Cataluña aprobó su independencia y el Senado español decidió la intervención

El Parlamento catalán aprobó hoy una histórica resolución que proclama una República de Cataluña independiente y soberana, y el Senado español respondió de inmediato aprobando la intervención de las instituciones de la región, en una de las jornadas más dramáticas de una inédita disputa con final incierto.

27 OCT 2017 - 10:28 | Actualizado


"Hemos dado un paso por el que hemos luchado mucho (...). Ciudadanos de Cataluña, vienen horas que todos tendremos que mantener el pulso de este país, desde la paz", dijo el presidente catalán, Carles Puigdemont, luego de la votación, ante diputados y alcaldes secesionistas.

"Habrá que mantener el pulso desde el civismo y la paz. Alcaldes y diputados, está en nuestras manos fortalecer Cataluña como una vieja nación de Europa que siempre ha contestado a los retos desde la paz. Y sobre todo ser dignos. ¡Viva Cataluña!, agregó.

Más temprano, los diputados presentes en la sesión festejaron con vítores y abrazos luego de que la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, anunciara la aprobación de la resolución por 70 votos a favor, 10 en contra y dos abstenciones.

Los diputados opuestos a la independencia abandonaron el recinto antes de la votación en señal de protesta. La votación se realizó de manera secreta, con cada diputado depositando su voto en una urna, con el fin de evitar posibles consecuencias legales para aquellos que lo hicieron por el "Sí".

Esa decisión estuvo acompañada de fuerte reproches de la oposición, que recriminó a los independentistas que utilizaran esa "excusa" para no dar la cara ante la ciudadanía, a la que, aseguraron, "están llevando al precipicio".

Al menos un legislador independentista rompió la disciplina de voto. La mayoría de los diputados de la izquierda, encabezados por Joan Coscubiela, mostraron su voto por el "No" antes de meterlo en la urna.

Decenas de miles de personas festejaron la decisión frente al Parlamento catalán en Barcelona, rompiendo en gritos, cantos y aplausos y abrazándose unos con otros mientas ondeaban cientos de banderas rojas, amarillas y azul de Cataluña. Similares celebraciones estallaron en otras ciudades catalanas.

En el preámbulo de la moción aprobada, que técnicamente no se sometió a votación pero fue leído antes del voto por Forcadell, los independentistas declaran que constituyen "la república catalana como Estado independiente y soberano, de derecho democrático y social". 
Además, disponen la entrada en vigor de la "ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la república" aprobada el mes pasado por el Parlamento catalán para regir la transición a una república independiente. 

La ley de transitoriedad establece que la independencia debe ser declarada y no votada.
Por lo tanto, la lectura del preámbulo por Forcadell equivalió en la práctica a una declaración de independencia sin haber sido votada formalmente, jugando con la ambigüedad a la que ya han apelado los independentistas en otras ocasiones para tratar de minimizar las responsabilidades penales que puedan caberles.

La resolución también anuncia la voluntad de abrir negociaciones "sin condiciones previas" con el Estado español, y se pone en conocimiento de la comunidad internacional y de la Unión Europea (UE) la constitución de la República catalana y esa voluntad negociadora. 

En ese contexto, se les insta a esos mismos actores internacionales a "intervenir" para poner fin a las "violaciones de derechos civiles y políticos en curso" y a "hacer un seguimiento del proceso negociador". 

Sin embargo, en la primera reacción de la UE, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó hoy que España sigue siendo el "único interlocutor" del bloque y aseguró que para la UE "nada cambia" tras la decisión del Parlamento catalán.
"Como usted sabe, los catalanes siempre preferimos la fuerza de los argumentos", le respondió Puigdemont vía Twitter. 

En el contenido resolutivo de la propuesta, que es lo que votaron los diputados, también se rechazan las medidas de intervención de Cataluña por parte del Ejecutivo español al amparo del artículo 155 de la Constitución española.

