"Chino" Navarro: "El liderazgo de Cristina está fuera de discusión"

El diputado de la provincia de Buenos Aires y dirigente del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro, cuyos diputados nacionales dejaron el bloque del Frente para la Victoria, reclamó una profunda autocrítica interna para analizar las causas de la última derrota electoral, criticó la cerrazón en la bancada kirchnerista de la cámara baja y planteó la necesidad de dialogar con el Frente Renovador de Sergio Massa y la CGT de Hugo Moyano, para constituir un frente amplio que permite al peronismo derrotar a Cambiemos.

03 JUL 2016 - 16:59 | Actualizado

Durante un reportaje concedido a Télam, Navarro llamó a sus compañeros a asumir los errores que llevaron a la derrota al kirchnerismo, antes de acusar de traición a las voces críticas, al tiempo que propició integrar un frente "amplio y plural contra el ajuste".

A continuación se transcriben los párrafos salientes de la entrevista:

-¿Cuál fue a su juicio la causa de la derrota del Frente para la Victoria?

-No hubo una causa sino varias. Hubo limitaciones económicas estructurales como la del sector externo, la crisis internacional, errores políticos, de gestión, de campaña y de candidatos. Pero la pobreza estructural, que no pudo ser erradicada, tuvo mucho que ver en la provincia de Buenos Aires, donde los votos escaparon a Massa. Creer que todo lo que hicimos fue excepcional pero perdimos porque el discurso de Scioli no fue el mejor, porque Clarín le hizo la cabeza al pueblo y porque Macri nos engañó, es un gran error. Debemos asumir nuestra responsabilidad.

-¿Y cómo juzga a la corrupción?

-Creo que la subestimamos. En el sistema capitalista salvaje la corrupción es estructural, penetra horizontal y verticalmente a la sociedad y toca a la política, lo cual no quiere decir que todos seamos corruptos. La corrupción se subestimó en medio de un ataque mediático muy agresivo que llevó a cerrar filas y a tornarse un tanto acrítico. Lo de López nos obliga a hacernos cargo que no es un infiltrado, ni un corrupto solitario. Cuando volvamos al gobierno, debemos ser mucho más estrictos e instrumentar un control social a los poderes del estado. Podría hablar de Calcaterra, de Grindetti, de las Panamá Papers y de los 18 millones de dólares de Macri en el exterior. Puedo decir además que la derecha saquea al pueblo desde lo institucional. Pero eso solo no sirve. El daño que ha hecho López en los sectores populares es inconmensurable.

-Muchos kirchneristas creen que su reclamo de autocrítica es derrotista y funcional a Macri.

-No se trata de flagelarnos, ni de hacerle el juego a Macri, pero es importante saber por qué perdimos para no volver a cometer los mismos errores. En el caso del bloque de diputados una autocrítica hubiera permitido además diseñar una política de acuerdos con otros bloques.

-Pero el kirchnerismo tiene diferencias substanciales con otros bloques de diputados.

-Por supuesto. Pero a partir del 10 de diciembre quedó claro que Macri venía a ajustar y a empobrecer, por lo cual teníamos la obligación como primera mayoría de dialogar con otros fuerzas para constituir un frente amplio y plural contra el ajuste.

-¿Parece un contrasentido que los legisladores del Movimiento Evita hayan decidido apartarse del bloque del FPV para construir una fuerza más amplia y plural?

-Es que parecía que nuestra intención era poner palos en la rueda. La mirada acrítica que cree que todo lo que se hizo fue maravilloso persiste en el bloque. Otros creen que hay salir con los globitos como Macri. Nosotros elegimos el camino del medio, el más difícil. La tensión se agudizó con el debate de los fueros. El proyecto que presentó Tonelli no tenía sustento jurídico, pero el debate era político. Tampoco creíamos que el compañero Julio De Vido debiera pagar el pato del escándalo López. Aunque legalmente fuera criticable, nos parecía que todos los compañeros del bloque del FPV debían renunciar a sus fueros, para ponerse a disposición de la justicia, porque la sociedad estaba pidiendo gestos claros. Para liberar a la conducción del bloque y no seguir debatiendo esto permanentemente, los compañeros eligieron el camino del bloque propio, sin renunciar a la identidad kirchnerista y peronista, y en procura de un frente amplio y plural que derrote electoralmente a Macri.

