Juicio por jurados: un guiño a la participación ciudadana
El sistema de juicio por jurados se debatió en Trelew con la presencia de especialistas y vecinos de la comunidad. Estuvo presente la experta norteamericana Valerie Hans.
El proyecto para incluir el juicio por jurados en Chubut fue presentado ayer en el auditorio del Museo Egidio Feruglio de Trelew. Auspiciado por Grupo Jornada y la Fundación Patagonia Tercer Milenio, el evento contó con un prestigioso panel que dio cuenta de la propuesta que se impulsa para la provincia y cuáles han sido las experiencias en la Argentina y en el mundo.
Como uno de los principales impulsores estuvo en la presentación el exdefensor general de la provincia Alfredo Pérez Galimberti. Entre los expositores estuvieron el diputado Adrián López, autor del proyecto junto al fiscal de Estado Diego Martínez Zapata; Andrés Harfuch, vicepresidente de la Asociación Argentina de Juicio por Jurados; y la destacada presencia de la investigadora estadounidense especializada en estudios empíricos sobre el sistema de jurados, Valerie Hans. Además es catedrática de la Universidad de Cornell.
Una de las primeras definiciones políticas la brindó el diputado provincial López, al adelantar la intención que el sistema entre en vigencia a partir de julio de 2008, y no en 2019 como estaba previsto en un principio. De este modo, con los tiempos que implicará el proceso, los primeros juicios por jurados en Chubut se podrían estar llevando a cabo para primeros meses de 2019.
Se estima que dada las características demográficas de la provincia, similares a las de Neuquén, donde ya se aplica el sistema, habrá cerca de 20 “juicios populares” por año. El presupuesto que le demandaría al Estado en dicho caso sería cercano a los $ 2.600.000.
Chubut sería la sexta provincia que podría aplicar el sistema. Las primeras experiencias datan del año 2005, en Córdoba. Luego se sumó Neuquén en 2011, Buenos Aires en 2013, Río Negro en 2014 y finalmente Chaco, en 2015. Otra jurisdicción presta a llevar adelante la propuesta judicial es Santa Fe.
En diálogo con Jornada, el diputado López dio algunas precisiones sobre lo que será la propuesta de Chubut y marcó algunas diferencias respecto a otros proyectos que ya se aplican. “Hemos consultado a la Asociación Argentina de Juicio por Jurados, a la Procuración General, a la Defensa Pública y lo hemos ido corrigiendo, viendo experiencias”.
Remarcó que “queremos que se implemente a partir de julio de 2018, con lo cual en condiciones normales de delitos y desarrollo y etapa de investigación, en los primeros meses de 2019 estaríamos con los primeros juicios”. Explicó que “vamos a enumerar los delitos con los que irán a juicio por jurados, no queda en el arbitrio del fiscal o la querella”. Entre ellos figuran los de mayor gravedad: reclusión perpetua, homicidio, abuso sexual agravado. Y fueron incluidos otros dos de gran impacto en lo social como lo son las muertes en “picadas” de autos o producto de la alcoholemia al conducir; y el abigeato, teniendo en cuenta que sólo en 2015 se cometieron 167 hechos de este tipo (al menos que fueron denunciados) y se ha convertido en una gran preocupación de los productores del Valle.
Asimismo, López indicó que “la participación de los jurados será obligatoria, ya que se trata de una carga pública junto con el tribunal electoral provincial un sorteo los 15 de octubre de cada año”. Se eligen 1.000 jurados por circunscripción, para luego conformar un padrón general. Cada participante del jurado (son 12 con 2 suplentes cada uno) tendrá un viático, equivalente a lo que cobra un juez penal por día. Se estima que la deliberación entre el jurado tomará entre 3 y 4 días, para luego se fije la decisión del juez penal que conduce el juicio.
Una de las diferencias sustanciales respecto a otras experiencias en el país, tiene que ver con que la letra del anteproyecto en Chubut marca que se podrá llegar a la condena con mayoría absoluta (12 integrantes) o mayoría agravada (9 integrantes).
Entre los requisitos para ser jurado están ser argentino o tener 5 años de ciudadanía en caso de ser naturalizado, saber leer y escribir y ser mayor de edad.
Inhabilitados estarán aquellos que no tengan aptitud psíquica, estén involucrados en causas penales. O en el caso de ser autoridades en el Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial: como por ejemplo ser gobernador, diputado o magistrado en el caso del poder judicial.
También quedan excusadas aquellas personas que hayan sido jurado 3 años atrás, que tengan ciertas cargas familiares, los que residan en el extranjero o los mayores de 70 años. Los que sí estén en condiciones de participar y no lo hagan, será castigados con multas e inhabilitaciones.
Efectos y beneficios
La investigadora y principal referente en el mundo en juicios por jurados, Valerie Hans, dio cuenta de los resultados de algunas investigaciones que se llevaron a cabo para dar cuenta del funcionamiento del sistema, mejorarlo y ver además el efecto que el mismo tenía sobre los ciudadanos que participaban del juzgamiento.
