Radio en el celular: la pelea entre el streaming de datos y el derecho de las audiencias

Algunas empresas de telefonía bloquean los chips de Frecuencia Modula que traen los aparatos y hay países que ya legislan sobre la obligatoriedad de habilitar esa función. ¿Qué pasa en Argentina?

04 ABR 2018 - 14:18 | Actualizado

Los aparatos de telefonía celular fueron sumando funciones durante su evolución y una de las funciones que permitió consolidar a esos elementos como parte de la vida cotidiana de miles de argentinos fue la posibilidad de escuchar señales de radio de Frecuencia Modulada (FM).

De pronto el teléfono celular se convirtió a la vieja usanza de las radios portátiles, en un vehículo que nos permitía mantenernos conectados con la información, la música o el deporte. Sin embargo en la actualidad, la evolución de muchos smartphones ha privado a los usuarios de contar con ese servicio –el caso de iphone-  o bien son las propias empresas telefónicas quienes bloquean esa función, de manera que para poder escuchar una señal radial hay que bajar una aplicación y conectarse vía streaming de datos.

Al cabo de un par de horas conectados a la aplicación, el consumo de datos se hace notar y no son pocos los que han decidido dejar de utilizar este sistema para no verse obligados a contratar nuevos paquetes y encarecer su abono.

Este tema, su abordaje por parte de diversos países y la situación de la función FM en la Argentina fue abordado por el sitio derechoenzapatillas.org, en una nota escrita por Agustín Espada y editada por Sergio Mohadeb, que lleva como título “Frecuencia modulada versus streaming de datos: la pelea por un lugar en el Smartphone”. Agustín Espada es becario doctoral del CONICET/UNQ, Maestrando en Industrias Culturales (UNQ) y Lic. en Comunicación Social (UNQ), quien estudia la adaptación de la radio al escenario de la convergencia digital.

En esa publicación, el autor afirma que “a principios de marzo, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) recomendó a las empresas de telefonía celular que habiliten los chips de FM que ya tienen los equipos. En el mundo se está discutiendo si smartphones deben poder sintonizar la radio FM, en forma obligatoria por varias razones.

En efecto, por razones de libre expresión y acceso a la información (incluyendo de seguridad pública), Estados Unidos, Canadá, Brasil o México, entre otros, debaten la salida a un conflicto que tiene cinco partes interesadas: los proveedores del servicio de internet móvil, los fabricantes de dispositivos, el Estado, los radiodifusores y, por último pero no menos importantes, los ciudadanos.
 
En el gran Buenos Aires un 85% de la población escucha radio semanalmente, más de 6 millones de personas. Unos dos tercios lo hace en el transporte y lugares públicos. Un 35% accede a la radio a través de la FM abierta y gratuita de su celular y cada vez más, un 22%, a través de Internet móvil.

¿Por qué estos datos son relevantes para la  discusión? Porque una de las principales características de la radio como medio de comunicación masiva desde las décadas analógicas fue su ubicuidad: la masificación de los aparatos facilitó su portabilidad, “llevarte la radio con vos”.

Así, la radio salió de los comedores o livings de los hogares tras ser reemplazada por la TV pero se transformó en compañera de actividades diarias y laborales. La radio se convirtió en el medio que podía meterse en el bolsillo o la cartera. Y lo sigue siendo.

La evolución de los dispositivos hizo posible que tanto los walkman, discman, mp3 o mp4 incluyeran la posibilidad de sintonizar la radio FM al conectar los auriculares. No sucedió lo mismo con la AM cuando los dispositivos se miniaturizaron. La llegada de la telefonía celular, su masificación e inclusión
de los dispositivos en los bolsillos de sus usuarios llevó a los fabricantes a instalar el chip de FM.

Los auriculares funcionan como la antena para captar la señal y escuchar la emisora de forma abierta (y analógica). Aquí la AM fue dejada de lado dados los costos de su incorporación a los dispositivos y el tamaño de la antena necesaria para su recepción. Esta es otra de las razones por las cuales, a nivel mundial, la AM pierde vigencia y sus emisores piden duplicar su transmisión en FM: para poder ser sintonizadas en celulares.
 