-¿Quienes podrían ingresar a ese frente?

-Por ejemplo, el Frente Renovador. Yo tengo muchas diferencias con el Frente Renovador, que nos enfrentó en el 2013 y en 2015 facilitó la elección de Macri. Han sido funcionales a muchas decisiones de Macri. Pero no podemos permitir que sigan al lado de Macri en este nuevo escenario. Hay que tironearlos y traerlos. Tenemos que dialogar con el Bloque Justicialista que conduce el compañero Romero de SMATA y en el cual está Diego Bossio, que se fueron del FPV inmediatamente después del 1º de diciembre. Fuimos críticos de esa ruptura pero nunca los acusamos de traidores. Porque si partimos de esa base nos quedaremos solos. Antes de señalar con el dedo al que se equivocó reconozcamos nuestros propios errores. Podremos ser los mejores, los más puros, pero no hago política para ser el mejor, sino para cambiar la realidad. Debemos empezar por reconocer que hoy hay otra realidad y que no podemos dejar de hablar con tal o cual dirigente, porque en otro momento nos peleamos. La negativa a dialogar le facilita el camino a Macri.

-¿La cuestión se remite a dialogar solo con el Frente Renovador?

-Esta realidad dolorosa e inédita nos obliga a vincularnos por ejemplo con la CGT de Hugo Moyano, pese a que nos hayamos peleado hace dos años y con la CTA de Micheli, aunque hayamos discutido mucho. Tenemos que articular por ejemplo acciones en la calle con la Corriente Clasista y Combativa, y hablar en la Cámara de Diputados con el Bloque Justicialista, con los socialistas y con Libres del Sur. Si el peronismo va dividido, si el movimiento nacional va dividido a las próximas elecciones, seremos funcionales a Macri.

-¿Y este frente no se podía concretar desde el bloque de diputados del FPV?

-En el bloque había una gran cerrazón. No se podía hablar con otros dirigentes porque nos traicionaron, porque nos putearon o porque se fueron. Pero yo no hago política para ser parte de una fuerza testimonial. Queremos volver a ser mayoría, derrotar a Macri y volver a ser gobierno en el 2019, para lo cual hay que construir un gran frente plural. Esa fue la diferencia substancial. La discusión por los fueros fue la gota que colmó el vaso de agua.

-El menemismo construyó una alianza social y política amplia, pero ustedes lo combatieron.

-Es obvio que no queremos ser parte de un peronismo adaptado al neoliberalismo, como lo vivimos en los 90, sino levantar las banderas de los caudillos, de Rosas, Yrigoyen, Alfonsín, Perón, Néstor y Cristina. Eso no se logra desde una pureza ideológica. Podríamos ser los mejores, pero nuestro pueblo va a retroceder.

-¿El kirchnerismo bloqueaba la autocrítica y el diálogo?

-Siempre tuvimos una mirada crítica y nunca nos pusieron obstáculo, pero queremos transitar con libertad con el Movimiento Evita, sin condicionamientos. Porque si nos reunimos con un dirigente que no está en el kirchnerismo se dice que traicionamos, pese a que lo hacemos a la luz del día. Tenemos un diálogo permanente con los municipios, las provincias y el estado nacional, porque queremos reactivar las cooperativas de trabajo paralizadas desde el 10 de diciembre, de las que más de 100.000 compañeros. Allí hay reclamo y lucha, pero tenemos que hablar. Lo mismo hacen los sindicatos cuando negocian por sus trabajadores, los gobernadores por sus comprovincianos y los intendentes por sus vecinos. Cuando Alicia Kirchner o un gremio amigo negocian con el gobierno nacional, eso está muy bien, pero si lo hacemos quienes tenemos mirada crítica, está muy mal.

-¿Cristina tiene retorno?

-La respuesta la tiene la propia Cristina. Su liderazgo está fuera de discusión, lo cual se ratificó claramente el 9 de diciembre con la inédita movilización popular para agradecerle a una presidenta saliente. Ella marcó fuerte nuestra historia. Ahora decidió no ser parte de la política cotidiana. Me parece que está buscando su tiempo, nadie podrá decir que está interfiriendo. Es todo lo contrario a lo que hicieron con ella. Actúa como una demócrata que piensa en el pueblo argentino que eligió un presidente.

