.
-¿Vázquez no tiene otro co-defensor?, preguntó Guanziroli.
-Las defensas están divididas y lo quiero hacer personalmente, no quiero cargarle el mochuelo a mi colega (Eduardo Iglesias) porque tendría que improvisar.
Para apurar la cosa, el querellante Eduardo Hualpa sugirió un descanso para recuperar a Monje el mismo día. “Personalmente no tengo inconveniente en pronunciar mi alegato ahora –retrucó el defensor-. No rehuyo el combate ni quiero dilatar esto pero no estoy en condiciones físicas de hacer un esfuerzo ahora, por eso pido lo que pido”. El secretario del tribunal, Mariano Miquelarena, hasta debió pararse para acercarle el micrófono a la boca. El juez observó al letrado pálido y bastante desencajado y decidió que alegue el 14 de junio a las 10.
Otro que se enojó fue el fiscal federal Fernando Gélvez. Es que ese 14 de junio, luego del alegato de Monje, los acusadores iniciarán las réplicas, la etapa del juicio cuando las partes aclaran las observaciones que les hacen del otro lado. Es la parte final antes de la sentencia. El defensor Javier Reuter interpretó que como los querellantes tendrán 14 días para preparar su texto, “por igualdad de armas pediremos el mismo plazo para la defensa”. Esto llevaría el juicio hasta julio.
“Nos oponemos –advirtió Gélvez con tono elevado-. Para no dilatar esto tuvimos toda la paciencia y siempre hemos acompañado lo que dijo el tribunal. Es de muy mal gusto de parte de Reuter querer 14 días porque nosotros debemos contestar las nulidades, ellos no deben contestar nada y el debate se clausura allí; ya emitieron sus opiniones y es una inconsecuencia que afecta el plazo razonable para que sus defendidos obtengan una absolución o una condena”. Cuando la discusión se calentaba, un áspero Guanziroli levantó la audiencia.#