Sucede que en los últimos años, y de la mano de uno de los principales fabricantes de smartphones a nivel mundial (Apple), la FM comenzó a desaparecer de la carta de servicios y bondades de los dispositivos. En algunos casos, los fabricantes no activan el chip de FM que viene incorporado en los teléfonos. En otros, ni siquiera los suman a su hardware. En este punto se abrió la polémica: ¿Los fabricantes de smartphones deben incluir al receptor de FM entre sus capacidades?
 
Los principales argumentos del pedido que algunos Estados como Brasil, México o Estados Unidos hacen a los fabricantes de dispositivos y proveedores del servicio de conexión están ligados a la libertad de expresión (en su sentido social y amplio) y la seguridad pública.
 
La radio, como fuente de información y acceso a la cultura, es un medio de radiodifusión abierto y gratuito. La inclusión del chip de FM en smartphones garantiza el acceso a esa fuente de contenidos de la misma manera: abierta y gratuita.
 
De otra forma, los usuarios deben conectarse a internet, consumir parte de su plan de datos(pago o pre-pago como la mayoría de los usuarios, con costos comparativamente muy altos) para escuchar la radio y gastar mayor cantidad de batería que si lo hicieran por el chip. Sólo como referencia, escuchar una hora de radio en RadioCut consume 8 MB mientras que hacer lo mismo en la app de Mega 98.3 implica un gasto de 34 MB. Además, escuchar radio de forma conectada implicaría perder el anonimato de la instancia de consumo.
 
En segunda instancia, el chip de FM funcionaría como resguardo de la ciudadanía en situaciones de catástrofes naturales o situaciones extremas. La última temporada de huracanes en las costas estadounidenses fue el empujón que necesitó el Director de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés), Ajit Pai, para pedirle a los fabricantes que activaran el chip de FM en los dispositivos que lo tenían.
 
Durante las largas horas que duró el azote del fenómeno meteorológico, la conexión a internet móvil cayó al igual que las redes de telefonía celular y, en muchos casos, de luz eléctrica. En ese momento, la radio se transformó en casi el único medio de comunicación y fuente de información de muchas poblaciones aisladas por el fenómeno.
 
¿Por qué? Primero que nada porque la red de Internet móvil no está universalizada ni mucho menos como sí lo está la red de radiodifusión. En segundo lugar porque las condiciones de infraestructura necesarias para garantizar el uso masivo de la red de Internet móvil y de telefonía celular tampoco están dadas (no, en Estados Unidos tampoco). Basta con revisar qué sucede con los teléfonos celulares al asistir a un evento masivo como un partido de fútbol o un recital: perdemos la señal y quedan inutilizados.
 
Este argumento se potencia con la más atrasada y pobre  infraestructura argentina. En marzo de 2017 eso sucedió en toda la ciudad de Olavarría durante el fin de semana que Carlos “el Indio” Solari realizó su último recital. Muchos asistentes perdieron horas en buscarse por la caída de la red móvil. Esto es diferente en la red de FM o de AM: no importa cuántas personas se sumen a la transmisión, eso no la hace caer y sostiene su calidad. La red de radiodifusión es mucho más robusta que la de telefonía celular e internet móvil ante estas situaciones.
 
Por último, otro argumento contra la desactivación de los chips de FM en los smartphones es económico: se acusa a los proveedores de conexión de asociarse con los fabricantes para favorecer el uso de datos para consumir música y radio y así generar mayores ingresos. Se suma otro dato: La población que menos ingresos tiene es la que paga más por el acceso a Internet, por los planes prepagos.
 
En torno de lo legal – ¿Puede obligarse al fabricante?

Los fabricantes de dispositivos argumentan que no puede ser obligación para ellos incorporar una capacidad como la radio FM. ¿Por qué sería una obligación para los fabricantes de smartphones y no para los de notebooks, relojes o televisores? ¿Están obligados a incluir esa funcionalidad? ¿Acaso se le pide al fabricante de lavarropas incluir el centrifugado, si es que el caso fuese equiparable?
 
En su respuesta a la decisión de la FCC de recomendar la activación de los chips de FM instalados en sus dispositivos, Apple contestó que eso no era posible en los últimos dos modelos de Iphone ya que no contaban con ese hardware.
 
