Piden que Macri solicite a Obama que extradite a un marino de la Masacre de Trelew

Es Roberto Guillermo Bravo, el único acusado de los crímenes en la Base “Almirante Zar” en 1972 que no pudo ser juzgado. Vive en EE.UU. desde 1973.

28 FEB 2016 - 20:46 | Actualizado

Los organismos de Derechos Humanos que se reunieron la semana pasada con el presidente Mauricio Macri le pidieron al jefe de Estado que aproveche la próxima visita de su par norteamericano, Barack Obama, para solicitar la extradición del capitán (R) Roberto Guillermo Bravo, el único acusado de la Masacre de Trelew de 1972 que no pudo ser juzgado porqye el gobierno de Estados Unidos no ha respondido el pedido de extradición que hizo en 2011 el juez federal de Rawson, Hugo Sastre.

Sin embargo, el único compromiso que Macrì asumió con los organismos defensores de los Derechos Humanos –según publicó ayer el diario Página 12- fue que la visita del Presidente Obama no interferiría con los actos por el 24 de Marzo, en el 40º aniversario del golpe militar, en la Plaza de Mayo y en todo el país.

La agrupación HIJOS, que lidera el militante Carlos “Charly” Pisoni, propuso que el documento conjunto rechazara una posible visita de Obama a la exESMA, pero los demás organismos no lo aceptaron. En cambio, el documento solicitó al gobierno nacional que reclamara al de Washington la desclasificación de archivos de Defensa, Inteligencia y Seguridad sobre el período dictatorial, la cooperación para la búsqueda de los nietos apropiados que puedan vivir allí y la extradición de Bravo.

En la reunión se plantearon los puntos de preocupación centrales del documento: “Le pedimos al presidente que nos garantice a todos las plazas del país”, dijo Pisoni en la conferencia de prensa posterior. La posible visita de Obama a la ex ESMA no figura en el documento, pero HIJOS encontró espacio para plantear su desacuerdo. “Le dijimos que para nosotros sería una gran provocación porque Estados Unidos participó del genocidio”, dijo Pisoni.

Buscado

Bravo es un marino retirado que está acusado por el juez Sastre de participar de la Masacre de Trelew, en la que murieron 16 presos políticos en la Base Aeronaval Almirante Zar el 22 de agosto de 1972, y otros tres resultaron gravemente heridos.

A fines de 2010, un juez federal del sur del Estado de la Florida, Robert Dube, rechazó una primera solicitud de extraditar al ex teniente. El magistrado, en un fallo de 21 páginas, argumentó su decisión y dio a entender que existían “dudas” sobre las evidencias presentadas contra Bravo por el juez Sastre.

El juzgamiento y posterior condena del excapitán Luis Emilio Sosa y otros autores de la Masacre por crímenes de lesa humanidad no hicieron más que confirmar que las denuncias contra Bravo no prescribieron, como argumentó en su momento la defensa del ex marino que vive en Estados Unidos desde hace casi 43 años.

Bravo llegó a ese país en 1973 y es ciudadano estadounidense desde 1987. Fue arrestado en febrero del 2010 en el sur de la Florida y liberado bajo fianza. “Debido a que las solicitudes de extradición en general son concedidas, esta es una victoria legal importante”, había dicho Neal Sonnett, su abogado defensor.

Ahora, parece, se abre otra chance de juzgarlo.

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28 FEB 2016 - 20:46

Los organismos de Derechos Humanos que se reunieron la semana pasada con el presidente Mauricio Macri le pidieron al jefe de Estado que aproveche la próxima visita de su par norteamericano, Barack Obama, para solicitar la extradición del capitán (R) Roberto Guillermo Bravo, el único acusado de la Masacre de Trelew de 1972 que no pudo ser juzgado porqye el gobierno de Estados Unidos no ha respondido el pedido de extradición que hizo en 2011 el juez federal de Rawson, Hugo Sastre.

Sin embargo, el único compromiso que Macrì asumió con los organismos defensores de los Derechos Humanos –según publicó ayer el diario Página 12- fue que la visita del Presidente Obama no interferiría con los actos por el 24 de Marzo, en el 40º aniversario del golpe militar, en la Plaza de Mayo y en todo el país.

La agrupación HIJOS, que lidera el militante Carlos “Charly” Pisoni, propuso que el documento conjunto rechazara una posible visita de Obama a la exESMA, pero los demás organismos no lo aceptaron. En cambio, el documento solicitó al gobierno nacional que reclamara al de Washington la desclasificación de archivos de Defensa, Inteligencia y Seguridad sobre el período dictatorial, la cooperación para la búsqueda de los nietos apropiados que puedan vivir allí y la extradición de Bravo.

En la reunión se plantearon los puntos de preocupación centrales del documento: “Le pedimos al presidente que nos garantice a todos las plazas del país”, dijo Pisoni en la conferencia de prensa posterior. La posible visita de Obama a la ex ESMA no figura en el documento, pero HIJOS encontró espacio para plantear su desacuerdo. “Le dijimos que para nosotros sería una gran provocación porque Estados Unidos participó del genocidio”, dijo Pisoni.

Buscado

Bravo es un marino retirado que está acusado por el juez Sastre de participar de la Masacre de Trelew, en la que murieron 16 presos políticos en la Base Aeronaval Almirante Zar el 22 de agosto de 1972, y otros tres resultaron gravemente heridos.

A fines de 2010, un juez federal del sur del Estado de la Florida, Robert Dube, rechazó una primera solicitud de extraditar al ex teniente. El magistrado, en un fallo de 21 páginas, argumentó su decisión y dio a entender que existían “dudas” sobre las evidencias presentadas contra Bravo por el juez Sastre.

El juzgamiento y posterior condena del excapitán Luis Emilio Sosa y otros autores de la Masacre por crímenes de lesa humanidad no hicieron más que confirmar que las denuncias contra Bravo no prescribieron, como argumentó en su momento la defensa del ex marino que vive en Estados Unidos desde hace casi 43 años.

Bravo llegó a ese país en 1973 y es ciudadano estadounidense desde 1987. Fue arrestado en febrero del 2010 en el sur de la Florida y liberado bajo fianza. “Debido a que las solicitudes de extradición en general son concedidas, esta es una victoria legal importante”, había dicho Neal Sonnett, su abogado defensor.

Ahora, parece, se abre otra chance de juzgarlo.


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