Precisamente, pocos minutos después de que se aprobara la moción, el Senado español aprobó en Madrid autorizar al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, a aplicar ese artículo y a destituir al gobierno catalán en pleno, limitar competencias del "Parlament" y convocar elecciones anticipadas en un plazo de seis meses. 

La votación pasó por 214 votos a favor, 47 en contra y una abstención, con los votos del PP, del opositor y socialista PSOE y del partido liberal Ciudadanos.

Además, el gobierno convocó para hoy a una reunión de gabinete de emergencia.
"Quiero agradecer el apoyo al planteamiento del gobierno para el 155 de la Constitución. La prueba de lo necesario que era es lo que ha aprobado hoy el Parlamento de Cataluña, que va contra la ley y supone un acto delictivo", dijo el conservador Rajoy tras la votación.

"El gobierno tomará las medidas que corresponda, esta misma tarde, para recuperar la legalidad. Les digo a todos los catalanes que las cosas se harán bien, con mesura y eficacia. No estamos dispuestos a que haya gente que quiera liquidar nuestra Constitución. Tranquilidad, el estado reaccionará y estaremos a la altura de las circunstancias", agregó.

"Cataluña seguirá siendo España porque, por irresponsables que sean los gobernantes en un momento puntual de la historia, por temerarias que sean sus decisiones, hay un vínculo mucho más poderosos que prevalecerá sobre quienes no tienen la valentía de ser leales a todo su pueblo, y no solo a una parte de él", dijo el líder del opositor Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez. 

Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, subrayó que la declaración de independencia del parlamento de Cataluña es "ilegal" e "ilegítima", y favorece la "estrategia del PP", al tiempo que volvió a rechazar la "vía represiva" del artículo 155 e insistió en que la solución para el conflicto catalán es un referéndum pactado. 

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reiteró su rechazo a la declaración unilateral y al 155, y dijo que ahora toca "defender las instituciones catalanas" y se "empeñará en construir nuevos espacios de autogobierno".

Es la primera vez que se activa este mecanismo en casi 40 años de democracia, con lo que se inaugura un escenario de gran incertidumbre en torno al alcance y la aplicación efectiva de las medidas, en un momento en que la tensión política es máxima en Cataluña, con miles de personas movilizadas en las calles en defensa del proceso de secesión.

27 OCT 2017 - 10:28


"Hemos dado un paso por el que hemos luchado mucho (...). Ciudadanos de Cataluña, vienen horas que todos tendremos que mantener el pulso de este país, desde la paz", dijo el presidente catalán, Carles Puigdemont, luego de la votación, ante diputados y alcaldes secesionistas.

"Habrá que mantener el pulso desde el civismo y la paz. Alcaldes y diputados, está en nuestras manos fortalecer Cataluña como una vieja nación de Europa que siempre ha contestado a los retos desde la paz. Y sobre todo ser dignos. ¡Viva Cataluña!, agregó.

Más temprano, los diputados presentes en la sesión festejaron con vítores y abrazos luego de que la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, anunciara la aprobación de la resolución por 70 votos a favor, 10 en contra y dos abstenciones.

Los diputados opuestos a la independencia abandonaron el recinto antes de la votación en señal de protesta. La votación se realizó de manera secreta, con cada diputado depositando su voto en una urna, con el fin de evitar posibles consecuencias legales para aquellos que lo hicieron por el "Sí".

Esa decisión estuvo acompañada de fuerte reproches de la oposición, que recriminó a los independentistas que utilizaran esa "excusa" para no dar la cara ante la ciudadanía, a la que, aseguraron, "están llevando al precipicio".

Al menos un legislador independentista rompió la disciplina de voto. La mayoría de los diputados de la izquierda, encabezados por Joan Coscubiela, mostraron su voto por el "No" antes de meterlo en la urna.

Decenas de miles de personas festejaron la decisión frente al Parlamento catalán en Barcelona, rompiendo en gritos, cantos y aplausos y abrazándose unos con otros mientas ondeaban cientos de banderas rojas, amarillas y azul de Cataluña. Similares celebraciones estallaron en otras ciudades catalanas.

