Un defensor público de Trelew enfrentará un jury

Se trata de Carlos Pericich. Lo decidió el Consejo de la Magistratura luego de que la comisión que evaluó el trabajo del funcionario lo consideró insatisfactorio. El dato clave fue un sumario por el acoso laboral contra una empleada. Por este episodio el defensor debió ser desplazado a una oficina fuera de Tribunales.

27 JUN 2025 - 9:14 | Actualizado 27 JUN 2025 - 13:02

Por Rolando Tobarez / Redacción Jornada

Por mayoría, en su última sesión enComodoro Rivadavia el Consejo de la Magistratura decidió enviar a un jury de enjuiciamiento a Carlos Flores Pericich, defensor público de Trelew. Es porque la Comisión que evaluó su desempeño laboral del lapso abril de 2020/abril de 2023 consideró que su trabajo fue “insatisfactorio”. El pleno coincidió con esta conclusión.

Pericich es defensor desde 2020. El dato central en su contra fue un sumario por acoso laboral tras la denuncia de una empleada de la Defensoría. Ese episodio de 2023 le costó 5 días de suspensión sin goce de haberes.

Pericich, primero desde la derecha, con miembros de Fiscalía.

En su informe para la Comisión Evaluadora, el defensor jefe de Trelew, Rafael Frontini, recordó que tras ese sumario y para resguardar a la denunciante y al equipo, Pericich fue separado de su lugar de trabajo en la sede de Tribunales de 9 de Julio y fue reubicado en una oficina en Paraguay 89.

Sobre el trato con sus compañeros de trabajo, el resultado del sumario determinó que el accionar del defensor hacia sus compañeros “sea ponderado en forma despreciativa, aduciendo una conspiración de toda la oficina en su contra”.

El jefe de la Defensoría en Trelew mostró preocupación acerca de si el funcionario “tiene la capacidad de gestionar las situaciones de conflictos que pudieran generarsee interactuar con su pares y subordinados en sus labores cotidianas trabajando en equipo”.

El área de Recursos Humanos de la Defensoría General evaluó un posible regreso de Pericich a la sede de Tribunales. Pero al entrevistarloel funcionario dijo sentirse “desmotivado con su trabajo, y decepcionado y defraudado con la Defensoría General en cuanto a la pasividad y falta de empatía respecto de su situación”.

Pericich se consideró aislado en su oficina actual, en condiciones edilicias que no lo satisfacen. Aunque trabaja tranquilo “no recibe la ayuda necesaria del personal administrativo de la Oficina de la Defensa Penal”. Pudo articular labor con sus dos compañeros directos pero no con los demás funcionarios.

Según RR.HH.“no se observaron indicios de autocrítica o reconocimiento de los hechos ocurridos que conllevaron a una sanción, percibiendo Pericich que se cometió una injusticia con su persona y en ello radica su descontento”.

En este escenario es inviable reincorporarlo a la sede de 9 de Julio. Mucho menos teniendo en cuenta su vínculo con quienes declararon en el sumario. Es que el defensor “no logró asumir el reproche endilgado poniendo en cabeza de los demás la responsabilidad de lo ocurrido”. Devolverlo a su oficina original “en nada favorecerá al ambiente laboral en general y al magistrado en particular”.

Al momento de la intervención, Pericich tenía dificultades de relación con la mayoría de sus pares y con algunos funcionarios y empleados de menor jerarquía. Nunca logró integrarse plenamente con su equipo. “Su forma de vincularse era complaciente con superiores jerárquicos, pero no mantenía la misma actitud con colegas y subordinados”, dice el informe al Consejo.

Aislado en su oficina cumple funciones técnicas. “No es fuente de consulta ni posee un conocimiento profundo de los procesos y necesidades del equipo. Tampoco es un referente para empleados y funcionarios. Esto genera un impacto negativo en el servicio”.

Aunque se evaluó la reinserción del defensor en su equipo, no se observó en él “reflexión genuina ni autocrítica. Por el contrario, ha tendido a atribuir la responsabilidad de lo acontecido a terceros y ha expresado su enojo por la falta de apoyo y cuidado por parte de la Defensoría General. Esto hace que su retorno sea considerado poco viable y potencialmente contraproducente”.

De acuerdo al informe que debatió el Consejo, sobre su relación con pares, subordinados y superiores el propio Pericich explicó que “cree firmemente que siempre actuó con respeto yprofesionalismo, siempre cumpliendo con las reglas internas de la defensa como aquellas que hacen a la ética profesional”.

“Fue categórico en manifestar su inocencia, pero sin embargo al ser tan orgánico asumió igualmente las consecuencias y decisiones tomadas”.

La Comisión Evaluadora concluyó que al acosar a una empleada de su equipo con comentarios desubicados e indebidos, maltrato y gritos, Pericich cometió violencia de género violando la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

Tampoco acató la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Este incumplimiento es causal de mal desempeño. Tampococumplió con la Ley Orgánica del Ministerio de la Defensa Pública ni su Reglamento Interno General.

Al evaluar su trabajo “no se pudo corroborar en la práctica lo demostrado por el candidato en el examen técnico y en la entrevista personal al postularse para el cargo”.

Su desempeño “fue deficitario, ya que no demostró capacidad para reflexionar sobre su participación en un episodio crítico que lo tuvo como protagonista y no asumió responsabilidad. Carece de las competencias necesarias para ejercer su rol de manera efectiva, particularmente en cuanto a liderazgo, trabajo en equipo y conducción de equipos, lo que no se ajusta a las expectativas y políticas institucionales de la Defensoría General”.

