Una situación de extrema tensión vivió una mujer que estaba trabajando en un lavadero de ropa, ubicado en avenida Roca al 800 de Puerto Madryn, cuando una de las lavadoras se prendió fuego y se produjo una intensa explosión. La onda expansiva hizo estallar los vidrios del local comercial, localizado en la planta baja de un edifico, aunque milagrosamente no dejo heridos porque ninguna persona pasaba por la vereda en ese momento.
Una dotación de bomberos voluntarios llegó al lugar aunque la trabajadora, en evidente estado de shock emocional, con la colaboración de un transeúnte apagó el foco ígneo que se centro en la lavadora.
Al llegar los servidores públicos, acompañados por uno de los móviles de control urbano y de la policía del Chubut, se encontraron con el dantesco panorama de vidrios dispersos por toda la vereda.
Rápidamente se procedió a cortar el suministro de gas al interior del local comercial ante la presunción de una pérdida, elemento que podría explicar la razón del estallido. La inspección realizada por el personal de bomberos voluntarios no arrojó elementos extras que pudieran clarificar o abonar a otra hipótesis que no sea la explosión por la acumulación de gas.
A escasos dos metros de la puerta de ingreso al lavadero se encontraba la trabajadora, que sufrió una crisis de nervios aunque no tuvo ninguna herida más allá del estallido que generó la explosión.
La mujer agradeció la colaboración de una persona que pasaba por el lugar y que permitió controlar y apagar el fuego que partía desde el interior de una las máquinas. Ella misma relató que todo sucedió de repente y que, afortunadamente, los vidrios salieron hacia la calle porque si era a la inversa hubiera sufrido heridas en su cuerpo porque estaba muy cerca de las ventanas.
Una situación de extrema tensión vivió una mujer que estaba trabajando en un lavadero de ropa, ubicado en avenida Roca al 800 de Puerto Madryn, cuando una de las lavadoras se prendió fuego y se produjo una intensa explosión. La onda expansiva hizo estallar los vidrios del local comercial, localizado en la planta baja de un edifico, aunque milagrosamente no dejo heridos porque ninguna persona pasaba por la vereda en ese momento.
Una dotación de bomberos voluntarios llegó al lugar aunque la trabajadora, en evidente estado de shock emocional, con la colaboración de un transeúnte apagó el foco ígneo que se centro en la lavadora.
Al llegar los servidores públicos, acompañados por uno de los móviles de control urbano y de la policía del Chubut, se encontraron con el dantesco panorama de vidrios dispersos por toda la vereda.
Rápidamente se procedió a cortar el suministro de gas al interior del local comercial ante la presunción de una pérdida, elemento que podría explicar la razón del estallido. La inspección realizada por el personal de bomberos voluntarios no arrojó elementos extras que pudieran clarificar o abonar a otra hipótesis que no sea la explosión por la acumulación de gas.
A escasos dos metros de la puerta de ingreso al lavadero se encontraba la trabajadora, que sufrió una crisis de nervios aunque no tuvo ninguna herida más allá del estallido que generó la explosión.
La mujer agradeció la colaboración de una persona que pasaba por el lugar y que permitió controlar y apagar el fuego que partía desde el interior de una las máquinas. Ella misma relató que todo sucedió de repente y que, afortunadamente, los vidrios salieron hacia la calle porque si era a la inversa hubiera sufrido heridas en su cuerpo porque estaba muy cerca de las ventanas.