Otra de las respuestas de la empresa de la manzanita fue que sus dispositivos cuentan con otras medidas de seguridad que los usuarios conocen y pueden utilizar para situaciones de emergencia. Además, argumentaron que su decisión de eliminar el chip de FM, al igual que Samgung, de sus últimos modelos está ligada a un estudio de mercado que les arrojó un perfil de usuario que realiza sus consumos culturales e informativos a través de internet. Así, el argumento sería la oferta y la demanda: si los ciudadanos prefieren dispositivos con FM no comprarán los nuevos Iphone.
 
La decisión de ENACOM, entonces, responde principalmente a un pedido de los radiodifusores. En Argentina el principal actor que presionó para tomar esta medida fue la Asociación de Radiodifusores Privados de Argentina (ARPA) que se sumó a una campaña regional de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR). Desde esta organización aseguraron que en el mercado pueden encontrarse más de un centenar de modelos de dispositivos con el chip de FM incluido entre sus capacidades. La mayoría de las empresas fabricantes lo incluye con la excepción de Apple (Iphone).
 
En 2017, luego de su reunión anual en Buenos Aires, emitió un documento en el cual insta a los Estados “a adoptar las medidas legales y administrativas para la habilitación obligatoria de la recepción radioeléctrica de radio FM en los dispositivos móviles”. Desde ARPA, Edmundo Rébora sostuvo que la intención era que “se legislara como en México” aunque consideran un avance esta recomendación. Rubén Corda, Gerente General de Radio Mitre, agregó que “es una resolución auspiciosa para la industria y para los usuarios. Poder sintonizar la radio con el equipo que llevamos constantemente con nosotros y hacerlo sin consumir datos, es decir sin pagar, es muy bueno para los oyentes”.
 
Rébora aclaró que no se sabe cuántos dispositivos mantienen desactivado el chip de FM en Argentina y que por eso el pedido se hace sobre las operadoras de telefonía móvil. Tanto desde Claro (América Móvil de Carlos Slim) como desde Movistar (Telefónica), consultados para esta nota, indicaron que no desactivan ninguna capacidad de los dispositivos salvo por expresa indicación judicial. Ambas empresas coincidieron en indicar que la inclusión o no de los chips de FM depende exclusivamente de los fabricantes. Desde ENACOM tampoco respondieron a las consultas.
   
México sancionó el año pasado, a través del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Disposición Técnica IFT-011-2017. La normativa resalta que “la mayoría de los teléfonos inteligentes (smartphones) cuentan con un receptor interno de radiodifusión en Frecuencia Modulada (FM) construido e integrado desde fábrica. Para poder reproducir dicha señal, este receptor debe de ser activado por las empresas fabricantes de teléfonos móviles. Al ser activado, pueden recibir directamente del aire, las señales de  las emisoras de FM”. Así, la norma concluye en obligar a todos los prestadores a activar los chips de FM en todos los dispositivos que lo traigan de fábrica para contribuir “en la salvaguarda del derecho de acceso a la información”.
 
En Brasil existe un proyecto de ley -con aprobación en una de las comisiones y que deberá ser votado en el Senado- que establece que todos los dispositivos fabricados o ensamblados en el país deberán contar con la funcionalidad de radio FM. Además, obliga a activar el chip en todos los dispositivos que ya lo dispongan. En sus considerandos, el proyecto argumenta:
 
“En el caso de los teléfonos móviles, diversos estudios demuestran que la mayoría de los móviles (aproximadamente el 97% de aquellos producidos en el mundo) están equipados con un receptor interno para la recepción de las transmisiones en FM, ya integrado desde su fabricación. Sin embargo, la mayoría de estos receptores se ponen a disposición del consumidor final desactivados (sólo el 34% de los aparatos tienen la función FM activada), o sea, sin posibilidad de recibir las señales de radio. (…) En vista del cambio del hábito de consumo de noticias, la disponibilidad del servicio de radio FM en el celular sería de extrema utilidad público y seguridad nacional”.
 
El debate está instalado. ENACOM se inclina por una recomendación que no parece resolver el conflicto. Responde al requerimiento de radiodifusores pero sin inquietar a fabricantes y operadores. ¿Bastará el argumento de la ampliación de las condiciones de acceso abiertas, gratuitas y anónimas?
 
El futuro traerá respuestas (y estadísticas) sobre el grado de acatamiento de las empresas a una “recomendación” (que por ahora no es estrictamente vinculante) y sobre la cantidad de dispositivos que cuentan con y activan el chip de FM. Mientras tanto y con este panorama, quien más puede presionar para que la radio sea abierta y no se desactive es el actor con el interés más difuso: el usuario”
.

