Cristina buscará pelearles a los gobernadores peronistas el control del PJ

En un difícil presente para el peronismo tras la contundente victoria nacional de Cambiemos, en el Instituto Patria señalan que la exjefa de Estado fue la que, con sus 3.500.000 votos, quedó "mejor parada" en el universo justicialista. De este modo, Cristina se medirá con la "liga de gobernadores" y sus liderazgos emergentes, que buscan dar por cerrada la era kirchnerista.

Cristina fue la que, con sus 3.500.000 votos, quedó "mejor parada" en el universo justicialista.
28 OCT 2017 - 18:23 | Actualizado

Luego de que las urnas dieran su veredicto el pasado domingo, el peronismo iniciará una nueva etapa de reacomodamientos internos, en la que la expresidenta Cristina Kirchner se medirá con la "liga de gobernadores" y sus liderazgos emergentes, que buscan dar por cerrada la era kirchnerista y presentarse como el ala renovadora del justicialismo.
En un difícil presente para el peronismo tras la contundente victoria nacional de Cambiemos, en el Instituto Patria señalan sin embargo que la exjefa de Estado fue la que, con sus 3.500.000 votos, quedó "mejor parada" en el universo justicialista, conservando así la referencia como "principal líder opositora".
El aspirante más promisorio del PJ para disputar el liderazgo del peronismo y la candidatura presidencial en 2019 era, hasta el fatídico domingo, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, aunque el referente del grupo de gobernadores no esperaba sufrir su primera gran derrota en su propio pago.
Herido por el traspié electoral que puso patas para arriba sus planes políticos para 2019, el salteño presentó su renuncia como titular del PJ provincial, la cual fue rechazada por los miembros del partido y ahora busca rearmarse.
Sergio Massa también apuntaba a sacar credenciales en esta elección, pero sus ilusiones se estrellaron contra el resultado de las urnas en Tigre, y aunque la política es dinámica, el líder del Frente Renovador hoy no es más que una figura de peso bonaerense, con un bloque legislativo menguante.
Desde su explosiva aparición en 2013, cuando derrotó al Frente para la Victoria con el 43,8 por ciento de los votos, su capital electoral se fue achicando a la mitad con el paso de los comicios: en 2015 fue 21,4 por ciento y el domingo pasado, 11,3 por ciento.
El otro dirigente con ambiciones era el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, pero el triunfo con autoridad de Cambiemos en su distrito fue una bofetada dolorosa que prácticamente sepultó sus chances de proyectarse a nivel nacional.

Gobernadores ganadores

Quienes sí se abrazaron a sus triunfos y buscan proyectarse a nivel nacional para influir en la pulseada interna del peronismo son los mandatarios de San Juan, Sergio Uñac, y de Tucumán, Juan Manzur, quienes incluso se reunieron esta semana a solas para hablar sobre la renovación del peronismo prescindiendo de la figura de Cristina Kirchner.
Ambos coincidieron en que el hecho de que la expresidenta haya formado un nuevo frente electoral sin el PJ es la oportunidad para que el peronismo se "refunde" lejos de ella con miras a 2019 y no como mero un "apéndice" de Unidad Ciudadana, tal como sucedió en el Frente para la Victoria.
"Es un ciclo que ha terminado, hay que tener propuestas superadoras", manifestó el tucumano esta semana al referirse a Cristina Kirchner, tras la cumbre con gobernadores opositores que motorizó con el sanjuanino para acordar una defensa de los fondos de los que disponen ante la convocatoria del presidente Mauricio Macri a discutir una reforma fiscal e impositiva.
Sin embargo, en el Instituto Patria se muestran confiados en que la figura de la líder de Unidad Ciudadana volverá a cobrar dimensión, aún con las inocultables heridas que causó su primera derrota en una elección nacional.
Fuentes cercanas a la expresidenta calculan que, a nivel país, el kirchnerismo logró electoralmente con sus diferentes denominaciones más de 5 millones de votos, mucho más que lo que sumaron todos los gobernadores del PJ juntos.
Se cuentan, además de la cosecha en Buenos Aires con Unidad Ciudadana, los votos de Agustín Rossi en Santa Fe, de Gildo Insfrán en Formosa y los sufragios en distintas provincias donde el kirchnerismo jugó sin el PJ como Córdoba, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Chaco.