Asimismo, hizo un repaso histórico sobre el nacimiento del sistema en los Estados Unidos y el resurgimiento en los 90 de distintas modalidades que fueron aplicadas en varios países de la comunidad europea.
Entre los beneficios, la catedrática enumeró por un lado el aporte de diversas perspectivas y experiencias, que llevan a un tratamiento más abarcativo de los casos.
Por otro lado, la transparencia que aporta el sistema, en tanto se muestran las pruebas en público y la deliberación es pública.
Justamente esta deliberación lleva consigo a la legitimación de esta práctica, que deja de estar supeditada simplemente a un sector (por los magristrados de carrera) y lo amplía a una participación con voces y visiones distintas de una misma sociedad.
Y por último, la educación que implica participar del sistema, para poder llegar a entender el funcionamiento de la Justicia.
Investigación empírica
Hans se dedicó al estudio empírico de cada una de las experiencias que se han dado a lo largo y ancho del mundo, sacando de ello conclusiones estadísticas y también cualitativas. Entre las primeros, la investigadora estadounidense, remarcó el buen funcionamiento de dicha herramienta.
Un dato elocuente al respecto tiene que ver con que en 4 de cada 5 casos tanto jueces como jurados coinciden en el veredicto. Esto se logra saber a partir de esquemas encuestas realizados a los jueces que dirigen el juicio sobre lo que hubieran decidido en caso de estar del lado del jurado.
Y las coincidencias son notables con el cuerpo deliberativo de jueces populares. Los desacuerdos suelen darse por valores diferentes entre los jueces y el jurado. Un gran porcentaje de casos se resuelve la condena, con gran coincidencia de juez y jurado.
Por ello entre las conclusiones se considera que los veredictos son sólidos, los jurados incorporan normas y valores de la comunidad en la toma de decisiones y ayuda a la construcción de la democracia. Y lo que resulta más interesante a partir de la exposición de la especialista estadounidense, tiene que ver con el efecto causado en el propio ciudadano luego de participar de un juicio por jurados.
En primer lugar refuerza el poder que tiene la ley, a la cual se le da más valor, al poder ser parte de los que juzgan. Y las reacciones de quienes participan en su mayoría suelen ser positivas o muy positivas.
De acuerdo con los estudios en la materia, el 96% de los juicios por jurados termina con una decisión en unanimidad por absolver o condenar de parte del jurado que emite el veredicto.#
El proyecto para incluir el juicio por jurados en Chubut fue presentado ayer en el auditorio del Museo Egidio Feruglio de Trelew. Auspiciado por Grupo Jornada y la Fundación Patagonia Tercer Milenio, el evento contó con un prestigioso panel que dio cuenta de la propuesta que se impulsa para la provincia y cuáles han sido las experiencias en la Argentina y en el mundo.
Como uno de los principales impulsores estuvo en la presentación el exdefensor general de la provincia Alfredo Pérez Galimberti. Entre los expositores estuvieron el diputado Adrián López, autor del proyecto junto al fiscal de Estado Diego Martínez Zapata; Andrés Harfuch, vicepresidente de la Asociación Argentina de Juicio por Jurados; y la destacada presencia de la investigadora estadounidense especializada en estudios empíricos sobre el sistema de jurados, Valerie Hans. Además es catedrática de la Universidad de Cornell.
Una de las primeras definiciones políticas la brindó el diputado provincial López, al adelantar la intención que el sistema entre en vigencia a partir de julio de 2008, y no en 2019 como estaba previsto en un principio. De este modo, con los tiempos que implicará el proceso, los primeros juicios por jurados en Chubut se podrían estar llevando a cabo para primeros meses de 2019.
Se estima que dada las características demográficas de la provincia, similares a las de Neuquén, donde ya se aplica el sistema, habrá cerca de 20 “juicios populares” por año. El presupuesto que le demandaría al Estado en dicho caso sería cercano a los $ 2.600.000.
Chubut sería la sexta provincia que podría aplicar el sistema. Las primeras experiencias datan del año 2005, en Córdoba. Luego se sumó Neuquén en 2011, Buenos Aires en 2013, Río Negro en 2014 y finalmente Chaco, en 2015. Otra jurisdicción presta a llevar adelante la propuesta judicial es Santa Fe.
En diálogo con Jornada, el diputado López dio algunas precisiones sobre lo que será la propuesta de Chubut y marcó algunas diferencias respecto a otros proyectos que ya se aplican. “Hemos consultado a la Asociación Argentina de Juicio por Jurados, a la Procuración General, a la Defensa Pública y lo hemos ido corrigiendo, viendo experiencias”.
