Muchos prefieren evitar hablar de política, sexualidad y religión. Otros hacen de estos temas disparadores de grandes obras literarias, de esas que captan la atención de los lectores ávidos de conocer otro costado de la vida de quienes nos forjaron como país y su sexualidad, muchas veces tan aberrantes como su vida misma.
La presencia de Federico Andahazi por primera vez en Puerto Madryn para presentar una obra –es asiduo visitante de la ciudad como turista- en el marco del “Verano Planeta 2011” que debuta a orillas del Golfo Nuevo como alternativa cultural de verano, permitió que un nutrido auditorio disfrutara de sus relatos, sus historias que no son ni más ni menos que la historia misma de un país que aún hoy toma como tema tabú la sexualidad.
Federico Andahazi presentó su tercer obra de la trilogía sobre sexualidad y política argentina, “Pecadores y Pecadoras” y el contacto con el público fue sublime. “La gente la pasó bien y yo también, pero insisto en que no se pueden desaprovechar estas oportunidades poco frecuentes para los autores como es conocer a sus lectores. De esta charla en particular me llevo una grata sorpresa de la gente de Puerto Madryn, quien mostró un excelente nivel de público, lectores experimentados. Me llevo el mejor de los recuerdos y la mejor de las impresiones”.
¿Cuán diferente es el argentino común al político argentino en materia de sexualidad? Esa es la cuestión que permite al lector discernir entre un prototipo y otro. Sin embargo, el autor destaca que “lo que caracteriza a la sexualidad argentina, a la política argentina y a la sexualidad y política –juntos- argentina es la hipocresía. Si hay una palabra que se puede aplicar a ambas es justamente esta, hipocresía porque hay personajes que suelen rasgarse las vestiduras hablando de moral y buenas costumbres, muchos se indignan frente a la corrupción, muchas veces ocultan algún muerto en el placard. La sexualidad es en casos una metáfora de la historia, de la política y el término, definitivamente, es hipocresía”.
“Soy un novelista que se atrevió a transitar el ensayo y la ficción”, así se define el propio Andahazi como autor, sin embargo, también confiesa con su trabajo que “esta última serie de tres libros es un largo trabajo, muy grato y divertido. Hablar de historia es difícil porque es inmediatamente entrar en polémica. Hablar de sexo no es más fácil por obvias razonas y mezclar ambos temas mucho menos aún cuando se involucra a los protagonistas de la actualidad también. No es fácil hablar de sexo, historia y contemporaneidad de manera que ha sido un desafío sumamente difícil pero muy grato y divertido”.
Sexualidad y política
La trilogía “Pecar como Dios manda”, “Argentina con pecado concebida” y “Pecadores y pecadoras” transita desde el inicio mismo del país como tal hasta la actualidad la sexualidad de los personajes políticos e históricos de Argentina. Con más de doscientos años transcurrido, son pocas las diferencias entre quienes se convirtieron en próceres y quienes llevaron adelante –o no- el país en las últimas décadas.
“Uno tiende a pesar, después de trabajar en este tema, que las libertades en materia sexual van en el mismo sentido que las flechas del tiempo pero también se puede comprobar que no siempre es tan así”, remarcó Andahazi.
Personajes como Sarmiento son los que el autor destaca entre muchísimos otros y no es para menos, Sarmiento en sus viajes discriminaba minuciosamente en qué gastaba el dinero y un ítem se resaltaba entre otros “Orgías”.
La historia conocida en las escuelas dista muchísimo a la que se puede conocer a partir de estas obras, claro está, en este caso se buscó hilvanar la historia junto a la sexualidad de sus protagonistas aunque sin pretender meterse en la cama de nadie. “Nos han enseñado la historia en la escuela omitiendo lo más jugoso de la historia. La sexualidad no es una pincelada pintoresca o un dato de color sino que atraviesa el centro de la historia y no se puede entender la historia si no se conoce la historia de la sexualidad, por eso la gente se sorprende cuando se le habla de la sexualidad de distintos personajes que condujeron el país. En muchos casos, la sexualidad modificó la historia de la Argentina”, destacó el autor que por primera vez presentó una obra en Puerto Madryn y finalizó remarcando que “la sexualidad de la gentes se parece mucho a la gente misma”.#
Muchos prefieren evitar hablar de política, sexualidad y religión. Otros hacen de estos temas disparadores de grandes obras literarias, de esas que captan la atención de los lectores ávidos de conocer otro costado de la vida de quienes nos forjaron como país y su sexualidad, muchas veces tan aberrantes como su vida misma.