Fuente: www.derechoenzapatillas.org
 

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04 ABR 2018 - 14:18

Los aparatos de telefonía celular fueron sumando funciones durante su evolución y una de las funciones que permitió consolidar a esos elementos como parte de la vida cotidiana de miles de argentinos fue la posibilidad de escuchar señales de radio de Frecuencia Modulada (FM).

De pronto el teléfono celular se convirtió a la vieja usanza de las radios portátiles, en un vehículo que nos permitía mantenernos conectados con la información, la música o el deporte. Sin embargo en la actualidad, la evolución de muchos smartphones ha privado a los usuarios de contar con ese servicio –el caso de iphone-  o bien son las propias empresas telefónicas quienes bloquean esa función, de manera que para poder escuchar una señal radial hay que bajar una aplicación y conectarse vía streaming de datos.

Al cabo de un par de horas conectados a la aplicación, el consumo de datos se hace notar y no son pocos los que han decidido dejar de utilizar este sistema para no verse obligados a contratar nuevos paquetes y encarecer su abono.

Este tema, su abordaje por parte de diversos países y la situación de la función FM en la Argentina fue abordado por el sitio derechoenzapatillas.org, en una nota escrita por Agustín Espada y editada por Sergio Mohadeb, que lleva como título “Frecuencia modulada versus streaming de datos: la pelea por un lugar en el Smartphone”. Agustín Espada es becario doctoral del CONICET/UNQ, Maestrando en Industrias Culturales (UNQ) y Lic. en Comunicación Social (UNQ), quien estudia la adaptación de la radio al escenario de la convergencia digital.

En esa publicación, el autor afirma que “a principios de marzo, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) recomendó a las empresas de telefonía celular que habiliten los chips de FM que ya tienen los equipos. En el mundo se está discutiendo si smartphones deben poder sintonizar la radio FM, en forma obligatoria por varias razones.

En efecto, por razones de libre expresión y acceso a la información (incluyendo de seguridad pública), Estados Unidos, Canadá, Brasil o México, entre otros, debaten la salida a un conflicto que tiene cinco partes interesadas: los proveedores del servicio de internet móvil, los fabricantes de dispositivos, el Estado, los radiodifusores y, por último pero no menos importantes, los ciudadanos.
 
En el gran Buenos Aires un 85% de la población escucha radio semanalmente, más de 6 millones de personas. Unos dos tercios lo hace en el transporte y lugares públicos. Un 35% accede a la radio a través de la FM abierta y gratuita de su celular y cada vez más, un 22%, a través de Internet móvil.

¿Por qué estos datos son relevantes para la  discusión? Porque una de las principales características de la radio como medio de comunicación masiva desde las décadas analógicas fue su ubicuidad: la masificación de los aparatos facilitó su portabilidad, “llevarte la radio con vos”.

Así, la radio salió de los comedores o livings de los hogares tras ser reemplazada por la TV pero se transformó en compañera de actividades diarias y laborales. La radio se convirtió en el medio que podía meterse en el bolsillo o la cartera. Y lo sigue siendo.

La evolución de los dispositivos hizo posible que tanto los walkman, discman, mp3 o mp4 incluyeran la posibilidad de sintonizar la radio FM al conectar los auriculares. No sucedió lo mismo con la AM cuando los dispositivos se miniaturizaron. La llegada de la telefonía celular, su masificación e inclusión
de los dispositivos en los bolsillos de sus usuarios llevó a los fabricantes a instalar el chip de FM.

Los auriculares funcionan como la antena para captar la señal y escuchar la emisora de forma abierta (y analógica). Aquí la AM fue dejada de lado dados los costos de su incorporación a los dispositivos y el tamaño de la antena necesaria para su recepción. Esta es otra de las razones por las cuales, a nivel mundial, la AM pierde vigencia y sus emisores piden duplicar su transmisión en FM: para poder ser sintonizadas en celulares.
 
Sucede que en los últimos años, y de la mano de uno de los principales fabricantes de smartphones a nivel mundial (Apple), la FM comenzó a desaparecer de la carta de servicios y bondades de los dispositivos. En algunos casos, los fabricantes no activan el chip de FM que viene incorporado en los teléfonos. En otros, ni siquiera los suman a su hardware. En este punto se abrió la polémica: ¿Los fabricantes de smartphones deben incluir al receptor de FM entre sus capacidades?
 