Mito

Las fuentes consultadas destacaron que es un mito la idea de que el kirchnerismo viene sufriendo en los últimos años una hemorragia de votos en la provincia de Buenos Aires: en efecto, Cristina superó levemente en cantidad de votos a Daniel Scioli (2015) y a Martín Insaurralde (2013), aunque quedó obviamente a un abismo de distancia de aquel 54 por ciento de 2011.
En una época de vacas flacas para el peronismo, la expresidenta hizo foco en el único aspecto positivo que dejaron las urnas: en su lectura de los datos electorales, la sociedad eligió un modelo de oposición firme e intransigente y le bajó el pulgar a otro tipo de opciones más cercanas a algunos objetivos del Gobierno.
En aquella noche de búnker en Arsenal, la senador nacional electa aludía a todos aquellos dirigentes que ya comenzaban a desfilar por el despacho de Miguel Ángel Pichetto y que proponen un peronismo más "light", en lugar de utilizar la confrontación como herramienta.
El mensaje de las urnas, a su entender, alienta a pensar que Unidad Ciudadana será la piedra angular de la reconstrucción de la estrategia opositora: "Unidad Ciudadana vino para quedarse", prometió tras reconocer la derrota, frase que anticipa que se mantendrá activa políticamente.
Sus principales recursos serán bancadas leales en Diputados y en el Senado, escindidas del peronismo puro, sumado a la llegada que aún conserva entre los sectores populares.
Según supo NA de fuentes legislativas, la idea de los mandatarios provinciales es afianzar a partir de diciembre un gran interbloque de diputados nacionales con base en el Bloque Justicialista, que incorpore otras bancadas del "panperonismo" como la del Frente Renovador, de manera tal de constituirse en espejo al bloque de senadores del PJ que comanda Pichetto.

Cristina fue la que, con sus 3.500.000 votos, quedó "mejor parada" en el universo justicialista.
28 OCT 2017 - 18:23

Luego de que las urnas dieran su veredicto el pasado domingo, el peronismo iniciará una nueva etapa de reacomodamientos internos, en la que la expresidenta Cristina Kirchner se medirá con la "liga de gobernadores" y sus liderazgos emergentes, que buscan dar por cerrada la era kirchnerista y presentarse como el ala renovadora del justicialismo.
En un difícil presente para el peronismo tras la contundente victoria nacional de Cambiemos, en el Instituto Patria señalan sin embargo que la exjefa de Estado fue la que, con sus 3.500.000 votos, quedó "mejor parada" en el universo justicialista, conservando así la referencia como "principal líder opositora".
El aspirante más promisorio del PJ para disputar el liderazgo del peronismo y la candidatura presidencial en 2019 era, hasta el fatídico domingo, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, aunque el referente del grupo de gobernadores no esperaba sufrir su primera gran derrota en su propio pago.
Herido por el traspié electoral que puso patas para arriba sus planes políticos para 2019, el salteño presentó su renuncia como titular del PJ provincial, la cual fue rechazada por los miembros del partido y ahora busca rearmarse.
Sergio Massa también apuntaba a sacar credenciales en esta elección, pero sus ilusiones se estrellaron contra el resultado de las urnas en Tigre, y aunque la política es dinámica, el líder del Frente Renovador hoy no es más que una figura de peso bonaerense, con un bloque legislativo menguante.
Desde su explosiva aparición en 2013, cuando derrotó al Frente para la Victoria con el 43,8 por ciento de los votos, su capital electoral se fue achicando a la mitad con el paso de los comicios: en 2015 fue 21,4 por ciento y el domingo pasado, 11,3 por ciento.
El otro dirigente con ambiciones era el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, pero el triunfo con autoridad de Cambiemos en su distrito fue una bofetada dolorosa que prácticamente sepultó sus chances de proyectarse a nivel nacional.