Los evaluadores fueron los consejeros Estefanía Alejo, Paula Cardozo, Lucía Pettinari y Daniela Pili, que sin embargo no hallaron críticas al trabajo técnico diario de Pericich.

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27 JUN 2025 - 9:14

Por Rolando Tobarez / Redacción Jornada

Por mayoría, en su última sesión enComodoro Rivadavia el Consejo de la Magistratura decidió enviar a un jury de enjuiciamiento a Carlos Flores Pericich, defensor público de Trelew. Es porque la Comisión que evaluó su desempeño laboral del lapso abril de 2020/abril de 2023 consideró que su trabajo fue “insatisfactorio”. El pleno coincidió con esta conclusión.

Pericich es defensor desde 2020. El dato central en su contra fue un sumario por acoso laboral tras la denuncia de una empleada de la Defensoría. Ese episodio de 2023 le costó 5 días de suspensión sin goce de haberes.

Pericich, primero desde la derecha, con miembros de Fiscalía.

En su informe para la Comisión Evaluadora, el defensor jefe de Trelew, Rafael Frontini, recordó que tras ese sumario y para resguardar a la denunciante y al equipo, Pericich fue separado de su lugar de trabajo en la sede de Tribunales de 9 de Julio y fue reubicado en una oficina en Paraguay 89.

Sobre el trato con sus compañeros de trabajo, el resultado del sumario determinó que el accionar del defensor hacia sus compañeros “sea ponderado en forma despreciativa, aduciendo una conspiración de toda la oficina en su contra”.

El jefe de la Defensoría en Trelew mostró preocupación acerca de si el funcionario “tiene la capacidad de gestionar las situaciones de conflictos que pudieran generarsee interactuar con su pares y subordinados en sus labores cotidianas trabajando en equipo”.

El área de Recursos Humanos de la Defensoría General evaluó un posible regreso de Pericich a la sede de Tribunales. Pero al entrevistarloel funcionario dijo sentirse “desmotivado con su trabajo, y decepcionado y defraudado con la Defensoría General en cuanto a la pasividad y falta de empatía respecto de su situación”.

Pericich se consideró aislado en su oficina actual, en condiciones edilicias que no lo satisfacen. Aunque trabaja tranquilo “no recibe la ayuda necesaria del personal administrativo de la Oficina de la Defensa Penal”. Pudo articular labor con sus dos compañeros directos pero no con los demás funcionarios.

Según RR.HH.“no se observaron indicios de autocrítica o reconocimiento de los hechos ocurridos que conllevaron a una sanción, percibiendo Pericich que se cometió una injusticia con su persona y en ello radica su descontento”.

En este escenario es inviable reincorporarlo a la sede de 9 de Julio. Mucho menos teniendo en cuenta su vínculo con quienes declararon en el sumario. Es que el defensor “no logró asumir el reproche endilgado poniendo en cabeza de los demás la responsabilidad de lo ocurrido”. Devolverlo a su oficina original “en nada favorecerá al ambiente laboral en general y al magistrado en particular”.

Al momento de la intervención, Pericich tenía dificultades de relación con la mayoría de sus pares y con algunos funcionarios y empleados de menor jerarquía. Nunca logró integrarse plenamente con su equipo. “Su forma de vincularse era complaciente con superiores jerárquicos, pero no mantenía la misma actitud con colegas y subordinados”, dice el informe al Consejo.

Aislado en su oficina cumple funciones técnicas. “No es fuente de consulta ni posee un conocimiento profundo de los procesos y necesidades del equipo. Tampoco es un referente para empleados y funcionarios. Esto genera un impacto negativo en el servicio”.

Aunque se evaluó la reinserción del defensor en su equipo, no se observó en él “reflexión genuina ni autocrítica. Por el contrario, ha tendido a atribuir la responsabilidad de lo acontecido a terceros y ha expresado su enojo por la falta de apoyo y cuidado por parte de la Defensoría General. Esto hace que su retorno sea considerado poco viable y potencialmente contraproducente”.

De acuerdo al informe que debatió el Consejo, sobre su relación con pares, subordinados y superiores el propio Pericich explicó que “cree firmemente que siempre actuó con respeto yprofesionalismo, siempre cumpliendo con las reglas internas de la defensa como aquellas que hacen a la ética profesional”.

“Fue categórico en manifestar su inocencia, pero sin embargo al ser tan orgánico asumió igualmente las consecuencias y decisiones tomadas”.

La Comisión Evaluadora concluyó que al acosar a una empleada de su equipo con comentarios desubicados e indebidos, maltrato y gritos, Pericich cometió violencia de género violando la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

Tampoco acató la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Este incumplimiento es causal de mal desempeño. Tampococumplió con la Ley Orgánica del Ministerio de la Defensa Pública ni su Reglamento Interno General.

Al evaluar su trabajo “no se pudo corroborar en la práctica lo demostrado por el candidato en el examen técnico y en la entrevista personal al postularse para el cargo”.

Su desempeño “fue deficitario, ya que no demostró capacidad para reflexionar sobre su participación en un episodio crítico que lo tuvo como protagonista y no asumió responsabilidad. Carece de las competencias necesarias para ejercer su rol de manera efectiva, particularmente en cuanto a liderazgo, trabajo en equipo y conducción de equipos, lo que no se ajusta a las expectativas y políticas institucionales de la Defensoría General”.

Los evaluadores fueron los consejeros Estefanía Alejo, Paula Cardozo, Lucía Pettinari y Daniela Pili, que sin embargo no hallaron críticas al trabajo técnico diario de Pericich.