Remarcó que “queremos que se implemente a partir de julio de 2018, con lo cual en condiciones normales de delitos y desarrollo y etapa de investigación, en los primeros meses de 2019 estaríamos con los primeros juicios”. Explicó que “vamos a enumerar los delitos con los que irán a juicio por jurados, no queda en el arbitrio del fiscal o la querella”. Entre ellos figuran los de mayor gravedad: reclusión perpetua, homicidio, abuso sexual agravado. Y fueron incluidos otros dos de gran impacto en lo social como lo son las muertes en “picadas” de autos o producto de la alcoholemia al conducir; y el abigeato, teniendo en cuenta que sólo en 2015 se cometieron 167 hechos de este tipo (al menos que fueron denunciados) y se ha convertido en una gran preocupación de los productores del Valle.
Asimismo, López indicó que “la participación de los jurados será obligatoria, ya que se trata de una carga pública junto con el tribunal electoral provincial un sorteo los 15 de octubre de cada año”. Se eligen 1.000 jurados por circunscripción, para luego conformar un padrón general. Cada participante del jurado (son 12 con 2 suplentes cada uno) tendrá un viático, equivalente a lo que cobra un juez penal por día. Se estima que la deliberación entre el jurado tomará entre 3 y 4 días, para luego se fije la decisión del juez penal que conduce el juicio.
Una de las diferencias sustanciales respecto a otras experiencias en el país, tiene que ver con que la letra del anteproyecto en Chubut marca que se podrá llegar a la condena con mayoría absoluta (12 integrantes) o mayoría agravada (9 integrantes).
Entre los requisitos para ser jurado están ser argentino o tener 5 años de ciudadanía en caso de ser naturalizado, saber leer y escribir y ser mayor de edad.
Inhabilitados estarán aquellos que no tengan aptitud psíquica, estén involucrados en causas penales. O en el caso de ser autoridades en el Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial: como por ejemplo ser gobernador, diputado o magistrado en el caso del poder judicial.
También quedan excusadas aquellas personas que hayan sido jurado 3 años atrás, que tengan ciertas cargas familiares, los que residan en el extranjero o los mayores de 70 años. Los que sí estén en condiciones de participar y no lo hagan, será castigados con multas e inhabilitaciones.
Efectos y beneficios
La investigadora y principal referente en el mundo en juicios por jurados, Valerie Hans, dio cuenta de los resultados de algunas investigaciones que se llevaron a cabo para dar cuenta del funcionamiento del sistema, mejorarlo y ver además el efecto que el mismo tenía sobre los ciudadanos que participaban del juzgamiento.
Asimismo, hizo un repaso histórico sobre el nacimiento del sistema en los Estados Unidos y el resurgimiento en los 90 de distintas modalidades que fueron aplicadas en varios países de la comunidad europea.
Entre los beneficios, la catedrática enumeró por un lado el aporte de diversas perspectivas y experiencias, que llevan a un tratamiento más abarcativo de los casos.
Por otro lado, la transparencia que aporta el sistema, en tanto se muestran las pruebas en público y la deliberación es pública.
Justamente esta deliberación lleva consigo a la legitimación de esta práctica, que deja de estar supeditada simplemente a un sector (por los magristrados de carrera) y lo amplía a una participación con voces y visiones distintas de una misma sociedad.
Y por último, la educación que implica participar del sistema, para poder llegar a entender el funcionamiento de la Justicia.
Investigación empírica
Hans se dedicó al estudio empírico de cada una de las experiencias que se han dado a lo largo y ancho del mundo, sacando de ello conclusiones estadísticas y también cualitativas. Entre las primeros, la investigadora estadounidense, remarcó el buen funcionamiento de dicha herramienta.
Un dato elocuente al respecto tiene que ver con que en 4 de cada 5 casos tanto jueces como jurados coinciden en el veredicto. Esto se logra saber a partir de esquemas encuestas realizados a los jueces que dirigen el juicio sobre lo que hubieran decidido en caso de estar del lado del jurado.
Y las coincidencias son notables con el cuerpo deliberativo de jueces populares. Los desacuerdos suelen darse por valores diferentes entre los jueces y el jurado. Un gran porcentaje de casos se resuelve la condena, con gran coincidencia de juez y jurado.
Por ello entre las conclusiones se considera que los veredictos son sólidos, los jurados incorporan normas y valores de la comunidad en la toma de decisiones y ayuda a la construcción de la democracia. Y lo que resulta más interesante a partir de la exposición de la especialista estadounidense, tiene que ver con el efecto causado en el propio ciudadano luego de participar de un juicio por jurados.
En primer lugar refuerza el poder que tiene la ley, a la cual se le da más valor, al poder ser parte de los que juzgan. Y las reacciones de quienes participan en su mayoría suelen ser positivas o muy positivas.
De acuerdo con los estudios en la materia, el 96% de los juicios por jurados termina con una decisión en unanimidad por absolver o condenar de parte del jurado que emite el veredicto.#