La presencia de Federico Andahazi por primera vez en Puerto Madryn para presentar una obra –es asiduo visitante de la ciudad como turista- en el marco del “Verano Planeta 2011” que debuta a orillas del Golfo Nuevo como alternativa cultural de verano, permitió que un nutrido auditorio disfrutara de sus relatos, sus historias que no son ni más ni menos que la historia misma de un país que aún hoy toma como tema tabú la sexualidad.
Federico Andahazi presentó su tercer obra de la trilogía sobre sexualidad y política argentina, “Pecadores y Pecadoras” y el contacto con el público fue sublime. “La gente la pasó bien y yo también, pero insisto en que no se pueden desaprovechar estas oportunidades poco frecuentes para los autores como es conocer a sus lectores. De esta charla en particular me llevo una grata sorpresa de la gente de Puerto Madryn, quien mostró un excelente nivel de público, lectores experimentados. Me llevo el mejor de los recuerdos y la mejor de las impresiones”.
¿Cuán diferente es el argentino común al político argentino en materia de sexualidad? Esa es la cuestión que permite al lector discernir entre un prototipo y otro. Sin embargo, el autor destaca que “lo que caracteriza a la sexualidad argentina, a la política argentina y a la sexualidad y política –juntos- argentina es la hipocresía. Si hay una palabra que se puede aplicar a ambas es justamente esta, hipocresía porque hay personajes que suelen rasgarse las vestiduras hablando de moral y buenas costumbres, muchos se indignan frente a la corrupción, muchas veces ocultan algún muerto en el placard. La sexualidad es en casos una metáfora de la historia, de la política y el término, definitivamente, es hipocresía”.
“Soy un novelista que se atrevió a transitar el ensayo y la ficción”, así se define el propio Andahazi como autor, sin embargo, también confiesa con su trabajo que “esta última serie de tres libros es un largo trabajo, muy grato y divertido. Hablar de historia es difícil porque es inmediatamente entrar en polémica. Hablar de sexo no es más fácil por obvias razonas y mezclar ambos temas mucho menos aún cuando se involucra a los protagonistas de la actualidad también. No es fácil hablar de sexo, historia y contemporaneidad de manera que ha sido un desafío sumamente difícil pero muy grato y divertido”.
Sexualidad y política
La trilogía “Pecar como Dios manda”, “Argentina con pecado concebida” y “Pecadores y pecadoras” transita desde el inicio mismo del país como tal hasta la actualidad la sexualidad de los personajes políticos e históricos de Argentina. Con más de doscientos años transcurrido, son pocas las diferencias entre quienes se convirtieron en próceres y quienes llevaron adelante –o no- el país en las últimas décadas.
“Uno tiende a pesar, después de trabajar en este tema, que las libertades en materia sexual van en el mismo sentido que las flechas del tiempo pero también se puede comprobar que no siempre es tan así”, remarcó Andahazi.
Personajes como Sarmiento son los que el autor destaca entre muchísimos otros y no es para menos, Sarmiento en sus viajes discriminaba minuciosamente en qué gastaba el dinero y un ítem se resaltaba entre otros “Orgías”.
La historia conocida en las escuelas dista muchísimo a la que se puede conocer a partir de estas obras, claro está, en este caso se buscó hilvanar la historia junto a la sexualidad de sus protagonistas aunque sin pretender meterse en la cama de nadie. “Nos han enseñado la historia en la escuela omitiendo lo más jugoso de la historia. La sexualidad no es una pincelada pintoresca o un dato de color sino que atraviesa el centro de la historia y no se puede entender la historia si no se conoce la historia de la sexualidad, por eso la gente se sorprende cuando se le habla de la sexualidad de distintos personajes que condujeron el país. En muchos casos, la sexualidad modificó la historia de la Argentina”, destacó el autor que por primera vez presentó una obra en Puerto Madryn y finalizó remarcando que “la sexualidad de la gentes se parece mucho a la gente misma”.#