El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, aseguró hoy que a partir del mes de mayo o junio, cuando comiencen en Santa Cruz los trabajos de las represas hidroeléctricas Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic "se va a ver una verdadera revolución de empleo, de plena ocupación y de actividad económica en la provincia".
Estas obras "vienen a cambiar definitivamente los destinos, no sólo de Santa Cruz, sino de la región patagónica y de la matriz energética argentina", dijo De Vido en el acto de apertura de sobres de la licitación en la que se presentaron cinco grupos.
Se trata de "una oferta de 5.000 millones de dólares, que es el monto total de la licitación, y una obligación de financiamiento de por lo menos el 50%; es decir, una propuesta de crédito para la Argentina de 2.500 millones", dijo el ministro en el acto desarrollado en el microcine del Ministerio de Economía.
El primero de los grupos interesado en las represas está conformado por las empresas locales Electroingeniería e Hidrocuyo S.A., junto con la china Gezhouba Group Company Limited (responsable del 70% de Tres Gargantas, la hidroeléctrica más grande del mundo).
El segundo compromiso, de UTE (unión transitoria de empresas) incluye a la argentina Pescarmona y las brasileñas Odebrecht (sucursal local) y Alston Brasil Energía y Transporte.
Conforman el tercer grupo las firmas nacionales José Cartellone, Comercial del Plata Constructora y Rovella Carranza S.A., con la coreana Hyundai Engineering Construction y la brasileña Constructora Oas.
El cuarto grupo está compuesto por las empresas argentinas Helport S.A., Panedile S.A., Eleprint S.A. e Hidroeléctrica Ameghino S.A., junto a las españolas Isolux Proyectos e Instalaciones e Isolux Ingeniería.
Por último, integran el quinto oferente las locales Iecsa S.A., Austral Construcciones S.A., Chediack S.A. y Esuco S.A., con la empresa china Sinohydro Group Ltd. (que construyó 30% de la planta de Tres Gargantas).
Ambas represas sumarán una potencia total de 1.740 Mw, el 13% de la potencia media de la Argentina, y aportarán 5.000 Gwh/año, el 5% de la energía anual del país.
El plazo de las obras es de cinco años y la industria nacional tiene que aportar como mínimo el 30% de los elementos que constituyen la represa, que va a generar 6.900 puestos de trabajo directo e indirecto, precisó De Vido.
Resaltó luego que las represas permitirán un ahorro anual de 1.100 millones de dólares, que equivalen a 1,2 millón de metros cúbicos de gasoil o 700 millones de gas natural licuado.
De Vido puso de relieve que el costo por Mw será de 2,8 millones de dólares, frente a niveles de entre 2,9 y 3,5 millones en otras plantas de Brasil, Colombia, Nicaragua, Panamá y Perú.
Destacó además el interés de empresas de diversos países por invertir en la Argentina, "lo cual es una muestra de confianza en el crecimiento del país, porque las obras se van a pagar con la energía que se genere y se consuma".
El ministro señaló además que las nuevas represas plantean "un desafío histórico que tiene un significado parecido al de la línea de 500 Kv NEA-NOA, de este a oeste, en la zona más postergada de la Argentina, donde por primera vez en décadas el Sistema Nacional Interconectado desafía al complejo industrial argentino para instalarse en esa zona".
Las obras, añadió, "exceden el tiempo de un período de gobierno, por lo cual hay que analizar claramente quién es la garantía de que este proceso de transformación se profundice y continúe: yo particularmente no tengo ninguna duda de que la garantía es la presidenta Cristina Fernández de Kirchner", concluyó De Vido.
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, aseguró hoy que a partir del mes de mayo o junio, cuando comiencen en Santa Cruz los trabajos de las represas hidroeléctricas Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic "se va a ver una verdadera revolución de empleo, de plena ocupación y de actividad económica en la provincia".
Estas obras "vienen a cambiar definitivamente los destinos, no sólo de Santa Cruz, sino de la región patagónica y de la matriz energética argentina", dijo De Vido en el acto de apertura de sobres de la licitación en la que se presentaron cinco grupos.
Se trata de "una oferta de 5.000 millones de dólares, que es el monto total de la licitación, y una obligación de financiamiento de por lo menos el 50%; es decir, una propuesta de crédito para la Argentina de 2.500 millones", dijo el ministro en el acto desarrollado en el microcine del Ministerio de Economía.
El primero de los grupos interesado en las represas está conformado por las empresas locales Electroingeniería e Hidrocuyo S.A., junto con la china Gezhouba Group Company Limited (responsable del 70% de Tres Gargantas, la hidroeléctrica más grande del mundo).
El segundo compromiso, de UTE (unión transitoria de empresas) incluye a la argentina Pescarmona y las brasileñas Odebrecht (sucursal local) y Alston Brasil Energía y Transporte.
Conforman el tercer grupo las firmas nacionales José Cartellone, Comercial del Plata Constructora y Rovella Carranza S.A., con la coreana Hyundai Engineering Construction y la brasileña Constructora Oas.
El cuarto grupo está compuesto por las empresas argentinas Helport S.A., Panedile S.A., Eleprint S.A. e Hidroeléctrica Ameghino S.A., junto a las españolas Isolux Proyectos e Instalaciones e Isolux Ingeniería.
Por último, integran el quinto oferente las locales Iecsa S.A., Austral Construcciones S.A., Chediack S.A. y Esuco S.A., con la empresa china Sinohydro Group Ltd. (que construyó 30% de la planta de Tres Gargantas).
Ambas represas sumarán una potencia total de 1.740 Mw, el 13% de la potencia media de la Argentina, y aportarán 5.000 Gwh/año, el 5% de la energía anual del país.
El plazo de las obras es de cinco años y la industria nacional tiene que aportar como mínimo el 30% de los elementos que constituyen la represa, que va a generar 6.900 puestos de trabajo directo e indirecto, precisó De Vido.
Resaltó luego que las represas permitirán un ahorro anual de 1.100 millones de dólares, que equivalen a 1,2 millón de metros cúbicos de gasoil o 700 millones de gas natural licuado.
De Vido puso de relieve que el costo por Mw será de 2,8 millones de dólares, frente a niveles de entre 2,9 y 3,5 millones en otras plantas de Brasil, Colombia, Nicaragua, Panamá y Perú.
Destacó además el interés de empresas de diversos países por invertir en la Argentina, "lo cual es una muestra de confianza en el crecimiento del país, porque las obras se van a pagar con la energía que se genere y se consuma".
El ministro señaló además que las nuevas represas plantean "un desafío histórico que tiene un significado parecido al de la línea de 500 Kv NEA-NOA, de este a oeste, en la zona más postergada de la Argentina, donde por primera vez en décadas el Sistema Nacional Interconectado desafía al complejo industrial argentino para instalarse en esa zona".
Las obras, añadió, "exceden el tiempo de un período de gobierno, por lo cual hay que analizar claramente quién es la garantía de que este proceso de transformación se profundice y continúe: yo particularmente no tengo ninguna duda de que la garantía es la presidenta Cristina Fernández de Kirchner", concluyó De Vido.