Su nombre real es Nilda Griselda López. Pero en Trelew todos la conocen como “Petty”. Tiene 4 hijos y hace 20 años que dedica su vida al bar de su propiedad, clausurado días atrás. Tiene una enfermedad terminal y pide “equidad” porque considera que la clausura fue injusta. “Si clausuran mi bar que hagan lo mismo con el resto. A mí me exigen de todo y a los otros, no”. Desmiente que en ese lugar se ejerza la prostitución y se use como VIP. A los 58 años, pide que le den la posibilidad de trabajar.
Petty recibió a Jornada bien producida y mate en mano. Habló de los riesgos de regentar una actividad nocturna y de lo mal que se siente al no tener ya esa fuente laboral. Le alquila el local a una dominicana que vive con su hijo. “Cuando clausuraron dijeron que ella ejercía la prostitución y no es así. Si había preservativos en ese sitio es porque los da el gobierno, y es mentira que existiese un cuaderno con nombres de clientes”. Es su versión respecto al motivo de allanamiento y clausura del bar.
“Muchos toman el tema para la risa”, indicó Petty. “A mí muchas veces me preguntaron si ejercía la prostitución. No la ejercí jamás. Pero el que quiere, la ejerce. Yo tuve boliches y han ido allí mujeres que sí trabajan en la calle, pero como iban a mi bar, iban a otros”.
De los acontecimientos indicó: “Es una persecución, se la agarraron conmigo. La mayoría de los bares están en peores condiciones y no pasa nada; hasta tienen baños en mal estado. A mí me exigen todo”, remarcó. Dice que en el allanamiento “golpearon la puerta y la chica les abrió. Cortaron y rompieron todo”.
“El bar está habilitado como bar, pero ellos consideraban que funciona un VIP. Ella (por la mujer dominicana) les dijo que es una vivienda particular y que vive con su hijo. Se llevaron toda la plata y un cuaderno muy viejo. Se encuentra también otra chica dominicana que hace limpieza y está blanqueada. Encontraron preservativos pero los da el Gobierno y los tiene todo el mundo”.
Petty ironizó sobre la situación y asegura que el bar es su única fuente de trabajo. “Si no quieren que funcione un bar porque a la gente no le gusta, que cierren todos los bares. Hay 3 bares juntos en la manzana”. Y suplicó: “Necesito que lo abran o poder alquilarlo, que me ayuden. Si quieren pongo un maxi kiosco pero necesito con urgencia una solución”.
El escenario se complica cuando en el lugar trabajan chicas de otras nacionalidades. “Al ver chicas dominicanas las asocian con la prostitución. No les creen que trabajan en el bar o que realizan limpieza”, remarcó. Asimismo reiteró su pedido a las autoridades para que “tengan consideración y puedan sacar la faja. No tengo plata para nada ni para pagar la luz ni comer, no tengo trabajo, mi fuente laboral es el bar”. Se refirió también a su realidad: “Como puedo, le pago el estudio a mi hijo. Tengo una enfermedad terminal. Con 58 años, ¿dónde voy a conseguir trabajo?”.
Calificó la vida nocturna y el trabajo en el bar como “muy sacrificados”. Apuntó: “Me piden los inspectores que tenga la puerta abierta cuando se trabaja; hay mucha delincuencia, todos trabajan a puertas cerradas. Si uno conoce la persona se le abre, pero ahora ingresa cualquiera, toman, se van y no pagan. ¿Qué puedo hacer sola como mujer? Tiene que haber un policía o alguien que respalde”.
“Parece que yo fuese el único bar. Hay otro acá cerca que tiene piezas, allí trabajan y no pasa nada, no le dicen nada, es el bar Petty nada más. No es fácil para una mujer trabajar ahí y criar 4 hijos”, manifestó. “En todos los bares están tomando y hay chicas alternando. Admito que a veces van al mío pero también van a todos lados. No se les puede prohibir la entrada. En la calle también hay mujeres trabajando, menores y travestis. ¿No es una vergüenza también eso? Pero no hay que discriminar a nadie, yo no lo hago, sólo quiero que se fijen en todo, no sólo en mí. Siempre lo sucio y lo malo es del bar Petty, ¿y los demás? Son todos iguales”.
“Si ponen mano dura conmigo, que lo hagan con todos”, pidió Petty. Dijo que hay muchas mujeres al frente de bares y admitió que muchas “se prostituyen” porque a veces el trabajo mismo lleva a eso. Hizo una pausa y enfatizó: “La gente lo ve mal. Quienes están en sus casas lo critican. Pero son mujeres que no tienen trabajo, que tienen hijos y necesitan mantenerlos”.
Continuó reflexionando: “No pienso mal de ese trabajo. No las felicito pero hay que preguntarse cuántas mujeres hay en la calle. Algunas no tienen dónde vivir. Es el hombre el que paga, tampoco está obligado. El hombre cuando quiere irse se va. Nadie obliga a nada, ellos van porque quieren”.