Enterate de las noticias de POLITICA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
03 JUL 2016 - 16:59

Durante un reportaje concedido a Télam, Navarro llamó a sus compañeros a asumir los errores que llevaron a la derrota al kirchnerismo, antes de acusar de traición a las voces críticas, al tiempo que propició integrar un frente "amplio y plural contra el ajuste".

A continuación se transcriben los párrafos salientes de la entrevista:

-¿Cuál fue a su juicio la causa de la derrota del Frente para la Victoria?

-No hubo una causa sino varias. Hubo limitaciones económicas estructurales como la del sector externo, la crisis internacional, errores políticos, de gestión, de campaña y de candidatos. Pero la pobreza estructural, que no pudo ser erradicada, tuvo mucho que ver en la provincia de Buenos Aires, donde los votos escaparon a Massa. Creer que todo lo que hicimos fue excepcional pero perdimos porque el discurso de Scioli no fue el mejor, porque Clarín le hizo la cabeza al pueblo y porque Macri nos engañó, es un gran error. Debemos asumir nuestra responsabilidad.

-¿Y cómo juzga a la corrupción?

-Creo que la subestimamos. En el sistema capitalista salvaje la corrupción es estructural, penetra horizontal y verticalmente a la sociedad y toca a la política, lo cual no quiere decir que todos seamos corruptos. La corrupción se subestimó en medio de un ataque mediático muy agresivo que llevó a cerrar filas y a tornarse un tanto acrítico. Lo de López nos obliga a hacernos cargo que no es un infiltrado, ni un corrupto solitario. Cuando volvamos al gobierno, debemos ser mucho más estrictos e instrumentar un control social a los poderes del estado. Podría hablar de Calcaterra, de Grindetti, de las Panamá Papers y de los 18 millones de dólares de Macri en el exterior. Puedo decir además que la derecha saquea al pueblo desde lo institucional. Pero eso solo no sirve. El daño que ha hecho López en los sectores populares es inconmensurable.

-Muchos kirchneristas creen que su reclamo de autocrítica es derrotista y funcional a Macri.

-No se trata de flagelarnos, ni de hacerle el juego a Macri, pero es importante saber por qué perdimos para no volver a cometer los mismos errores. En el caso del bloque de diputados una autocrítica hubiera permitido además diseñar una política de acuerdos con otros bloques.

-Pero el kirchnerismo tiene diferencias substanciales con otros bloques de diputados.

-Por supuesto. Pero a partir del 10 de diciembre quedó claro que Macri venía a ajustar y a empobrecer, por lo cual teníamos la obligación como primera mayoría de dialogar con otros fuerzas para constituir un frente amplio y plural contra el ajuste.

-¿Parece un contrasentido que los legisladores del Movimiento Evita hayan decidido apartarse del bloque del FPV para construir una fuerza más amplia y plural?

-Es que parecía que nuestra intención era poner palos en la rueda. La mirada acrítica que cree que todo lo que se hizo fue maravilloso persiste en el bloque. Otros creen que hay salir con los globitos como Macri. Nosotros elegimos el camino del medio, el más difícil. La tensión se agudizó con el debate de los fueros. El proyecto que presentó Tonelli no tenía sustento jurídico, pero el debate era político. Tampoco creíamos que el compañero Julio De Vido debiera pagar el pato del escándalo López. Aunque legalmente fuera criticable, nos parecía que todos los compañeros del bloque del FPV debían renunciar a sus fueros, para ponerse a disposición de la justicia, porque la sociedad estaba pidiendo gestos claros. Para liberar a la conducción del bloque y no seguir debatiendo esto permanentemente, los compañeros eligieron el camino del bloque propio, sin renunciar a la identidad kirchnerista y peronista, y en procura de un frente amplio y plural que derrote electoralmente a Macri.

-¿Quienes podrían ingresar a ese frente?