Los principales argumentos del pedido que algunos Estados como Brasil, México o Estados Unidos hacen a los fabricantes de dispositivos y proveedores del servicio de conexión están ligados a la libertad de expresión (en su sentido social y amplio) y la seguridad pública.
 
La radio, como fuente de información y acceso a la cultura, es un medio de radiodifusión abierto y gratuito. La inclusión del chip de FM en smartphones garantiza el acceso a esa fuente de contenidos de la misma manera: abierta y gratuita.
 
De otra forma, los usuarios deben conectarse a internet, consumir parte de su plan de datos(pago o pre-pago como la mayoría de los usuarios, con costos comparativamente muy altos) para escuchar la radio y gastar mayor cantidad de batería que si lo hicieran por el chip. Sólo como referencia, escuchar una hora de radio en RadioCut consume 8 MB mientras que hacer lo mismo en la app de Mega 98.3 implica un gasto de 34 MB. Además, escuchar radio de forma conectada implicaría perder el anonimato de la instancia de consumo.
 
En segunda instancia, el chip de FM funcionaría como resguardo de la ciudadanía en situaciones de catástrofes naturales o situaciones extremas. La última temporada de huracanes en las costas estadounidenses fue el empujón que necesitó el Director de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés), Ajit Pai, para pedirle a los fabricantes que activaran el chip de FM en los dispositivos que lo tenían.
 
Durante las largas horas que duró el azote del fenómeno meteorológico, la conexión a internet móvil cayó al igual que las redes de telefonía celular y, en muchos casos, de luz eléctrica. En ese momento, la radio se transformó en casi el único medio de comunicación y fuente de información de muchas poblaciones aisladas por el fenómeno.
 
¿Por qué? Primero que nada porque la red de Internet móvil no está universalizada ni mucho menos como sí lo está la red de radiodifusión. En segundo lugar porque las condiciones de infraestructura necesarias para garantizar el uso masivo de la red de Internet móvil y de telefonía celular tampoco están dadas (no, en Estados Unidos tampoco). Basta con revisar qué sucede con los teléfonos celulares al asistir a un evento masivo como un partido de fútbol o un recital: perdemos la señal y quedan inutilizados.
 
Este argumento se potencia con la más atrasada y pobre  infraestructura argentina. En marzo de 2017 eso sucedió en toda la ciudad de Olavarría durante el fin de semana que Carlos “el Indio” Solari realizó su último recital. Muchos asistentes perdieron horas en buscarse por la caída de la red móvil. Esto es diferente en la red de FM o de AM: no importa cuántas personas se sumen a la transmisión, eso no la hace caer y sostiene su calidad. La red de radiodifusión es mucho más robusta que la de telefonía celular e internet móvil ante estas situaciones.
 
Por último, otro argumento contra la desactivación de los chips de FM en los smartphones es económico: se acusa a los proveedores de conexión de asociarse con los fabricantes para favorecer el uso de datos para consumir música y radio y así generar mayores ingresos. Se suma otro dato: La población que menos ingresos tiene es la que paga más por el acceso a Internet, por los planes prepagos.
 
En torno de lo legal – ¿Puede obligarse al fabricante?

Los fabricantes de dispositivos argumentan que no puede ser obligación para ellos incorporar una capacidad como la radio FM. ¿Por qué sería una obligación para los fabricantes de smartphones y no para los de notebooks, relojes o televisores? ¿Están obligados a incluir esa funcionalidad? ¿Acaso se le pide al fabricante de lavarropas incluir el centrifugado, si es que el caso fuese equiparable?
 
En su respuesta a la decisión de la FCC de recomendar la activación de los chips de FM instalados en sus dispositivos, Apple contestó que eso no era posible en los últimos dos modelos de Iphone ya que no contaban con ese hardware.
 
Otra de las respuestas de la empresa de la manzanita fue que sus dispositivos cuentan con otras medidas de seguridad que los usuarios conocen y pueden utilizar para situaciones de emergencia. Además, argumentaron que su decisión de eliminar el chip de FM, al igual que Samgung, de sus últimos modelos está ligada a un estudio de mercado que les arrojó un perfil de usuario que realiza sus consumos culturales e informativos a través de internet. Así, el argumento sería la oferta y la demanda: si los ciudadanos prefieren dispositivos con FM no comprarán los nuevos Iphone.
 
