Las detenciones se realizaron por pedido del fiscal Fernando Giunta que imputó a los efectivos por el delito de "abuso sexual agravado con acceso carnal" y ordenó una serie de allanamientos.
Fuentes judiciales informaron a Télam que personal de la División de Delitos Contra la Integridad Sexual realizó ayer un operativo en la División Caballería de la Policía, en la ciudad de Mendoza.
Allí, uno de los agentes en actividad fue apresado por los efectivos, mientras que a otro de los acusados que desempeña sus tareas en la comisaría 36ta. lo detuvieron en su casa.
Por último, un policía retirado se entregó en esa sección acompañado por su abogado luego de enterarse del allanamiento en su vivienda, donde no estaba en ese momento.
“Esta es una investigación que lleva tres meses, se tomó declaración de la víctima además a otras personas muy allegada a ella, asimismo se le efectuaron exámenes psiquiátricos lo que permitió llegar con las sospechas a los tres policías”, dijo a la prensa el fiscal Giunta.
El representante del Ministerio Público aseguró que el examen psiquiátrico avaló "el relato de la víctima", aunque aclaró que habrá que "profundizarlo con la próxima medida que es comparar el ADN del niño con los detenidos”.
En tanto, Marcelo Puertas, de la Inspección General de Seguridad de Mendoza afirmó que dispusieron "el pase a pasiva de los tres policías en instrucción de sumario", lo que significa que fueron "separados de la fuerza mientras dure la investigación”.
El hecho investigado ocurrió hace diez años, cuando la víctima tenía como pareja a un policía que se desempeñaba en la sede de la Policía Montada, en el departamento de Las Heras.
Según el relato de la mujer, ella había quedado en encontrarse con su novio en un lugar cercano al destacamento pero éste nunca llegó y en su lugar encontró a los acusados, quienes la habrían hecho ingresar a un predio y abusaron sexualmente de ella.
Las detenciones se realizaron por pedido del fiscal Fernando Giunta que imputó a los efectivos por el delito de "abuso sexual agravado con acceso carnal" y ordenó una serie de allanamientos.
Fuentes judiciales informaron a Télam que personal de la División de Delitos Contra la Integridad Sexual realizó ayer un operativo en la División Caballería de la Policía, en la ciudad de Mendoza.
Allí, uno de los agentes en actividad fue apresado por los efectivos, mientras que a otro de los acusados que desempeña sus tareas en la comisaría 36ta. lo detuvieron en su casa.
Por último, un policía retirado se entregó en esa sección acompañado por su abogado luego de enterarse del allanamiento en su vivienda, donde no estaba en ese momento.
“Esta es una investigación que lleva tres meses, se tomó declaración de la víctima además a otras personas muy allegada a ella, asimismo se le efectuaron exámenes psiquiátricos lo que permitió llegar con las sospechas a los tres policías”, dijo a la prensa el fiscal Giunta.
El representante del Ministerio Público aseguró que el examen psiquiátrico avaló "el relato de la víctima", aunque aclaró que habrá que "profundizarlo con la próxima medida que es comparar el ADN del niño con los detenidos”.
En tanto, Marcelo Puertas, de la Inspección General de Seguridad de Mendoza afirmó que dispusieron "el pase a pasiva de los tres policías en instrucción de sumario", lo que significa que fueron "separados de la fuerza mientras dure la investigación”.
El hecho investigado ocurrió hace diez años, cuando la víctima tenía como pareja a un policía que se desempeñaba en la sede de la Policía Montada, en el departamento de Las Heras.
Según el relato de la mujer, ella había quedado en encontrarse con su novio en un lugar cercano al destacamento pero éste nunca llegó y en su lugar encontró a los acusados, quienes la habrían hecho ingresar a un predio y abusaron sexualmente de ella.