-Por ejemplo, el Frente Renovador. Yo tengo muchas diferencias con el Frente Renovador, que nos enfrentó en el 2013 y en 2015 facilitó la elección de Macri. Han sido funcionales a muchas decisiones de Macri. Pero no podemos permitir que sigan al lado de Macri en este nuevo escenario. Hay que tironearlos y traerlos. Tenemos que dialogar con el Bloque Justicialista que conduce el compañero Romero de SMATA y en el cual está Diego Bossio, que se fueron del FPV inmediatamente después del 1º de diciembre. Fuimos críticos de esa ruptura pero nunca los acusamos de traidores. Porque si partimos de esa base nos quedaremos solos. Antes de señalar con el dedo al que se equivocó reconozcamos nuestros propios errores. Podremos ser los mejores, los más puros, pero no hago política para ser el mejor, sino para cambiar la realidad. Debemos empezar por reconocer que hoy hay otra realidad y que no podemos dejar de hablar con tal o cual dirigente, porque en otro momento nos peleamos. La negativa a dialogar le facilita el camino a Macri.

-¿La cuestión se remite a dialogar solo con el Frente Renovador?

-Esta realidad dolorosa e inédita nos obliga a vincularnos por ejemplo con la CGT de Hugo Moyano, pese a que nos hayamos peleado hace dos años y con la CTA de Micheli, aunque hayamos discutido mucho. Tenemos que articular por ejemplo acciones en la calle con la Corriente Clasista y Combativa, y hablar en la Cámara de Diputados con el Bloque Justicialista, con los socialistas y con Libres del Sur. Si el peronismo va dividido, si el movimiento nacional va dividido a las próximas elecciones, seremos funcionales a Macri.

-¿Y este frente no se podía concretar desde el bloque de diputados del FPV?

-En el bloque había una gran cerrazón. No se podía hablar con otros dirigentes porque nos traicionaron, porque nos putearon o porque se fueron. Pero yo no hago política para ser parte de una fuerza testimonial. Queremos volver a ser mayoría, derrotar a Macri y volver a ser gobierno en el 2019, para lo cual hay que construir un gran frente plural. Esa fue la diferencia substancial. La discusión por los fueros fue la gota que colmó el vaso de agua.

-El menemismo construyó una alianza social y política amplia, pero ustedes lo combatieron.

-Es obvio que no queremos ser parte de un peronismo adaptado al neoliberalismo, como lo vivimos en los 90, sino levantar las banderas de los caudillos, de Rosas, Yrigoyen, Alfonsín, Perón, Néstor y Cristina. Eso no se logra desde una pureza ideológica. Podríamos ser los mejores, pero nuestro pueblo va a retroceder.

-¿El kirchnerismo bloqueaba la autocrítica y el diálogo?

-Siempre tuvimos una mirada crítica y nunca nos pusieron obstáculo, pero queremos transitar con libertad con el Movimiento Evita, sin condicionamientos. Porque si nos reunimos con un dirigente que no está en el kirchnerismo se dice que traicionamos, pese a que lo hacemos a la luz del día. Tenemos un diálogo permanente con los municipios, las provincias y el estado nacional, porque queremos reactivar las cooperativas de trabajo paralizadas desde el 10 de diciembre, de las que más de 100.000 compañeros. Allí hay reclamo y lucha, pero tenemos que hablar. Lo mismo hacen los sindicatos cuando negocian por sus trabajadores, los gobernadores por sus comprovincianos y los intendentes por sus vecinos. Cuando Alicia Kirchner o un gremio amigo negocian con el gobierno nacional, eso está muy bien, pero si lo hacemos quienes tenemos mirada crítica, está muy mal.

-¿Cristina tiene retorno?

-La respuesta la tiene la propia Cristina. Su liderazgo está fuera de discusión, lo cual se ratificó claramente el 9 de diciembre con la inédita movilización popular para agradecerle a una presidenta saliente. Ella marcó fuerte nuestra historia. Ahora decidió no ser parte de la política cotidiana. Me parece que está buscando su tiempo, nadie podrá decir que está interfiriendo. Es todo lo contrario a lo que hicieron con ella. Actúa como una demócrata que piensa en el pueblo argentino que eligió un presidente.


NOTICIAS RELACIONADAS