La decisión de ENACOM, entonces, responde principalmente a un pedido de los radiodifusores. En Argentina el principal actor que presionó para tomar esta medida fue la Asociación de Radiodifusores Privados de Argentina (ARPA) que se sumó a una campaña regional de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR). Desde esta organización aseguraron que en el mercado pueden encontrarse más de un centenar de modelos de dispositivos con el chip de FM incluido entre sus capacidades. La mayoría de las empresas fabricantes lo incluye con la excepción de Apple (Iphone).
 
En 2017, luego de su reunión anual en Buenos Aires, emitió un documento en el cual insta a los Estados “a adoptar las medidas legales y administrativas para la habilitación obligatoria de la recepción radioeléctrica de radio FM en los dispositivos móviles”. Desde ARPA, Edmundo Rébora sostuvo que la intención era que “se legislara como en México” aunque consideran un avance esta recomendación. Rubén Corda, Gerente General de Radio Mitre, agregó que “es una resolución auspiciosa para la industria y para los usuarios. Poder sintonizar la radio con el equipo que llevamos constantemente con nosotros y hacerlo sin consumir datos, es decir sin pagar, es muy bueno para los oyentes”.
 
Rébora aclaró que no se sabe cuántos dispositivos mantienen desactivado el chip de FM en Argentina y que por eso el pedido se hace sobre las operadoras de telefonía móvil. Tanto desde Claro (América Móvil de Carlos Slim) como desde Movistar (Telefónica), consultados para esta nota, indicaron que no desactivan ninguna capacidad de los dispositivos salvo por expresa indicación judicial. Ambas empresas coincidieron en indicar que la inclusión o no de los chips de FM depende exclusivamente de los fabricantes. Desde ENACOM tampoco respondieron a las consultas.
   
México sancionó el año pasado, a través del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Disposición Técnica IFT-011-2017. La normativa resalta que “la mayoría de los teléfonos inteligentes (smartphones) cuentan con un receptor interno de radiodifusión en Frecuencia Modulada (FM) construido e integrado desde fábrica. Para poder reproducir dicha señal, este receptor debe de ser activado por las empresas fabricantes de teléfonos móviles. Al ser activado, pueden recibir directamente del aire, las señales de  las emisoras de FM”. Así, la norma concluye en obligar a todos los prestadores a activar los chips de FM en todos los dispositivos que lo traigan de fábrica para contribuir “en la salvaguarda del derecho de acceso a la información”.
 
En Brasil existe un proyecto de ley -con aprobación en una de las comisiones y que deberá ser votado en el Senado- que establece que todos los dispositivos fabricados o ensamblados en el país deberán contar con la funcionalidad de radio FM. Además, obliga a activar el chip en todos los dispositivos que ya lo dispongan. En sus considerandos, el proyecto argumenta:
 
“En el caso de los teléfonos móviles, diversos estudios demuestran que la mayoría de los móviles (aproximadamente el 97% de aquellos producidos en el mundo) están equipados con un receptor interno para la recepción de las transmisiones en FM, ya integrado desde su fabricación. Sin embargo, la mayoría de estos receptores se ponen a disposición del consumidor final desactivados (sólo el 34% de los aparatos tienen la función FM activada), o sea, sin posibilidad de recibir las señales de radio. (…) En vista del cambio del hábito de consumo de noticias, la disponibilidad del servicio de radio FM en el celular sería de extrema utilidad público y seguridad nacional”.
 
El debate está instalado. ENACOM se inclina por una recomendación que no parece resolver el conflicto. Responde al requerimiento de radiodifusores pero sin inquietar a fabricantes y operadores. ¿Bastará el argumento de la ampliación de las condiciones de acceso abiertas, gratuitas y anónimas?
 
El futuro traerá respuestas (y estadísticas) sobre el grado de acatamiento de las empresas a una “recomendación” (que por ahora no es estrictamente vinculante) y sobre la cantidad de dispositivos que cuentan con y activan el chip de FM. Mientras tanto y con este panorama, quien más puede presionar para que la radio sea abierta y no se desactive es el actor con el interés más difuso: el usuario”
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Fuente: www.derechoenzapatillas.org
 


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