Su nombre real es Nilda Griselda López. Pero en Trelew todos la conocen como “Petty”. Tiene 4 hijos y hace 20 años que dedica su vida al bar de su propiedad, clausurado días atrás. Tiene una enfermedad terminal y pide “equidad” porque considera que la clausura fue injusta. “Si clausuran mi bar que hagan lo mismo con el resto. A mí me exigen de todo y a los otros, no”. Desmiente que en ese lugar se ejerza la prostitución y se use como VIP. A los 58 años, pide que le den la posibilidad de trabajar.
Petty recibió a Jornada bien producida y mate en mano. Habló de los riesgos de regentar una actividad nocturna y de lo mal que se siente al no tener ya esa fuente laboral. Le alquila el local a una dominicana que vive con su hijo. “Cuando clausuraron dijeron que ella ejercía la prostitución y no es así. Si había preservativos en ese sitio es porque los da el gobierno, y es mentira que existiese un cuaderno con nombres de clientes”. Es su versión respecto al motivo de allanamiento y clausura del bar.
“Muchos toman el tema para la risa”, indicó Petty. “A mí muchas veces me preguntaron si ejercía la prostitución. No la ejercí jamás. Pero el que quiere, la ejerce. Yo tuve boliches y han ido allí mujeres que sí trabajan en la calle, pero como iban a mi bar, iban a otros”.
De los acontecimientos indicó: “Es una persecución, se la agarraron conmigo. La mayoría de los bares están en peores condiciones y no pasa nada; hasta tienen baños en mal estado. A mí me exigen todo”, remarcó. Dice que en el allanamiento “golpearon la puerta y la chica les abrió. Cortaron y rompieron todo”.
“El bar está habilitado como bar, pero ellos consideraban que funciona un VIP. Ella (por la mujer dominicana) les dijo que es una vivienda particular y que vive con su hijo. Se llevaron toda la plata y un cuaderno muy viejo. Se encuentra también otra chica dominicana que hace limpieza y está blanqueada. Encontraron preservativos pero los da el Gobierno y los tiene todo el mundo”.
Petty ironizó sobre la situación y asegura que el bar es su única fuente de trabajo. “Si no quieren que funcione un bar porque a la gente no le gusta, que cierren todos los bares. Hay 3 bares juntos en la manzana”. Y suplicó: “Necesito que lo abran o poder alquilarlo, que me ayuden. Si quieren pongo un maxi kiosco pero necesito con urgencia una solución”.
El escenario se complica cuando en el lugar trabajan chicas de otras nacionalidades. “Al ver chicas dominicanas las asocian con la prostitución. No les creen que trabajan en el bar o que realizan limpieza”, remarcó. Asimismo reiteró su pedido a las autoridades para que “tengan consideración y puedan sacar la faja. No tengo plata para nada ni para pagar la luz ni comer, no tengo trabajo, mi fuente laboral es el bar”. Se refirió también a su realidad: “Como puedo, le pago el estudio a mi hijo. Tengo una enfermedad terminal. Con 58 años, ¿dónde voy a conseguir trabajo?”.
Calificó la vida nocturna y el trabajo en el bar como “muy sacrificados”. Apuntó: “Me piden los inspectores que tenga la puerta abierta cuando se trabaja; hay mucha delincuencia, todos trabajan a puertas cerradas. Si uno conoce la persona se le abre, pero ahora ingresa cualquiera, toman, se van y no pagan. ¿Qué puedo hacer sola como mujer? Tiene que haber un policía o alguien que respalde”.
“Parece que yo fuese el único bar. Hay otro acá cerca que tiene piezas, allí trabajan y no pasa nada, no le dicen nada, es el bar Petty nada más. No es fácil para una mujer trabajar ahí y criar 4 hijos”, manifestó. “En todos los bares están tomando y hay chicas alternando. Admito que a veces van al mío pero también van a todos lados. No se les puede prohibir la entrada. En la calle también hay mujeres trabajando, menores y travestis. ¿No es una vergüenza también eso? Pero no hay que discriminar a nadie, yo no lo hago, sólo quiero que se fijen en todo, no sólo en mí. Siempre lo sucio y lo malo es del bar Petty, ¿y los demás? Son todos iguales”.
“Si ponen mano dura conmigo, que lo hagan con todos”, pidió Petty. Dijo que hay muchas mujeres al frente de bares y admitió que muchas “se prostituyen” porque a veces el trabajo mismo lleva a eso. Hizo una pausa y enfatizó: “La gente lo ve mal. Quienes están en sus casas lo critican. Pero son mujeres que no tienen trabajo, que tienen hijos y necesitan mantenerlos”.
Continuó reflexionando: “No pienso mal de ese trabajo. No las felicito pero hay que preguntarse cuántas mujeres hay en la calle. Algunas no tienen dónde vivir. Es el hombre el que paga, tampoco está obligado. El hombre cuando quiere irse se va. Nadie obliga a nada, ellos van porque quieren”.