Según un informe, las mujeres ganan en promedio 27,2% menos que los hombres y que esa brecha salarial "ha disminuido relativamente poco desde 2003 hasta la actualidad para el empleo registrado y aumentó para el empleo no registrado, en donde el porcentaje de mujeres en esas condiciones es mayor inclusive que el de varones", precisó.
En provincias como Misiones, Salta y Chubut la situación "se agrava dramáticamente" dado que las mujeres ganan alrededor de un 65% menos que un hombre.
Al analizar los trabajadores menos capacitados, es decir aquellos con estudios secundarios incompletos, dentro de este segmento -que ya se caracteriza por salarios bajos-, las mujeres reciben en promedio remuneraciones 47% menores que sus pares varones.
En algunos casos en los que la capacitación aumenta, la brecha salarial disminuye, no obstante señalaron que "esto no es lineal" dado que en Argentina "solo el 7% de los altos cargos ejecutivos (CEO) en empresas están ocupados por mujeres y aquí la brecha salarial asciende a más de 40% en desventaja para las mujeres", agregó.
"Más allá de las diferencias circunstanciales entre unas y otras, todas compartimos el hecho de que –a pesar de realizar muchas veces el mismo o similar trabajo- ganamos menos que nuestros pares varones", puntualizó la economista Mercedes D’Alessandro.
"Los datos acompañan estas afirmaciones mostrando que no sólo se trata de un fenómeno global sino que además las acciones llevadas a cabo para reducir esta brecha salarial apenas han tenido efecto; de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), si se continúa al ritmo actual, esta no se cerrará hasta el 2086", agregó.
A su vez, la brecha salarial "no parece tener origen ni en una menor cantidad de horas de trabajo ni en la participación en sectores económicos peor pagos", explicaron.
De acuerdo a la OIT, las diferencias en características observables de cada trabajador o trabajadora, en factores como educación, experiencia laboral, sector económico, región, intensidad laboral y ocupación, sólo explican un 46,3% de la brecha de ingresos entre mujeres y varones.
"¿Y el restante 53,7% cómo se explica?"inquirió el informe, a la vez que responde que "es difícil dar una respuesta concreta a ello ya que intervienen factores esquivos o incluso de imposible medición".
No obstante, "podemos afirmar es que los datos indican que trabajadores y trabajadoras iguales en papeles reciben distinta remuneración por la realización de la misma tarea", concluyó el informe.
Según un informe, las mujeres ganan en promedio 27,2% menos que los hombres y que esa brecha salarial "ha disminuido relativamente poco desde 2003 hasta la actualidad para el empleo registrado y aumentó para el empleo no registrado, en donde el porcentaje de mujeres en esas condiciones es mayor inclusive que el de varones", precisó.
En provincias como Misiones, Salta y Chubut la situación "se agrava dramáticamente" dado que las mujeres ganan alrededor de un 65% menos que un hombre.
Al analizar los trabajadores menos capacitados, es decir aquellos con estudios secundarios incompletos, dentro de este segmento -que ya se caracteriza por salarios bajos-, las mujeres reciben en promedio remuneraciones 47% menores que sus pares varones.
En algunos casos en los que la capacitación aumenta, la brecha salarial disminuye, no obstante señalaron que "esto no es lineal" dado que en Argentina "solo el 7% de los altos cargos ejecutivos (CEO) en empresas están ocupados por mujeres y aquí la brecha salarial asciende a más de 40% en desventaja para las mujeres", agregó.
"Más allá de las diferencias circunstanciales entre unas y otras, todas compartimos el hecho de que –a pesar de realizar muchas veces el mismo o similar trabajo- ganamos menos que nuestros pares varones", puntualizó la economista Mercedes D’Alessandro.
"Los datos acompañan estas afirmaciones mostrando que no sólo se trata de un fenómeno global sino que además las acciones llevadas a cabo para reducir esta brecha salarial apenas han tenido efecto; de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), si se continúa al ritmo actual, esta no se cerrará hasta el 2086", agregó.
A su vez, la brecha salarial "no parece tener origen ni en una menor cantidad de horas de trabajo ni en la participación en sectores económicos peor pagos", explicaron.
De acuerdo a la OIT, las diferencias en características observables de cada trabajador o trabajadora, en factores como educación, experiencia laboral, sector económico, región, intensidad laboral y ocupación, sólo explican un 46,3% de la brecha de ingresos entre mujeres y varones.
"¿Y el restante 53,7% cómo se explica?"inquirió el informe, a la vez que responde que "es difícil dar una respuesta concreta a ello ya que intervienen factores esquivos o incluso de imposible medición".
No obstante, "podemos afirmar es que los datos indican que trabajadores y trabajadoras iguales en papeles reciben distinta remuneración por la realización de la misma tarea", concluyó el informe.