"La protesta no es una estrategia", comentaron algunos de los aproximadamente 2,3 millones de electores que acudieron hoy a las urnas pese al boicot de los islamistas, consignó la agencia de noticias DPA.
Jordania, al igual que sus vecinos árabes, se vio sacudida por una ola de protestas, y para tranquilizar a los opositores al Gobierno, el rey Abdullah II anunció hace unos días que dará más atribuciones al Parlamento.
Los diputados podrán elegir al primer ministro, cargo que hoy ocupa Abdullah Ensur, y a los miembros de su gobierno. Sin embargo, éste será un proceso que se hará "de acuerdo" con el rey, quien hasta ahora tenía esas atribuciones en forma exclusiva.
El Frente de Acción Islámico, versión jordana de los Hermanos Musulmanes, es el principal partido del país y se opone a los comicios porque argumentó que el sistema electoral beneficia a los aliados del rey. También exige cambiar la Constitución para darle más atribuciones al Parlamento.
El 60% de la ciudadanía es de procedencia palestina, más otro millón de palestinos que vive en los 12 campos de refugiados repartidos por todo el país bajo la tutela de la ONU. La población de origen beduino, principal apoyo de la monarquía, es el otro gran pilar de la sociedad jordana.
El reino de Jordania comparte fronteras con Siria, al norte; al este con Irak y Arabia Saudita, con la que también linda al sur, lo mismo que con el mar Rojo, mientras que al oeste lo hace con Israel.
Jordania es una monarquía parlamentaria en la que el poder Ejecutivo lo ejerce el rey, asistido por un jefe de Gobierno. El Legislativo está en manos del monarca y de la Asamblea Nacional, que está integrada por el Senado (40 miembros designados por el soberano) y una Cámara de Representantes (80 bancas renovadas por sufragio cada cuatro años).
Existen un total de 21 partidos políticos, entre los que se destacan el progubernamental Al Watan, la Alianza Nacional Jordana, la Unión Popular, el Partido del Progreso, el Partido Socialista Baas Arabe y el Frente de Acción Islámica, brazo político de los Hermanos Musulmanes y el principal de la oposición.
A diferencia de la mayoría de sus vecinos, Jordania no tiene recursos naturales y únicamente el 4,5% de su territorio es cultivable. El país necesita para sobrevivir la asistencia financiera de Occidente y la de los principados petroleros del Golfo.
Jordania participó en tres de las cuatro guerras árabe-israelíes: en 1948 se anexionó Cisjordania, incluido Jerusalén oriental; en 1956 luchó al lado de Egipto en el conflicto provocado por la nacionalización del canal de Suez; y en 1967, en la guerra de los Seis Días, Israel arrebató Cisjordania al reino jordano.
La reconciliación histórica entre los dos vecinos, que puso fin a 46 años de guerra, la sellaron el rey Husein y el asesinado primer ministro israelí Isaac Rabin el 25 de julio de 1994.
"La protesta no es una estrategia", comentaron algunos de los aproximadamente 2,3 millones de electores que acudieron hoy a las urnas pese al boicot de los islamistas, consignó la agencia de noticias DPA.
Jordania, al igual que sus vecinos árabes, se vio sacudida por una ola de protestas, y para tranquilizar a los opositores al Gobierno, el rey Abdullah II anunció hace unos días que dará más atribuciones al Parlamento.
Los diputados podrán elegir al primer ministro, cargo que hoy ocupa Abdullah Ensur, y a los miembros de su gobierno. Sin embargo, éste será un proceso que se hará "de acuerdo" con el rey, quien hasta ahora tenía esas atribuciones en forma exclusiva.
El Frente de Acción Islámico, versión jordana de los Hermanos Musulmanes, es el principal partido del país y se opone a los comicios porque argumentó que el sistema electoral beneficia a los aliados del rey. También exige cambiar la Constitución para darle más atribuciones al Parlamento.
El 60% de la ciudadanía es de procedencia palestina, más otro millón de palestinos que vive en los 12 campos de refugiados repartidos por todo el país bajo la tutela de la ONU. La población de origen beduino, principal apoyo de la monarquía, es el otro gran pilar de la sociedad jordana.
El reino de Jordania comparte fronteras con Siria, al norte; al este con Irak y Arabia Saudita, con la que también linda al sur, lo mismo que con el mar Rojo, mientras que al oeste lo hace con Israel.
Jordania es una monarquía parlamentaria en la que el poder Ejecutivo lo ejerce el rey, asistido por un jefe de Gobierno. El Legislativo está en manos del monarca y de la Asamblea Nacional, que está integrada por el Senado (40 miembros designados por el soberano) y una Cámara de Representantes (80 bancas renovadas por sufragio cada cuatro años).
Existen un total de 21 partidos políticos, entre los que se destacan el progubernamental Al Watan, la Alianza Nacional Jordana, la Unión Popular, el Partido del Progreso, el Partido Socialista Baas Arabe y el Frente de Acción Islámica, brazo político de los Hermanos Musulmanes y el principal de la oposición.
A diferencia de la mayoría de sus vecinos, Jordania no tiene recursos naturales y únicamente el 4,5% de su territorio es cultivable. El país necesita para sobrevivir la asistencia financiera de Occidente y la de los principados petroleros del Golfo.
Jordania participó en tres de las cuatro guerras árabe-israelíes: en 1948 se anexionó Cisjordania, incluido Jerusalén oriental; en 1956 luchó al lado de Egipto en el conflicto provocado por la nacionalización del canal de Suez; y en 1967, en la guerra de los Seis Días, Israel arrebató Cisjordania al reino jordano.
La reconciliación histórica entre los dos vecinos, que puso fin a 46 años de guerra, la sellaron el rey Husein y el asesinado primer ministro israelí Isaac Rabin el 25 de julio de 1994.