Gobernadores ganadores

Quienes sí se abrazaron a sus triunfos y buscan proyectarse a nivel nacional para influir en la pulseada interna del peronismo son los mandatarios de San Juan, Sergio Uñac, y de Tucumán, Juan Manzur, quienes incluso se reunieron esta semana a solas para hablar sobre la renovación del peronismo prescindiendo de la figura de Cristina Kirchner.
Ambos coincidieron en que el hecho de que la expresidenta haya formado un nuevo frente electoral sin el PJ es la oportunidad para que el peronismo se "refunde" lejos de ella con miras a 2019 y no como mero un "apéndice" de Unidad Ciudadana, tal como sucedió en el Frente para la Victoria.
"Es un ciclo que ha terminado, hay que tener propuestas superadoras", manifestó el tucumano esta semana al referirse a Cristina Kirchner, tras la cumbre con gobernadores opositores que motorizó con el sanjuanino para acordar una defensa de los fondos de los que disponen ante la convocatoria del presidente Mauricio Macri a discutir una reforma fiscal e impositiva.
Sin embargo, en el Instituto Patria se muestran confiados en que la figura de la líder de Unidad Ciudadana volverá a cobrar dimensión, aún con las inocultables heridas que causó su primera derrota en una elección nacional.
Fuentes cercanas a la expresidenta calculan que, a nivel país, el kirchnerismo logró electoralmente con sus diferentes denominaciones más de 5 millones de votos, mucho más que lo que sumaron todos los gobernadores del PJ juntos.
Se cuentan, además de la cosecha en Buenos Aires con Unidad Ciudadana, los votos de Agustín Rossi en Santa Fe, de Gildo Insfrán en Formosa y los sufragios en distintas provincias donde el kirchnerismo jugó sin el PJ como Córdoba, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Chaco.

Mito

Las fuentes consultadas destacaron que es un mito la idea de que el kirchnerismo viene sufriendo en los últimos años una hemorragia de votos en la provincia de Buenos Aires: en efecto, Cristina superó levemente en cantidad de votos a Daniel Scioli (2015) y a Martín Insaurralde (2013), aunque quedó obviamente a un abismo de distancia de aquel 54 por ciento de 2011.
En una época de vacas flacas para el peronismo, la expresidenta hizo foco en el único aspecto positivo que dejaron las urnas: en su lectura de los datos electorales, la sociedad eligió un modelo de oposición firme e intransigente y le bajó el pulgar a otro tipo de opciones más cercanas a algunos objetivos del Gobierno.
En aquella noche de búnker en Arsenal, la senador nacional electa aludía a todos aquellos dirigentes que ya comenzaban a desfilar por el despacho de Miguel Ángel Pichetto y que proponen un peronismo más "light", en lugar de utilizar la confrontación como herramienta.
El mensaje de las urnas, a su entender, alienta a pensar que Unidad Ciudadana será la piedra angular de la reconstrucción de la estrategia opositora: "Unidad Ciudadana vino para quedarse", prometió tras reconocer la derrota, frase que anticipa que se mantendrá activa políticamente.
Sus principales recursos serán bancadas leales en Diputados y en el Senado, escindidas del peronismo puro, sumado a la llegada que aún conserva entre los sectores populares.
Según supo NA de fuentes legislativas, la idea de los mandatarios provinciales es afianzar a partir de diciembre un gran interbloque de diputados nacionales con base en el Bloque Justicialista, que incorpore otras bancadas del "panperonismo" como la del Frente Renovador, de manera tal de constituirse en espejo al bloque de senadores del PJ que comanda Pichetto.


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