En el preámbulo de la moción aprobada, que técnicamente no se sometió a votación pero fue leído antes del voto por Forcadell, los independentistas declaran que constituyen "la república catalana como Estado independiente y soberano, de derecho democrático y social". 
Además, disponen la entrada en vigor de la "ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la república" aprobada el mes pasado por el Parlamento catalán para regir la transición a una república independiente. 

La ley de transitoriedad establece que la independencia debe ser declarada y no votada.
Por lo tanto, la lectura del preámbulo por Forcadell equivalió en la práctica a una declaración de independencia sin haber sido votada formalmente, jugando con la ambigüedad a la que ya han apelado los independentistas en otras ocasiones para tratar de minimizar las responsabilidades penales que puedan caberles.

La resolución también anuncia la voluntad de abrir negociaciones "sin condiciones previas" con el Estado español, y se pone en conocimiento de la comunidad internacional y de la Unión Europea (UE) la constitución de la República catalana y esa voluntad negociadora. 

En ese contexto, se les insta a esos mismos actores internacionales a "intervenir" para poner fin a las "violaciones de derechos civiles y políticos en curso" y a "hacer un seguimiento del proceso negociador". 

Sin embargo, en la primera reacción de la UE, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó hoy que España sigue siendo el "único interlocutor" del bloque y aseguró que para la UE "nada cambia" tras la decisión del Parlamento catalán.
"Como usted sabe, los catalanes siempre preferimos la fuerza de los argumentos", le respondió Puigdemont vía Twitter. 

En el contenido resolutivo de la propuesta, que es lo que votaron los diputados, también se rechazan las medidas de intervención de Cataluña por parte del Ejecutivo español al amparo del artículo 155 de la Constitución española.

Precisamente, pocos minutos después de que se aprobara la moción, el Senado español aprobó en Madrid autorizar al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, a aplicar ese artículo y a destituir al gobierno catalán en pleno, limitar competencias del "Parlament" y convocar elecciones anticipadas en un plazo de seis meses. 

La votación pasó por 214 votos a favor, 47 en contra y una abstención, con los votos del PP, del opositor y socialista PSOE y del partido liberal Ciudadanos.

Además, el gobierno convocó para hoy a una reunión de gabinete de emergencia.
"Quiero agradecer el apoyo al planteamiento del gobierno para el 155 de la Constitución. La prueba de lo necesario que era es lo que ha aprobado hoy el Parlamento de Cataluña, que va contra la ley y supone un acto delictivo", dijo el conservador Rajoy tras la votación.

"El gobierno tomará las medidas que corresponda, esta misma tarde, para recuperar la legalidad. Les digo a todos los catalanes que las cosas se harán bien, con mesura y eficacia. No estamos dispuestos a que haya gente que quiera liquidar nuestra Constitución. Tranquilidad, el estado reaccionará y estaremos a la altura de las circunstancias", agregó.

"Cataluña seguirá siendo España porque, por irresponsables que sean los gobernantes en un momento puntual de la historia, por temerarias que sean sus decisiones, hay un vínculo mucho más poderosos que prevalecerá sobre quienes no tienen la valentía de ser leales a todo su pueblo, y no solo a una parte de él", dijo el líder del opositor Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez. 

Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, subrayó que la declaración de independencia del parlamento de Cataluña es "ilegal" e "ilegítima", y favorece la "estrategia del PP", al tiempo que volvió a rechazar la "vía represiva" del artículo 155 e insistió en que la solución para el conflicto catalán es un referéndum pactado. 

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reiteró su rechazo a la declaración unilateral y al 155, y dijo que ahora toca "defender las instituciones catalanas" y se "empeñará en construir nuevos espacios de autogobierno".

Es la primera vez que se activa este mecanismo en casi 40 años de democracia, con lo que se inaugura un escenario de gran incertidumbre en torno al alcance y la aplicación efectiva de las medidas, en un momento en que la tensión política es máxima en Cataluña, con miles de personas movilizadas en las calles en defensa del proceso de secesión.


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